jueves, 12 de diciembre de 2024

Dictadura maternal

Someterse al poder y las “buenas” costumbres puede ser una decisión fatídica. Un ejemplo bien retratado en “La casa de Bernarda Alba”, emblemática obra teatral del autor español Federico García Lorca (1898-1936), en la que un grupo de mujeres es víctima de una férrea represión aplicada, irónicamente, por quien debería protegerlas.

Elenco de "La casa de Bernarda Alba"
Cada puesta en escena de este clásico desnuda las falencias de una sociedad sumida en las apariencias y tradiciones impuestas sin el mayor reparo, aunque se precie de ser moderna.
El montaje que dirige Omar del Águila con sus telares colgantes, magníficos contrapuntos y tensiones escénicas, y una musicalización lóbrega y cinematográfica así lo demuestra. 
Bernarda Alba (Virginia Mayo, de buen desempeño) es la matriarca de un clan familiar enteramente femenino que ha enviudado por segunda vez, a sus 60 años. Mujer de convicciones tan firmes como el bastón que la sostiene, Alba impone la moderación y el luto irrestricto en casa por los siguientes ocho años. Su poder, incluso, la faculta para mantener encerrada a María Josefa (Claudia Iglesias, en espectrales escenas), su propia madre. Las demás mujeres (sus cinco hijas y las dos criadas) merodean por resquicios de breve libertad, entre patios y zaguanes, llevando a rastras sus silencios, miedos y tristezas en medio de una rutina doméstica y espiritual que las asfixia y marchita.

La aparición de María Josefa (Iglesias)

Es interesante ver cómo las jerarquías establecidas por vínculos de sangre, poder económico o experiencia funcionan de una forma cuando Alba está presente. Ya en su ausencia, las hijas intercambian consejos, inquietudes, temores y esperanzas con las criadas, aunque las primeras siempre velen por sus propios intereses. Por ejemplo, Angustias (Grecia Rojas), la hermana mayor, que avizora en su matrimonio con Pepe “El Romano” la oportunidad de escapar de ese “infierno”. Esta situación despierta el recelo de sus otras hermanas, entre ellas, la instigadora Martirio (Beleny Gomez) y, en especial, la más joven de todas, Adela (precisa Sofía Rojas), cuya impetuosa personalidad hará frente a la represión matriarcal. En cambio, con palabras y actitudes más sutiles, la desencantada Magdalena (Peggi Carhuallanqui) aterriza la condición de la mujer en un mundo que no ha cambiado lo suficiente; mientras que la amable y recatada Amelia (Alondra Contreras) la secunda con suspicacias, dudas y prejuicios nacidos de la soledad y la frustración.

Omar del Águila dirige a su elenco femenino
en una propuesta con aciertos escénicos y estéticos. 
La criada (Noraya Ccoyure) y, sobre todo, la Poncia (notable trabajo de Angelica Torres) intermedian perfectamente entre la madre déspota y sus sumisas hijas.
Sus apariciones traen reflexiones útiles, dolorosos presagios y dosis de humor que acompañan a las sombras que se evaporan por una interminable noche de revelaciones. 
La dirección aprovecha su buen ojo estético en una escenografía funcionalmente modesta. Los telares tendidos y una iluminación acertada bastan para delimitar espacios en que los personajes se revelan y rebelan.
En esa pauta estética destaca los vestuarios de época (negros y blancos) que aportan un aire conservador, elegante y rural. 
En un país con más presencia femenina en las esferas de decisión pública que antes, “La casa de Bernarda Alba” aún tiene mucho por decir. Y, aunque los riesgos en el ejercicio del poder no dependen necesariamente del género, sus excesos solo pueden traer desoladoras escenas de represión e incertidumbre en una familia y, por qué no, a una nación.

