Cuatro inseparables
amigas acaban de perder a una de sus integrantes más afanosas. Las partidas de bridge
que solían jugar cada semana –desde hace 30 años– parece haber llegado a su fin
a menos que... alguien decida traerla “de vuelta a casa” para jugarle una mano
final a la vida.
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"Hay que salir riendo" de Paul Elliott |
Esta premisa predictivamente
hilarante es el punto de inicio de “Hay que salir riendo” (“Exit Laughing”,
en idioma original) del laureado dramaturgo y guionista de televisión Paul Elliott. Esta pieza
teatral obtuvo el Premio AACTfest de 2013 gracias al ingenio de su
autor y una eficiente combinación de las claves de una sitcom típica. Por ejemplo, crisis
amorosas de algún tipo, inexplicables coincidencias en torno a un “tema serio” –la
muerte– y un sinfín de enredos y gags que dan pie a inesperadas revelaciones por
parte de tres entrañables mujeres ya maduras que, por diversas razones, se
resistieron a vivir de verdad. En primer lugar, está
Connie Harland (aceptable rol de Lilian Nieto) la encantadora anfitriona de la
reunión y madre de Rachel Ann (Ximena Galliano), una impetuosa joven que acaba
de sufrir el desplante de Bobbie (Sebastián Stimman), la primera cita oficial de
su vida universitaria.
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Millie (Natalia Torres Vilar) |
Las espectadoras de
esta escena familiar son la atrevida Leona (brillante interpretación de Bettina
Oneto) y la ingenua Millie (Natalia Torres Vilar, insospechada e irreverente). Este
estupendo trío –el eje principal de la historia– es el combustible que enciende
la comedia y que el director Rodrigo Falla Brousset reconoce y maximiza sorteando
los clichés y los rigores del formato.
Nieto, por ejemplo,
se reinventa de forma lúdica entre roles de madre, amiga y mujer –en un hogar sin
esposo–; mientras que Torres Vilar es “la artífice” de inclasificables momentos
cada vez que sus buenas intenciones y su ingenuidad tropiezan en escena. Oneto, por su
parte, fluye con naturalidad y estilo en una comedia hecha a su medida. Su
actuación no pierde gracia ni encanto, incluso, cuando se anima a improvisar,
algo que añade vivacidad a su personaje. Bajo ese caótico firmamento, Stimman y
Galliano, protagonistas de un secundario amor, dejan ver un desenvolvimiento empeñoso
y desenfadado.
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Rachel Ann (Galiano), Bobbie (Stimman), Leona (Oneto),
Connie (Nieto) y Millie (Torres Vilar). |
A pesar de la innegable
calidad actoral y el timing cómico preciso, ciertas costuras asoman a la vista.
Algunas resultan inevitables –las adaptaciones idiomáticas de su atrevido humor–,
mientras que otras –la dosificación de energía del elenco y la transición entre
ambos ejes de la puesta– podrían ser atendidas por Falla Brousset, quien maneja
bien este género. Con una
escenografía sumamente detallista, “Hay que salir riendo” desafía la cordura de
su audiencia desde un humor ingenioso y revitalizante. El montaje de Lima Stage New Group (LSNG) es un propuesta disfrutable que esconde bajo los naipes del Destino
una pequeña chance para vivir cuando todos –incluso, la esperanza o la juventud– parecen
haberse ido.
FICHA ESCÉNICA
“Hay que salir
riendo” de Paul Elliott
Dirección: Rodrigo
Falla Brousset
Elenco: Natalia
Torres Vilar, Lilian Nieto, Bettina Oneto, Sebastian Stimman y Ximena Galiano.
Funciones: Jueves a
sábado a las 8pm / Domingos a las 7pm
Temporada: Del 16
de enero al 09 de marzo
Entradas: S/60.5 (General),
S/ 27.5 (Estudiantes) y S/38.5 (Jubilados).