La presencia de un paciente ha despertado
la intriga en un centro psiquiátrico. Sus desconcertantes respuestas no encajan en
diagnósticos clínicos comunes sino que, por el contrario, causan asombro por su
aparente normalidad. Ni la ciencia más rigurosa de la Tierra podría con este
caso. O quizá sí.
Rantés (Santiago Magill) |
La directora juega y potencia una puesta entre
la lógica establecida y una más exógena: de mundos posibles. El Museo de Arte de Lima (MALI) trastoca en un refugio de emisarios siderales cuyos mensajes
describen órbitas acompañadas de enigmas profundos. La razón entra en
conflicto.
VIAJAEROS ESPACIALES
El extraño interno afirma haber venido de
un planeta lejano y llamarse Rantés (Santiago Magill disciplinado y deslumbrante).
Verlo desafiante e imponente –a pesar de su delgadez– inquieta con su enigmático discurso mesiánico. A su lado, Ricky Tosso logra construir un
solvente contrapunto.
Rantés (Magill) y un interno (Casella) |
A pesar de las licencias cómicas que destila,
logra un personaje equilibrado como Julio Denis, el siquiatra y único amigo de
Rantés.
La dupla Magill y Tosso contribuye a tejer una trama inexplicable con posturas lógicas para cada uno, silencios precisos, miradas elocuentes y una tensión continua.
La dupla Magill y Tosso contribuye a tejer una trama inexplicable con posturas lógicas para cada uno, silencios precisos, miradas elocuentes y una tensión continua.
Ambos dibujarán trincheras de verdades
relativas entre la habitual cordura y la aparente locura. ¿Y si lo aceptado
socialmente como real por la costumbre de los siglos es una arcaica mentira? En
“Hombre mirando al sudeste” encontrar una postura cómoda pondrá a prueba al
espectador.
MUNDOS CONFUSOS
De otro lado, la acertada aparición de una compañera
de Rantés (una aceptable Anneliese Fiedler) y uno de los pacientes del
manicomio (un correcto Carlos Casella) aportan verosimilitud y dinamismo. La puesta
en escena capta suficiente interés aunque solo el deleite dure una hora y
media.
Escena de "Hombre mirando al sudeste" |
Con buen diseño de iluminación y una escenografía de estética fría, Vallejo delinea escenarios para cazar certezas en un consultorio, una sala de conciertos o un patio solitario.
Pero hay un gran obstáculo: las interrogantes
que flotan en “Hombre mirando al sudeste” parecen señales del infinito. Allá donde
Rantés perdía su mirada en un éxtasis sideral, una desorientada Humanidad contempla la bóveda celeste como si residiera ahí las verdades que expliquen los destinos más terrenos.
Crédito
de fotos: Hombre mirando al sudeste
Ficha escénica
Dirección: Nadine Vallejo / Asistencia: Juan José Espinoza
Elenco: Ricky Tosso, Santiago Magill, Anneliese Fiedler y Carlos Casella
Diseño de escenografía, vestuario y luces: Juan Sebastián Domínguez
Composición musical: Iván Lorenzana
Temporada:
Del 4 de setiembre al 26 de octubre de 2015
Funciones:
Viernes, sábados y lunes a las 8pm / Domingos a las 7pm
Producción:
Ana Celia Salazar y Silvia La Torre
Información
adicional en la página de la obra
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