FICHA ESCÉNICA
La casa de Bernarda Alba” de Federico García Lorca
Dirección: Omar del Águila
Elenco: Virginia Mayo, Angelica Torres García, Noraya Ccoyure, Claudia Iglesias, Sofía Rojas, Grecia Rojas, Alondra Contreras, Beleny Gomez y Peggi Carhuallanqui
Diseño escenográfico: Paulo Yataco
Temporada: Del 08 de noviembre al 01 de diciembre
Funciones: viernes y sábado a las 8pm / Domingo a las 7pm
Lugar: Asociación de Artistas Aficionados (Jr. Ica 323, Lima)
Un montaje de la Asociación de Artistas Aficionados
Redes sociales: Web / Facebook / Instagram 

miércoles, 28 de agosto de 2024

El disfraz perfecto

 La vida es un gran escenario, pero ¿cómo afrontarla si muchas veces ésta no da segundas chances? Esta pregunta resuena en “Peluches”, una micro obra de Gimena Vartu, al punto de reflexionar sobre los dilemas existenciales que yacen debajo de sus coloridos trajes afelpados.

Quini Gómez y Gerardo Fernández
en "Peluches"

Este divertido montaje explora las aspiraciones y temores que las personas ocultan antes de salir a escena (y a la vida) para no “aguarle” la fiesta a los demás. Los protagonistas de esta historia, irónicamente, son dos animadores de fiesta que vienen atravesando suertes y momentos tan dispares, pero en el fondo, similares. La extrovertida Karla (Quini Gómez, de contagiosa alegría y energía) y Renzo (un solvente y divertido Gerardo Fernández), su reservado compañero de botarga. Ambos coinciden en una fiesta y traban amistad a insistencia de la joven poco antes de comenzar la ‘hora loca’. Esta situación inicialmente forzosa resultó lúdica y marcará la conversación de giros inesperados. Karla, por ejemplo, desea construir una carrera artística, mientras que Renzo, un actor de cine venido a menos, desea pasar desapercibido.

Karla o Pikachú (Gómez)

El montaje, por momentos, cómico y, por ratos, absurdo aprovecha la buena química de Gómez y la versatilidad de Fernández. Cada uno a su estilo, son cómplices domando el espacio íntimo del Teatro Esencia. La dupla actoral sostiene la comedia y el drama con equilibrio sin caer en la cursilería, aunque la tentación ronde cerca. A partir de ahí la micro obra que dirige Gretta Marston crece con escenas divertidas que tocan tópicos universales algunos no tan evidentes (soledad, anhelos y luchas personales) que no solo atañen al mundo del arte, sino a la Humanidad.

Renzo o El Cuy Mágico
El más universal sea, quizá, el de refugiarse bajo una máscara o un disfraz: la eterna tentación de ser otro. Y es que muchos prefieren ocultar sus miedos bajo coberturas que guarden sus temas personales irresueltos y desconocidos por el público. La propuesta destaca, además, por un buen empleo del espacio escénico, la escenografía y la iluminación, aunque, a veces, el sonido satura a pesar de la clara alusión festiva. Ello no desmerece lo principal: dos actores que exponen sus esperanzas y hartazgos y encuentran un eco vocacional en el otro, una reconciliación de gremio. “Peluches”, vigente propuesta de micro teatro de Butaca C, lleva a escena todos aquellas cicatrices que pueden verse por más frondoso sea el pelaje de la botarga y que bien deben celebrarse con estelas de confeti y globos de fiesta. 

FICHA ESCÉNICA
Peluches” de Gimena Vartu
Dirección: Gretta Marston
Elenco: Quini Gómez y Gerardo Fernández
Funciones: Miércoles a las 8.45pm
Temporada: Del 07 al 28 de agosto
Lugar: Teatro Esencia: Av. Grau 069, Barranco.
Entradas: S/ 25 (General) en Joinnus y al WhatsApp 991262170
Una producción de Butaca C y ETME
Redes sociales Butaca C: Facebook / Instagram
Redes sociales ETME: Facebook / Instagram

miércoles, 22 de mayo de 2024

Juguemos en el bosque

Un sendero de Sherwood lleva a la Sala Alzedo del Centro de Lima. Ahí un grupo de forajidos al mando de un arquero infalible de buen corazón se ha propuesto terminar con los delirantes abusos del alcalde Gisborne bajo una filosofía que todos aún recuerdan: robar a los más ricos para repartirlo entre los más pobres.

