En su primera temporada “Los vecinos de arriba” demostró la fiabilidad de una comedia solvente y transgresora. La ópera prima de teatro del cineasta español Cesc Gay (Barcelona, 1967) no solo consiguió atiborrar el Nuevo Teatro Julieta de Miraflores, sino que azuzó a la platea hablando de la convivencia, los estilos de vida y el sexo.
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"Los vecinos de arriba" ópera prima de Cesc Gay |
Con este notable logro la Asociación Cultural La Pasión decidió realizar una
segunda entrega, esta vez, desde la Asociación de Artistas Aficionados (AAA) de
Lima.
Este poder de convocatoria le atrajo a la tradicional institución nuevos
públicos, emociones frescas y vivos aplausos que conviven momentáneamente con la
audiencia más fiel de la Sala Roca Rey.
Bajo una aceptable dirección de Daniela Lanzara y con un diseño
escenográfico realista, los espectadores pueden disfrutar de un montaje fresco,
ágil y divertido. Algo que va de la mano con sus pretensiones artísticas: pasar
un momento ameno y agradable.
La llegada de una pareja liberal al departamento de otra más monótona es el
disparador de la historia. Esta premisa bastante efectiva tiende una alfombra más
que generosa para la comedia: situaciones hilarantes, unas botellas de cerveza,
silencios incómodos, revelaciones inesperadas y más botellas de cerveza.
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Salva (Monteghirfo), Laura (Baluarte), Ana (Terkes) y Julio (Miyashiro). |
Los anfitriones podrían calificar como una pareja conservadora. Ana (una
aceptable Vanesa Terkes) y Julio (Aldo Miyashiro, algo rígido para este tipo de
comedias) son una relación constituida, ambos de mediana edad y con una hija oportunamente
ausente esta noche. Terkes y Miyashiro, actores de recorrido televisivo, tardan
algunas escenas antes de entregarse grácilmente a la comedia.
A su lado, los visitantes brillan por la frescura y el desenfado de una
alcoba cómplice. Laura (Lita Baluarte, de buen trabajo) y Salva (un cómodo Sebastián
Monteghirfo) irrumpen en escena con discursos que confrontan los miedos y
tabúes de sus anfitriones y, de pasada, los del público. Esta antítesis definida por motivaciones, secretos y anhelos guiará los
diálogos cual fuego cruzado en ambos lados. Y, aunque sutilmente se cuestiona el
puritanismo de unos, la propuesta pondera, de algún modo, el abandono de viejos
convencionalismos y ser de “mente abierta” de otros como una polaridad moderna.
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La obra tuvo una primera temporada en el Nuevo Teatro Julieta de Miraflores. |
Sobre todo, hacia el final, cuando los dilemas tragicómicos parecen haberse
agotado en el sofisticado apartamento, y los cuatro personajes se someten sobriamente
a una consejería gratuita para parejas. Incluso, los gags que animaron la
conexión con el público –rasgo esencial en este tipo de comedias– se diluyen
bajo un inteligente diseño de luces que apuestan por la calidez y la nostalgia.
Comedia de buen ritmo, “Los vecinos de arriba” es una delicatessen de
ironías sobre la sociedad y sus paradigmas. El montaje de La Pasión invita al
espectador a examinar sus prejuicios y defectos en una noche en la que las
apariencias, el cinismo y los tabúes se sientan a la mesa.
FICHA DE LA OBRA
“Los vecinos de arriba” de Cesc Gay
Dirección: Daniela Lanzara
Elenco: Vanessa Terkes, Aldo Miyashiro, Lita Baluarte y Sebastián
Monteghirfo.
Lugar: Asociación de Artistas Aficionados (Jr. Ica 323, Lima).
Temporada: Del 05 al 28 de agosto
Funciones: Viernes, sábados y domingos a las 8pm
Entradas: S/ 20 (Viernes populares), S/ 30 (General), S/ 40 (VIP) y S/ 50
(Super VIP) en Joinnus y en la boletería del teatro.
Un montaje de la Asociación Cultural La Pasión