La Guerra del Pacífico (1879–1883) –o
Guerra del Guano y el Salitre, según otros expertos– ha inspirado sesudas
reflexiones y ficciones históricas. Tras casi siglo y medio de magros recuerdos,
las secuelas de este infausto episodio republicano han perdurado hasta el imaginario
presente.
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Doña Clara (Lilian Nieto) |
Entre versiones oficiales y leyendas
popularizadas, Paola Vicente Chocano ha rescatado la heroica resistencia de
Lima en “Bajo la batalla de Miraflores”. A diferencia de dramas bélicos más
fidedignos, la autora dibuja una ucronía lógica e intensa libre de chauvinismos
fatuos. Tales méritos valieron el segundo lugar en el
IV Concurso de Dramaturgia Peruana 2012 “Ponemos tu obra en escena” de la Asociación
Cultural Peruano Británica. Los infortunios y traiciones que sortean sus héroes
–una familia limeña– son el pálido reflejo de un país sin liderazgos ni
estrategas.
ENEMIGO OCULTO
Escrita y dirigida con solvencia, la puesta
revive –en continuo suspense– el 15 de enero de 1881. Refugiadas en el sótano
de un solar de Miraflores, Doña Clara de Garay (un destacado papel de Lilian Nieto)
y su hija Julia (una aguerrida Angie Ruiz) aguardan buenas noticias, mientras el
reducto construido en Miraflores resiste el avance de los chilenos.
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"Bajo la batalla de Miraflores" |
Poco después llegará Esperanza (gratísimo
trabajo de Valquiria Huerta), la chica doméstica, sin alentadoras nuevas. Con verosimilitud,
la autora ha reservado valores cívicos y familiares (el honor y la valentía) a
sus roles femeninos. Suyas son la determinación entre luchar o escapar, pero no
rendirse. En cambio, disipa dudas sobre los papeles masculinos. Como las traiciones de Miguel Iglesias o
Nicolás de Piérola, “Bajo la batalla de Miraflores” desnuda la felonía
camuflada. Esto se aprecia cuando un hombre desconocido (Dante del Águila, de buen
trabajo) llega al refugio y se confronta con Marianito (esquivo Sergio Cano de la Torre), el
menor de los Garay, desatando la incertidumbre que, quizá, invadía también las
filas peruanas.
DESOLACIÓN BÉLICA
Esta distinción de valores –sin connotación
sexista– funciona como metáfora en época de crisis. Si la esperanza y la lealtad no relucía
en los cuarteles, quedaba en manos de las milicias urbanas y, en especial, de las mujeres. El desenlace es
emocionante e impredecible: una mixtura del código de honor de guerra y un sutil
toque a reivindicación.
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Julia (Angie Ruiz), Marianito (Sergio Cano) y Doña Clara (Lilian Nieto) |
El montaje se pule con los detalles. El sonido
de bombas y balas incrementa la atmósfera de peligro inminente, el vestuario
bastante pertinente, mientras que los diálogos seducen por la intriga de sus
claves. El programa de mano merece una mención especial por su ingenioso
diseño. Lejos de las coincidencias bibliográficas, “Bajo la batalla de Miraflores” es un llamado a las nuevas generaciones aprisionadas en
las trincheras del olvido. La lealtad, coraje y rescate de la memoria tan
necesarias para las batallas pendientes que pueden librarse también desde
escena.
FICHA
ESCÉNICA
Dirección: Paola Vicente
Elenco: Lilian Nieto, Angie Ruiz, Dante del
Águila, Sergio Cano y Valquiria Huerta
Lugar: Centro Cultural Ricardo Palma (Av. José
Larco 770, Miraflores)
Temporada: del 8 de octubre al 3 de
diciembre
Mayor información en la página de la obra
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