Elenco de "Robin Hood"

Panda Impro Teatro y Sorpréndete Producciones entregan una versión divertida y lúdica de “Robin Hood”. A través de esta emocionante fábula política y social, este legendario héroe extraído del folclore inglés medieval aún le hace guiños y muecas al poder abusivo y corrupto enquistado en nuestra modernidad. La fresca adaptación de Vivi Nieves recoge esta premisa universal y cotidiana para fluir como un relato oral con toques de clown para deleite de grandes y chicos. La dirección a dúo de Manuel Alegría y Renato Pantigozo aprovecha al máximo las posibilidades del texto para disponer (o recrear) a sus amenos personajes.
Un trovador (Fernando Pasco, en uno de tantos roles) presenta a Robin Hood (un destacado Renato Medina-Vasallo), un proscrito que lucha por los oprimidos de Sherwood. El actor encarna a este héroe/antihéroe con mucha carisma y dominio físico, rasgos que despliega en momentos cómicos, dramáticos y de lucha escénica.

La bruja Mortiana (León) y Gisborne (Pérez)

El ‘pequeño’ Juan (un ‘enorme’ Roberto Núñez) y Tuck (un siempre irreverente Renato Pantigozo,), un fraile dado al vino, son sus aliados de armas. Su principal enemigo es el maquiavélico alcalde Gisborne (un ocurrente rol de Diego Alonso Pérez), con quien Hood disputará el amor de la bella Lady Marianne (Pau Simons). También se enfrentarán a su pregonero (Jade Durán), el torpe secuaz Capitán (Eduardo Albarracín) y la bruja Mortiana (una entusiasta Susan León). El elenco cubre todos los roles posibles y necesarios, entre ellos, los del tabernero (Francisco Agip) o el ama de Lady Mariana (Damaris Zapata) sin mayores problemas.
La propuesta tiene otros aciertos como la utilería diseñada (la carreta/carroza), el vestuario y, en especial, el uso de máscaras y la caracterización. Un notable ejemplo son sus personajes inspirados en animales típicos de Perú como el zorro andino, el gallito de las rocas, la vizcacha, el cuy, el oso de anteojos y otros más.

El Tabernero (Agip), Robin (Medina) y
el 'pequeño' Juan (Núñez)

Además, posee una estética original y visualmente agradable con tonalidades pastel (celeste y rosa) vistos en los overoles de su equipo, dentro y fuera de escena. Esta paleta cromática armoniza con el diseño de luces y su escenografía, que, aunque es proyectada, resuelve funcionalmente el cambio de locaciones. Tampoco se puede soslayar a la música en vivo de César Gálvez, la cual acompaña cada ocurrencia vivida en este Sherwood peruano. Y hay más, pero para descubrirlo, aventúrese por la sala Alzedo una tarde de sábado y domingo. “Robin Hood” lo espera junto a su valiente banda  para combatir la injusticia y el aburrimiento. 

FICHA ESCÉNICA
Robin Hood”, adaptación de Vivi Neves
Dirección: Manuel Alegría y Renato Pantigozo
Elenco: Renato Medina-Vasallo, Susan León, Diego Alonso Pérez, Pau Simons, Fernando Pasco, Renato Pantigozo, Jade Durán, Roberto Núñez, Eduardo Albarracín, Damaris Zapata y Francisco Agip
Musicalización en vivo: César Gálvez
Coreografía de Batallas: Edson Dávila
Producción Ejecutiva: Ysabel Cáceda y Renato Pantigozo
Asistencia de Producción: Xiomara Mía y Damaris Zapata
Temporada: Del 20 de abril hasta el 26 de mayo
Funciones: sábados y domingos a las 4:30pm
Lugar: Sala Alzedo del Teatro Segura (Jr. Huancavelica 251, Lima)
Producción general: Sorpréndete Producciones y Panda Teatro Impro
En coproducción con Municipalidad Metropolitana de Lima
Entradas: S/ 35 (General) y S/ 25 (Niños) en Joinnus y boletería del teatro
Redes sociales:
Sorpréndete Producciones: Facebook / Instagram
Panda Teatro Impro: Facebook / Instagram

