Las premoniciones y la angustia de un viaje
sin retorno configuran el reciente proceso creativo de Mariana de Althaus. Luego
de sus primeros montajes testimoniales: “Criadero” (2011) y “Padre Nuestro”
(2013), la dramaturga y directora explora linderos y fibras más sensibles bajo
un ejercicio honesto.
Marisol Palacios y Lizet Chávez |
El magistral manejo visto en “Pájaros en
llamas” (2017) lo demuestra. De Althaus apuesta aquí por una mayor naturalidad
al seguir una pauta de acotaciones y diálogos, añade más voces (tres actores) a
los dos confesantes y utiliza las proyecciones audiovisuales de un modo más
cinematográfico. En escena Fernando Verano y Marisol
Palacios aceptan curar sus heridas aún palpitantes con una catarsis colectiva y
reconciliadora. A primera vista el escenario reproduce un caos de equipajes que
guardan algo más que elementos claves en las historias. El resultado es
sublime.
VIAJEROS SIN DESTINO
A través de ellos fluyen retazos de vidas
siniestradas: una pesada continuidad marcada por usar el mismo nombre o un amor
atrapado en una jaula del tiempo. Sus historias tejen un drama fidedigno de recuerdos
palpitantes contados por voces y texturas mixtas (escénicas y audiovisuales) con
sobria intimidad.
Fernando Verano |
Por ejemplo, las proyecciones audiovisuales “visten” a Alberick García, Nicolás Galindo y Lizet Chávez con un realismo
preciso. Los tres actores –de buen trabajo– aportan la ausencia de los seres
perdidos en la tragedia. Son dignos “médiums” entre la realidad de la vida y la
ficción del más allá. Sentir el vacío es crucial en la propuesta y
se traduce en versos solitarios. “La vida es más fuerte que todo dolor” de la
poeta Anne Sextton reverbera como un eco distante. O en escenas cotidianas y canciones
populares que alcanzan una nueva significación ante quienes no están en el
mundo físico.
ECOS AUDIOVISUALES
En “Pájaros en llamas” las emociones fluyen
desde el corazón por el ejercicio espontáneo de los testimonios. La concurrencia
de canciones de Facundo Cabral y poemas de Blanca Varela juegan a favor del estilo
confesional del montaje aun cuando pudiera repensarse la pertinencia de ciertos
momentos.
Elenco de "Pájaros en llamas" |
Por ejemplo, la llamada “aeroportuaria” en
ruso podría presentar su traducción proyectada –como en otros pasajes– para
descubrir su belleza poética. Y podría desplegarse una mirada más genérica –quizá,
ritual– sobre la muerte de modo que involucre al público en esta interesante experiencia.
Poco a poco el desorden devendrá en un “vacío”
final que marca una purificación metafórica ante las tragedias de Lansa (1971) y
Faucett (1996). Lorenzo, entonces novio de Marisol Palacios, y la primera
familia del padre de Fernando Verano brillan en escena. Sus almas traen paz al mundo
complicado y doloroso de los sobrevivientes.
FICHA
ESCÉNICA
“Pájaros en llamas” de Mariana de Althaus
Dirección: Mariana de Althaus
Elenco: Marisol Palacios, Fernando Verano, Lizet
Chávez, Alberick García y Gabriel Iglesias
Funciones: De jueves a lunes a las 8pm
La temporada acaba el 10 de julio de 2017
Lugar: Centro Cultural PUCP (Av. Camino
Real 1075. San Isidro)
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