Un fin de semana “perfecto” para dos de amigos
de infancia –que creen conocerse de toda una vida– se convertirá en un difícil reto
de aceptación y reconocimiento. “La manzana prohibida”, drama de Gonzalo Rodríguez Risco (Lima, 1972), planteó este sinuoso escenario de desencuentros en 1997.
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"La manzana prohibida" dirigida por Ana Claudia Moca |
En él, ambos se alejarán de Lima y de todos,
aunque, quizá, no lo suficiente como para dejar atrás los prejuicios, temores y
secretos que han impedido su felicidad. Dos décadas después, esta pieza dialoga
con notable vigencia y frescura con el montaje propuesto por El Tuétano Teatro…
como si el tiempo no hubiera pasado.
La propuesta que dirige Ana Claudia Moca ha incorporado
adaptaciones contextuales necesarias al texto original con la anuencia del
autor. De ese modo, este drama juvenil se atreve a cuestionar los desfasados paradigmas
en una sociedad que se resiste al cambio y la inclusión. “La manzana prohibida” juega con la intriga.
Aplicar este recurso, sin embargo, exige a que directora y elenco sostengan el equilibrio
del anecdótico encuentro hasta casi la primera media hora. Es decir, cuando
sucede una de las confesiones más cruciales en la historia.
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Verónica (Cheli Gonzales) |
Este planteamiento no limita a que ambos protagonistas
revelen su deseo de liberación, aunque con motivaciones distintas en intención y
en tiempo. En Verónica (Cheli Gonzales, de buen trabajo), por ejemplo, resultará
más lúdico y convincente; siendo más introspectivo en Juan Carlos (Germán Pecar,
que abandona las dudas para afianzarse poco a poco en escena). La dirección de Moca se esmera sobre los saltos
entre realidad y ficción de la dramaturgia. Las escenas del sueño y, en
particular, las marcadas con acento mexicano –un cliché bien utilizado– añaden la
exageración a los momentos de crisis y angustias de sus protagonistas. Aquí los recursos histriónicos de Gonzales le
permiten sacar partido de los dilemas de un personaje decidido y delirante, que,
por momentos, “oculta” la presencia de su contraparte. Afortunadamente hacia la
segunda mitad de la puesta, Pecar alcanza superar ese desfase con energía y
frescura.
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Juan Carlos (Germán Pecar) |
El uso del espacio escénico –un amplio
corredor con puertas a cada uno de los lados– es destacable ya que aporta fluidez
al desplazamiento del elenco y crea atmósferas precisas para los monólogos. El
juego de luces y penumbras potencia las escenas oníricas y aquellas otras donde
cada uno expresa sus anhelos en soledad. Además, esta distribución confronta las del público al situarlo frente a frente. Desde 1998, cuando Vanessa Robbiano y Marco
Zunino encarnaran por primera vez a estos dos amigos en el montaje que dirigió Pipo
Gallo, hasta ahora “La manzana prohibida” ha madurado sus frutos en terrenos yermos de
libertad.
Fotografías: Guiseppe Falla
FICHA
ESCÉNICA
Dirección: Ana Claudia Moca
Elenco: Cheli Gonzales Vera y German Pecar
Funciones: De viernes a domingos a las 8pm
La temporada va del 22 de marzo hasta el 14
de abril
Entradas: S/ 30 (General) y S/ 20 (Estudiantes)
Producción Ejecutiva: Mónica Talavera Villamonte
Producción General: El Tuétano Teatro