domingo, 5 de mayo de 2024

El lienzo móvil

La inspiración nunca descansa. Mucho menos, si se está de viaje. En un apacible recorrido por Austria, el director Roberto Ángeles se detuvo a observar los cuadros originales del pintor y dibujante expresionista Egon Schiele (1890-1918) sin sospechar, quizá, que aquello derivaría en un trabajo escénico original y desconcertante.

Egon Schiele (Yépez).

Y eso es “Egon. Los autorretratos de Egon Schiele” (2023), una exploración provocadora, lúdica, y, por momentos, inquietante que alcanza su tercera temporada. Antes estuvo en el Centro Cultural de la Universidad de Lima y luego se trasladó al Teatro NOS de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) de San Isidro.
Esta vez, la propuesta sensorial llega al remozado y elegante Teatro Manuel Segura del Centro de Lima para compartir las impresiones plásticas que sorprendieran a Ángeles en los museos Leopold y Belvedere de Viena. Su interpretación reprodujo un cúmulo de imágenes descarnadas, cuerpos en posturas caprichosas, pieles pálidas y miradas perdidas. Por ochenta minutos, estas desgarbadas figuras ‘escapan’ de sus lienzos amarillentos hacia otro, uno móvil y sonoro guiado por el “Concierto para piano y orquesta No. 3” del compositor ruso Serguéi Rajmáninov. Desde ahí, exhiben las crudas y febriles creaciones de un artista sensible e incomprendido, un maestro en trazos lineales, colores no realistas y fondos vacíos.

"Egon", propuesta que dirige Roberto Ángeles 
alcanza su tercera temporada.

“Egon” está compuesta por un sinfín de números coreográficos –acrobáticos y vistosos– que recrean la vida y muerte del discípulo de Gustav Klimt. Estas secuencias musicales causan un desconcierto generalizado en palcos y platea por la escasa presencia de diálogos, pero solo es el preámbulo de escenas con notable impacto visual y narrativo.
La propuesta desafía a su público con esta experiencia más emocional que racional. Un proceso similar a como cuando se observa una pintura en una galería de arte, pero con un riesgo implícito. Uno podría disfrutar de la puesta si se deja llevar, pero también podría demorar en conectar con la misma o quedar contrariado en parte de ella.
Mientras el espectador resuelve sus dilemas discursivos, la puesta deleita sus sentidos con detalles acertados. En lo estético destaca el vestuario en blanco y negro, tan de época como irreverente y sugerente en diseño, mientras que, en lo técnico, la iluminación bien dispuesta acentúa las atmósferas mortecinas y lóbregas que aprovechan los intérpretes.

El elenco de "Egon" demuestra su destreza
coreográfica y dramática. 

En especial, el Egon que encarna impecablemente Óscar Yépez. Si bien el protagonista de esta ensoñación responde a las exigencias dramáticas y físicas del montaje coreográfico, sus compañeros de escena (Spitzer, Maldonado, Ojeda, Vásquez de Velasco, Ramírez, Torres, Espejo y Giribaldi) logran sus escenas sin mayores aspavientos. Más allá de ser un experimento escénico, la propuesta de Ángeles –la número 70 de su prolífica carrera– es una provocadora manera de redescubrir la sensorialidad en el arte y en la vida. Y es que “Egon” no solo desafía los sentidos, sino que permite recuperar esa mirada de desconcierto natural que, al parecer, hemos perdido en la modernidad.

