Lejos ser cíclica o lineal, la historia peruana
parece ser una cadena de episodios inconclusos. Una tradición fraguada por políticos
mesiánicos, revoluciones fallidas y catástrofes de proporciones bíblicas con que
Eduardo Adrianzén supo imprimir con agudeza e ironía en “Silencio sísmico”
(2016).
Giovanni Arce, Rosello Roggero y Alain Salinas |
Desde algún devastador terremoto –como el
ocurrido en 1746– hasta las asonadas golpistas en los tres militarismos: todo
confluye en una atmósfera de zozobra constante. El autor inserta pequeñas
fábulas sobre nuestras creencias, miedos y sueños para esbozar una sociedad distante
y fragmentada.
Óscar Carrillo transforma esta pieza
–salpicada de simbolismos y vicios criollos– en un interesante y preciso ejercicio
de memoria colectiva. Tras un sólido estreno en el Teatro de Lucía, “Silencio sísmico” instala su epicentro en la Asociación de Artistas Aficionados. Desde
ahí estremece y confronta.
TEMBLORES OCULTOS
Esta historia apocalíptica rodeada de una
idiosincrasia peruana es sostenida por tres mujeres. La joven Soledad
(aceptable papel de Rosella Roggero) decide emigrar para empezar de cero. La
detienen los recuerdos del padre, sus temores y dos ex enamorados con quienes
extrañamente convive.
Elenco de la obra |
Junto a Ariel y Christian (divertidos y opuestos
Giovanni Arce y Alain Salinas), conformarán una tríada perfecta para jugosas
escenas cómicas. Los atisbos bien logrados de inmadurez, alienación y frescura
son equilibrados con la lucidez y cierto desencanto de dos buenos personajes
femeninos.
Su madre Esther (delirante Ximena Arroyo) y
lectora de cartas astrales, avizora en el viaje de su hija un designio fatal para la
ciudad; y la risueña y desenfada abuela Doris (acertada Sonia Seminario). Ellas
son el reflejo de un proyecto en diferentes tiempos que, como el país,
intentaron –o intentan– no resignarse.
EPICENTRO ESCÉNICO
Adrianzén sitúa la pieza teatral en un
momento crítico: 28 de julio de 2016, cuando se renueva la vieja promesa de un
mejor país. Se instaura una sensación de
inminente peligro –como los tres siglos de silencio sísmico en Lima– que se
acentúa en una sociedad alienada, indiferente y frívola.
"Silencio Sísmico" la AAA |
Un detalle recreado con ironía en las
historias paralelas mientras una tensa atmósfera ensombrece el futuro de
Soledad y de la ciudad.
La sobria escenografía apenas basta porque la conexión
es inmediata, mérito a la confianza, solvencia e intensidad con la que Carrillo
dirige a su elenco.
En sus contradicciones y peculiaridades, “Silencio sísmico” remece los cimientos de una sociedad –tan limeña– obnubilada por
aparentes superávits y milagrosos “boom”. Este discurso, irónicamente
pesimista, encierra alguna esperanza a la que aferrarse ante una desgracia que
se avecina.
Fotos: Silencio sísmico / Lima Vaga / Alondra Florez Quiroz
FICHA
ESCÉNICA
“Silencio sísmico” de Eduardo Adrianzén
Dirección: Óscar Carrillo
Elenco: Sonia Seminario, Ximena Arroyo, Giovanni
Arce, Alain Salinas y Rosella Roggero
Las funciones van los viernes y sábados a
las 8pm y los domingos a las 7pm
Temporada: Del 20 de enero al 5 de febrero
Lugar: Asociación de Artistas Aficionados (Jr. Ica 323, Lima)