Una pequeña escena inspirada en una fotografía
–dos niños ayacuchanos desolados por el terrorismo– fue el origen de “Entre colinas y senderos” de Michael Joan. Era 2009 y la idea reposaba en los
borradores de un taller de dramaturgia del maestro Arístides Vargas (Córdoba,
1954).
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Claudia del Águila y Michael Joan
en "Entre senderos y colinas" |
Mientras el texto cobraba forma, Joan aprendía
más sobre este autor argentino exiliado en Ecuador desde 1975. Empezó a dirigir
obras suyas como “La edad de la ciruela”, actuó en “La república análoga” y ahora
acaba de estrenar “Jardín de pulpos”. En estas influencias él encontraría un
lenguaje de convicciones históricas y creativas con que explorar las heridas de
nuestro pasado reciente. Nueve años después, Joan estrena y dirige su
versión final como un inteligente entramado cargado de lecciones y advertencias
para aquellos de frágil memoria. Esta propuesta de la Asociación Cultural La
Vale es, sin duda, una de las más lúcidas que trae la cartelera teatral.
“Entre colinas y senderos” trasciende entre
atemporalidades y realidades paralelas y, en apariencia, distantes. Sus personajes
emergen desde la evocación y sobreviven camuflados bajo el dolor, la incertidumbre
o la esperanza. Joan y Claudia Del Águila, su esposa, entregan un impecable trabajo,
de química sinergia e innegable compromiso.
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Washington (Joan) |
Solo así pueden encarnar a dos niños
ayacuchanos atrapados entre dos fuegos: la lucha subversiva y el terrorismo de
Estado. En algunos roles buscan perdón y redención –el integrante de un comando
paramilitar y su solidaria cónyuge–, y en otros reflejan sucumben a la
indiferencia a cambio de favores –un general corrupto y servil y su frívola esposa–.
Con ingenio y versatilidad, Joan brilla como
Washington, un niño soñador, o el inefable Cuchito, heredero de la criollada que
ha envilecido al Estado, mientras que Del Águila dibuja, entre la ternura y la
parodia, los rostros femeninos castigados por la violencia, la corrupción y el
machismo. Los quiebres de cuarta pared no fatigan a
la audiencia; más bien, los comprometen desde dos ejes temporales: uno actual y
otro histórico (los años 80 y 90). Sus diálogos vitales y honestos fluyen con
la contundencia de una denuncia imperiosa, un llamado de justicia.
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Cuchito (Joan) y su esposa (Del Águila) |
Estos elementos irán activando eventos
identificables en el espectador sin presagiar, quizá, su sobrecogedor desenlace.
Estéticamente, la propuesta es metafórica y sublime. El vestuario y la utilería
se adaptan a las ágiles maniobras de los actores en su tránsito de personajes y
escenas, mientras que la iluminación “redescubre” lo patrio visto en la escenografía. Miles de miradas perdidas colgadas asignan un
colofón sublime. “Entre colinas y senderos” demarca la ruta –esa que el país no
encuentra– para superar las cicatrices y reiniciar el camino hacia un futuro postergado
tantas veces que podría ser confundido fácilmente con una alegoría, una ilusión ajena.
FICHA
ESÉNICA
Dirección: Michael Joan
Elenco: Claudia del Águila y Michael Joan
Las funciones van los martes y miércoles a
las 8pm
La temporada culmina el 19 de setiembre
Entrada: S/50 (General), (S/35) Jubilados y S/25
(Estudiantes)
Una producción de La Vale Asociación
Cultural