FICHA ESCÉNICA
“Egon. Los autorretratos de Egon Schiele”
Dirección: Roberto Ángeles
Asistencia de dirección: Irving Villavicencio
Elenco: Oscar Yépez, Bruno Espejo, Matías Spitzer, Germán Ojeda, Duncan Torres, Simón Vásquez de Velasco, Roni Ramírez, Flavio Giribaldi, Ítalo Maldonado.
Producción: Roberto Ángeles
Producción ejecutiva: Miguel Seminario
Asistencia de producción: Edwin Chino Lam
Fotografía: Javicho Rivero
Escenografía: Eduardo Camino
Iluminación: Mario Ráez
Música: Ítalo Maldonado
Temporada: Del 25 de abril al 05 de mayo (8 funciones)
Funciones: De jueves a domingo a las 8pm
Lugar: Teatro Manuel Segura (Jr. Huancavelica 251, Centro de Lima)
Entradas: S/ 35 (Platea), S/ 30 (Palco completo: 4 personas, precio por persona), S/ 25 (Galería central), S/ 20 (Galería lateral), S/ 15 (Cazuela central) y S/ 10 (Cazuela lateral) en Joinnus y boletería del teatro

miércoles, 28 de febrero de 2024

Epístola del ángel caído

Pocas obras literarias han impactado en la moral religiosa tanto como “El paraíso perdido” (1667) del ensayista inglés John Milton (1608-1674). Este extenso poema épico –publicado originalmente en doce libros– sembró dilemas y controversias en los creyentes cristianos de aquella época y, por qué no, en los de la actualidad.

Fernando Luque interpreta a Lucifer
en la adaptación "Paraíso perdido"
Una relectura a este texto revisa inevitablemente cuestiones filosóficas como el bien y el mal, el pecado como herencia, la esquiva tolerancia de Dios y el origen divino del Diablo. “Paraíso perdido” (2023), el arriesgado y psicodélico montaje de La Vaca Multicolor, se sumerge en estos oscuros misterios descritos en la Santa Biblia. 
La propuesta continúa la tradición de “Un goce shakesperiano” (2023), espectáculo coral que recogía diversos fragmentos teatrales del cisne de Avon. Solo que esta vez sitúa los reflectores sobre un rebelde, orgulloso e incomprendido ángel que merodea el mítico jardín del Edén instalado en una silenciosa calle miraflorina. 
Sobre esa exuberante vegetación –notable diseño de María Hilaje– emerge Lucifer (un inclasificable Fernando Luque). Su presencia en esta utopía de vida perfecta no es causal: él narra su fallida rebelión en el cielo mientras se deslizan reflexiones tan provocadoras en torno al destierro de Adán y Eva del paraíso terrenal.

Trece actores y cinco músicos se lucen
en esta ópera rock sobre Satanás
Su delirante interpretación –escénica, corporal y vocal– encaja perfectamente en aquella estela de inconformidad de personajes como el “Joker” (2019) de Todd Phillips o con singulares guiños a Jim Morrison, líder vocalista de The Doors, o a Mick Jagger, mítico cantante de The Rolling Stones. En especial, porque contagia las canciones y parlamentos con irreverencia genuina. Un detalle vital que comprende su joven elenco –sus talleristas, por lo general– al acompañarlo con un afinadísimo trabajo como lúdicos coreutas. Sobresalen como ‘personajes colectivos’ o con fugaces cortas apariciones individuales bien sostenidos en voz y presencia corporal que, además, están bellamente coreografiados.
La música de Clavel, banda de rock progresivo liderada por Luque, bocetea esta tragedia con una sonoridad oscura, maquiavélica e impetuosa. Camuflados entre la maleza, aparecen cinco músicos con rostros blancos y sombras delineadas, usando atuendos holgados y rústicos entre los escalones de este mágico oasis.

La propuesta de La Vaca Multicolor destaca por
su estética fantasmagórica 
Si bien las voces y los instrumentos resuenan por su adecuada afinación, en las primeras escenas, el volumen alto de los últimos impedía apreciar el canto de los intérpretes. Fuera de estos detalles, el montaje acierta por su estética fantasmagórica elaborada con luces de tonalidades vivas, apagones, y humo de escena. Sin moralinas ni puritanismos, “Paraíso perdido”, la célebre ópera rock de La Vaca Multicolor, exhibe el lado más subversivo –y humano, quizá– del principal opositor de Dios. O, al menos, eso se dice. Esta reinterpretación de un episodio del Génesis no solo confirió a su autor un merecido lugar en la eternidad, sino que desató, al mismo tiempo, un serio desafío para la fe más racional.

