Nada es gratuito
en política. Ni sus intrigas, venganzas o aparentes méritos. Ya sea desde la carrera
más intachable hasta las más mediocres y oportunistas candidaturas, todas conviven
bajo el manto de la sospecha. Como lo apreciado en “Anomia”, un logrado texto del
español Eugenio Amaya.
Encuentro de Carmen (Claudia Bérninzon) y Matías (Juanjo Espinoza) |
REPARTIJA ESCÉNICA
El detonante es Puerta Dorada,
un inminente escándalo que compromete a esta cúpula partidaria. Evitarlo
implicará convencer a que Carmen (una comprometida y calculadora Claudia
Bérninzon) una de sus militantes estrellas, renuncie. La situación revelará negociaciones
tan viles como sus personajes.
El alcalde Nicolás (Sandro Latorre) |
Por si fuera
poco, el destino de la implicada se decide en el desván de una decadente casona.
Por ahí desfila el joven Matías (logrado trabajo de Juanjo Espinoza), secretario de organización, con una personalidad bienintencionada y arribista. O el alcalde Nicolás Gutiérrez (excéntrico y perfecto Sandro Latorre), cuya lucidez despega con cada copa que “bebe” en escena. Entre estos antihéroes, destaca Ignacio (Carlos Victoria, en una faceta elegante y desafiante), como hombre fuerte del partido, quien reluce por su frialdad casi gansteril.
Por ahí desfila el joven Matías (logrado trabajo de Juanjo Espinoza), secretario de organización, con una personalidad bienintencionada y arribista. O el alcalde Nicolás Gutiérrez (excéntrico y perfecto Sandro Latorre), cuya lucidez despega con cada copa que “bebe” en escena. Entre estos antihéroes, destaca Ignacio (Carlos Victoria, en una faceta elegante y desafiante), como hombre fuerte del partido, quien reluce por su frialdad casi gansteril.
Ante ellos,
Bérninzon no se amilana, sino que transita entre la sutileza y la ferocidad
para sobrevivir en esa jungla. Incluso, cuando su esposo Arturo (un solvente Paco Solís
Fúster, a pesar de su breve aparición) es utilizado como un recurso para lograr
su declinación. El final es completo.
CIENCIA INEXACTA
En “Anomia” las
casualidades no existen. Con tales antihéroes –identificados rápidamente por el
imaginario popular–, la puesta sacude el criterio común. Las referencias
partidistas y la coyuntura electoral orquestan una sinfonía capaz de inquietar
a su selecto público (15 personas por función).
Ignacio (Carlos Victoria) y Arturo (Paco Solís Fúster) |
“La codicia, la falta de escrúpulos, los mecanismos que convierten a nuestros representantes en carne de soborno son el pan de cada día”, como describe ciertamente Amaya en el programa de mano. En manos de un agudo observador como Neuman y el vigente texto del autor español, “Anomia” alcanza algo más que una fugaz desilusión. Circunscribe al teatro como un deber cívico –tan poderoso como el sufragio– al consolidar un comprometido montaje que podría dar alguna luz en las próximas tinieblas electorales.
Crédito de fotos: Eric Balon / Lima Vaga
FICHA ESCÉNICA
“Anomia”, de
Eugenio Amaya
Dirección:
Daniel Neuman
Elenco: Carlos Victoria, Claudia Bérninzon, Sandro La Torre, Juanjo Espinoza y Paco Solís Fúster
Las funciones son los martes y miércoles a las 8pm
Las funciones son los martes y miércoles a las 8pm
La temporada va del
10 de noviembre al 16 de diciembre
Reservas e informes: mimascara@gmail.com
Entrada General
(S/. 40) y estudiantes y jubilados (S/. 30)
Una producción de
Panparamayo
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