Son los últimos años de
la década de los sesenta. Estados Unidos se alista nuevamente para una guerra
–la más inútil y desgastante de su historia reciente– al otro lado del mundo,
en Vietnam. Un grupo de universitarios de clase media se resiste a ser parte de
esta campaña bélica (1955-1975).
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Elenco de "Hijos de la guerra" |
¿Es una convicción genuina
o solo una “postura de moda” ante un sistema decadente del que se sienten
ajenos? La lección que estos jóvenes están a punto de aprender se refleja con acucioso
desenfado en “Hijos de la guerra” (“Moonchildren” (1971), en su título
original). Esta irreverente pieza
teatral del estadounidense Michael Weller (Nueva York, 1942) llega a la escena
del Nuevo Teatro Julieta de Miraflores abordando la curiosa naturaleza de las
inquietudes juveniles que, aunque suelen ser masivas, en el fondo son una forma
más de individualismo. El primer montaje de Cuerpos del Abismo que dirige Giovanni Vidori, también en su debut, posee dos momentos definidos
por una desoladora revelación. En un primer segmento pícaro y anti-sistema se
presentan los personajes arquetípicos bajo una mirada más panorámica que alcanza
a pincelar las individualidades de esta pandilla.
Están los “palomillas”
Mike y Cootie (Matías Spitzer y Jorge Luis Pérez, ambos de buen trabajo) o el
“nerd” del grupo Norman (un aceptable Duilio Dall Orto). Luego están Kathy y
Ruth (Micaela Belmont y Flavia Goya), dos amigas, una más liberal que otra; y
dos personajes masculinos divergentes llamados Bob y Dick (Giovanni Vidori y
Raúl Saco).
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Bob (Giovanni Vidori)
y Murray (Fernando Verano) |
La segunda mitad, en
cambio, es sumamente desencantada y, a diferencia de la primera parte, centrada
en Bob. Aparecen aquí las únicas figuras adultas de la historia: Willys (divertido
Paco Solís Fuster), el casero con alma de joven, y el tío Murray (un sobrio
papel de Fernando Verano) y Shelley (Fiorella Luna), una hippie de buena vibra. Este cambio de
perspectivas evita que la propuesta se torne anecdótica; y le añade mayor profundidad
a los dilemas de identidad y aspiración de los muchachos. Y aunque ciertas
referencias parezcan desfasadas o distantes a nuestra actualidad, una contextualización
oportuna del texto (la traducción es de Gonzalo Rodríguez Risco) y una actuación
fresca e irreverente de un elenco relativamente joven resultan esenciales.
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Norman (Duilio Dall Orto), Dick (Raúl Saco),
Cootie (Jorge Luis Pérez) y Mike (Matías Spitzer). |
Los personajes están
bien construidos –algunos con mejores matices–, pero ninguno es políticamente
correcto ni pretende estar emocionalmente equilibrado. Vidori procura el dinamismo
y buen ritmo del drama que, incluso, podría haberse ahorrado algunos roles secundarios
y reducir los desplazamientos fuera de escena sin perder la esencia de Weller. Una escenografía sobria
con utilería básica invita a la cotidianidad de esta comparsa rebelde. Ayudada
por la iluminación y, en especial, por la música se tejen atmósferas setenteras
que dan algunas buenas escenas como aquella en la que Mike y Cootie tocan
guitarra y bongó. Entre marchas pacifistas
y aprendizajes de madurez, “Hijos de la guerra” revela las habituales traiciones
tras los ideales juveniles. Una trinchera sinuosa que enseña cómo la rebeldía de
la juventud envejece cada vez que los afanes personales se alinean al sistema que
pretendían combatir.
FICHA ESCÉNICA
Dirección: Giovanni
Vidori
Elenco: Micaela Belmont,
Duilio Dall'Orto, Flavia Goya, Fiorella Luna, Jorge Luis Pérez, Raúl Saco, Paco
Solís Fuster, Giovanni Vidori, Pedro Sessarego, Matías Spitzer y Fernando
Verano.
Funciones: De jueves a
domingo a las 8pm
Temporada: Del 13 de
febrero al 01 de marzo de 2020
Entradas:
S/ 45 (General), S/ 25 (Estudiantes) y S/ 35 (Jubilados)
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