Un depósito perdido en el tiempo abre la
historia de “Almacenados” (2002). Ahí sus solitarios personajes (un antiguo operario
y su joven reemplazo) han aprendido a amar su trabajo aunque no sepan muy bien de
qué se trate mientras se cobre puntualmente. Conviven en el agradable confort
de las mentiras.
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El Señor Lino (Ísola) y Nin (Meza) |
El dramaturgo y guinoista español David Desola (Barcelona,
1971) capturó esta fatigosa y rutinaria sensación en una pieza de crítica vigente.
Una comedia ácida sobre el trabajo como una necesidad que lejos de dignificar, deshumaniza,
esclaviza y reduce a las personas en productores de una riqueza invisible. Bajo la brillante dirección de Marco
Mühletaler, los trabajadores de “Salvaleón S.A.”, fabricante de astas y mástiles, ahogan
sus sueños de superación en mares de soledad o incomprensión. Quizá, solo
desean saberse útiles aunque eso implique que llenen sus vidas de horarios
y responsabilidades.
DOS GENERACIONES
Una inexplicable expectativa sostiene la
trama. Como en “Esperando a Godot” de Samuel Beckett, la faena de estos empleados
oscila entre la intriga y la angustia. En la espera de productos, el joven Nin
(un irreverente Óscar Meza) explora e “invade” con sigilo los dominios del
señor Lino (un notable Alberto Ísola).
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"Almacenados" de David Desola |
Se irá tejiendo una relación de
descubrimiento entre ellos con suaves matices y graves confidencias. Ísola
rescata, en la simpleza de su personaje avejentado, la humanidad e
incertidumbre ante el inminente retiro. Su presencia protocolar y metódica es
el resultado de la deformación impuesta por el sistema. Meza, por su parte, aporta frescura, gracia
y humor (un grato ejemplo: la escena de la silla de playa) para lograr una
interpretación genuina y divertida. Con estas cualidades intentará quebrar la arbitrariedad
del sistema hasta que desiste en su lucha o logre mimetizarse o aprovecharse de
él.
DINÁMICA LABORAL
La relación vertical del principio se irá
diluyendo hasta equilibrarse y reflejarse uno en el otro. Esta evolución salpicada
de choques generacionales e indicios absurdos los tornará en cómplices más que
rivales. La dramaturgia de Desola confabula perfectamente a este objetivo.
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Un día en el almacén |
Los gráciles enredos, sesudas reflexiones (la
metáfora de la hormiga) y gags sobre la mecanización son aportes notables. Con estos
recursos textuales, Mühletaler imprime escenas de gran fluidez y marcado desencanto.
Utiliza proyecciones de tiempo que aletargan el ritmo cuando es requerido. La escenografía realista no deshace las fantasías
de sus personajes y permite a la audiencia insertarse en esta cansina faena. “Almacenados”,
una de las mejores comedias del 2016, revela el rostro más arbitrario de un sistema
laboral que buscará siempre los mayores réditos a costa de la libertad o los anhelos de quienes entregan la vida en jornadas de ocho horas.
FICHA
ESCÉNICA
Dirección:
Marco Mühletaler
Elenco:
Alberto Ísola y Óscar Meza
Las
funciones van de jueves a lunes a las 8pm
La
temporada culmina el lunes 12 de diciembre
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