FICHA ESCÉNICA
Paraíso perdido
Adaptación y dirección: Fernando Luque
Dirección adjunta: Luciana González
Musicalización: Clavel, integrado por Fernando Luque (voz), Renzo Solimano (bajo), Andrés Herrera (teclado), Roberto Rodríguez (primera guitarra), José Carlos Amézaga (segunda guitarra) y Felipe Ortega (batería). Participación especial de la banda Volcano
Coro: Verónica Infantes, Akemi Toma, Francesco Bacilio, María Fernanda Misajel, José Soto, Ana Paula Gálvez, Hanks Sarmiento, Katia Uriol, Nick Delgado, Valeria Fumagalli, Manuel Valdiviezo, Rommileth Coronado y Fabián Suni
Producción Ejecutiva: Paola Terán
Escenografía: María Hilaje
Dirección de arte: Miranda Orrego
Sonido: Andrés Herrera
Vestuario: Roberto Rodríguez
Diseño coreográfico: José Subauste
Fotografías: Pablo Macalupú y Nadia Ávila
Temporada: Del 09 al 28 de febrero del 2024
Funciones: martes, miércoles, viernes y sábado a las 8pm
Lugar: Teatro Británico (Ca. Bellavista 531, Miraflores)
Entradas: S/ 55 (General), S/ 40 (Adulto mayor), S/ 35 (Estudiantes, Personas con discapacidad y/o en silla de ruedas) en Joinnus y la boletería del teatro
Un montaje de La Vaca Multicolor
Redes sociales: WebFacebook / Instagram

sábado, 17 de febrero de 2024

Exámenes finales

Última semana del 23° Festival Saliendo de la Caja, una magnífica muestra de cómo plasmar en escena los saberes escénicos adquiridos en las aulas de FARES. Aunque los montajes vistos tuvieron pocas funciones a fines del año pasado, los estudiantes podrían tomar esta temporada veraniega como una verdadera prueba final.
Durante el festival se han visto propuestas personales, intimistas, oníricas, realistas y políticas. Algunos innovadores en forma y fondo, otros, no tanto, pero siempre con el ímpetu del riesgo, el nacido de la exploración y el cálculo previo de los ensayos, como las dos obras que cerraron este evento en el Centro Cultural PUCP. 

LA VOZ DE ARÍSTIDES
Una de ellas es “Soñando un jardín de pulpos”, libre adaptación de “Jardín de pulpos” (1992) del maestro Arístides Vargas (Córdoba, 1954), fundador y director del Grupo Malayerba de Ecuador. Esta pieza evoca, con nostalgia y crudeza, los lazos genealógicos que nos atan, de algún modo, al presente y la modernidad.
La propuesta de Karen Vivero toma ciertos elementos del universo de Vargas –los recuerdos domésticos, los vínculos familiares y la fantasía lúdica– para elaborar un discurso actual y activista. En algunos momentos, surgen frases sutiles cargadas de una denuncia cruel muy bien logradas y al fiel estilo del autor argentino.

Silvana Oblitas en "Soñando en un
jardín de pulpos"

El hilo narrativo se compone de tres monólogos interpretados, con eficiencia, por Silvana Oblitas. A través de ellos, aparecen su tía Judith, su madre Marlene y una versión más adulta de ella misma, roles en los que la actriz demuestra su versatilidad actoral, precisión performática, buen manejo corporal y técnica vocal. Destila locura e irreverencia como la tía, aún a sabiendas de que alguien parece observarla; logra irradiar ternura y empatía como la madre gestante que, en plena dulce espera, afronta un amargo evento. En el último segmento, no obstante, este cariz escénico se diluye a medida que el discurso feminista cobra fuerza.
Aunque políticamente válido, este evidente equilibrio escénico-discursivo quiebra la armonía ficcional de los monólogos anteriores. Ello no impide que los espectadores sigan de cerca cada breve historia por las atmósferas creadas con buenas luces y los objetos como una maraña de cuerdas o una cabeza de maniquí, por ejemplo. 

INCANATO CORAL
Concebida como un ‘concierto escénico’, “Manco”, proyecto de Gerson Borja, sorprendió por su innovadora y arriesgada propuesta. Esta pieza escenificada a través de cantos expone las traiciones, intrigas y abusos perpetrados por los invasores españoles ante un pusilánime Manco Inca (el propio Borja). Vista en escena por un público contemporáneo, la resistencia de los gobernantes de Vilcabamba es una lección más de deslealtad en nuestra historia. Tras una detallada recopilación histórica, el libreto crea un argumento sólido y atractivo en torno a esta gesta épica, la última del señorial imperio de los incas.

Elenco de "Manco: concierto escénico"

Las letras y la música recrearon gratamente la atmósfera andina, a pesar de que la ecualización de pistas opacaba reiteradamente las voces del elenco.
Y si bien hubo cuidado en el trabajo vocal, fue evidente que no todos los intérpretes mantenían el mismo nivel durante una exigente función de hora y veinte minutos. 
Además, la presencia de ocho micrófonos de pedestal creaba una barrera entre los personajes que “dialogaban” sin verse a los ojos y, más bien, se movían contagiados por la música de las escenas más emotivas. Al margen de ello, se destaca el trabajo de Luis Carlos Reátegui (Francisco Pizarro) y Diego Neira (Quiso Yupanqui).
Ambos se mostraron afianzados en papeles opuestos sin perder la entonación vocal ni la fuerza en escena. Quien brilla curiosamente no es el protagonista, sino su esposa Cura Ocllo, (Liz Navarro), quien se enfrenta a los “barbudos” con una voz potente y franca y una expresividad genuina como última esperanza.

FICHA DEL FESTIVAL
Soñando en un jardín de pulpos
Dirección y dramaturgia: Karen Vivero
Elenco: Silvana Oblitas
Producción: Vianca Campos
Asistente de producción: Camila Cartolin
Funciones: jueves 01 y viernes 02 de febrero a las 8pm

Manco” (concierto escénico)
Dirección y dramaturgia: Gerson Borja Huallpa
Asistente de dirección: Alicia Aguirre
Elenco: Gerson Borja Huallpa, Abigail Vizcardo García, Ximena Villacorta, Oswaldo Mariño, Avril Gil, Liz Navarro, Diego Neira y Luca Reategui
Producción: Maria Paula Diaz Catter y Camila Cartolin
Asistente técnico: Armando Pérez Piscoya
Funciones: sábado 03 de febrero a las 8pm
Domingo 04 de febrero a las 6pm

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Apasionamientos en escena

Dos nuevos proyectos de los alumnos de FARES subieron a escena en la segunda semana del 23° Festival Saliendo de la Caja. Esta vez, los montajes apostaron por formas escénicas y códigos dramatúrgicos más convencionales e identificables para su audiencia.
Al igual que los unipersonales de la semana anterior, los trabajos dieron cabida a la impronta original y apasionada –a veces, mucha– de sus jóvenes autores. Las evocaciones surrealistas y comprometidas vistas en el escenario del CCPUCP son una clara muestra.

UN TAROT ESCÉNICO
Empezamos con “Ahora vivimos al mismo tiempo”, una onírica exploración de Kelly Esquerre. Y es curiosamente una de las pocas piezas en que la directora de proyecto se asume como tal y aparece únicamente al inicio con una destacada intervención vocal desde una de las escaleras del auditorio y acompañada de una luz.
Esta pieza –que coquetea con la fantasía épica y la intriga psicológica– se somete al juego de la apariencia y al desconcierto desde su título, un tanto vago. Con delirante riesgo, la autora intenta abordar los devaneos de una mente (o dos) en búsqueda de alguna certeza, quizá, un amor, una reconciliación o una tregua.

Leonardo Sifuentes y Mario La Riva

Aunque su historia no es clara desde el principio, deja entenderse más a medida interactúan sus tres personajes. A la fugaz aparición de Ella (Esquerre) prosigue Él, desdoblado como Loco (Mario La Riva) y Emperador (Leonardo Sifuentes), en roles marcadamente opuestos, misteriosos y con cierta dosis de locura. Estas alusiones místicas (con elementos de tarot, fases de la luna y otras más) y la caracterización de la escenografía coadyuvan a crear una atmósfera psicológica con una estela medieval, en especial, por su magnífico duelo de espadas.
La producción se luce por el cuidado de su utilería, maquillaje y vestuario. 
El resultado, quizá, sea una propuesta barroca en códigos sensoriales, sentimentales y semánticos cobijados al amparo de una estética original y misteriosa. Quizá, solo sea un intento de conectar con el universo o con los arcanos que juegan sobre la mesa aquello que uno disfruta, con desconcierto, desde la butaca. 

JOVENES VALIENTES
Frente a él, “Y si mejor me dedico a otra cosa” aparece como el montaje más logrado del festival. El proyecto de Eduardo Ríos Cañamero defiende con brutal honestidad las convicciones que afloran en la juventud. La más importante de ellas: elegir la carrera, oficio o actividad similar a la que dedicarse en la vida.
Este llamado cómplice –que fusiona el teatro testimonial, la política nacional y el lenguaje audiovisual– resuena con fuerza en las voces y corazones de un elenco joven y socialmente comprometido. Sin máscaras ni maquillajes, las cuatro actrices y dos actores empeñan más verdades que ficciones sobre el escenario.

Eduardo Ríos Cañamero y su elenco

Aunque cada historia es distinta, todas confluyen en las negativas familiares para estudiar artes escénicas, aunque no este no sea es un fenómeno exclusivo del arte.
Los clichés, estereotipos, temores y estigmas sociales encuentran contrapeso cuando comparten las circunstancias –emotivas o complicadas– en que conocieron el teatro. 
A través de recuerdos escenificados, fotografías y demás archivos personales, cada uno va armando su propia línea de tiempo que se engrana a la historia de nuestro país. Los episodios de discriminación, falta de acceso o imposición solo revelan el infructuoso camino del aspirante a artista y que el público no ve tras el telón.
Este repaso de imágenes y acciones imprime dinamismo y vitalidad a sus testimonios, que, siendo milenial o centenial, protestan y desmitifican aspectos del arte de los que casi nadie habla. Es notable observar cómo mientras el temor y desaliento avanzan, la firmeza del elenco no se quiebra y eso merece un aplauso sincero.

FICHA DEL FESTIVAL
“Ahora vivimos al mismo tiempo”
Dirección: Kelly Esquerre
Asistencia de dirección: Monik Grados
Elenco: Mario La Riva, Leonardo Sifuentes y Kelly Esquerre
Dirección de Esgrima: David Urquieta
Producción: Estefano Portillo
Funciones: jueves 25 y 26 de enero a las 8pm

¿Y si mejor me dedico a otra cosa?
Dirección y dramaturgia: Eduardo Ríos Cañamero
Asistente de dirección: Jiro de la Vega
Elenco: Víctor Lucana, Ana Lucía Neyra, Alondra Ticse, Ethel Abanto Cabrera, Nataly Reátegui Rodríguez y Eduardo Ríos Cañamero
Producción: Eduardo Ríos Cañamero
Asistente de producción, marketing y audiencias: Alexandra Valdivieso
Técnica visual y registro: Cristina Lara Sarapura
Asistente Luminotécnico: Armando Pérez Piscoya
Composición y ejecución musical: Eduardo Arana Floiras
Funciones: sábado 27 de enero a las 8pm y domingo 28 de enero a las 7pm 

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