martes, 20 de mayo de 2025

El disparo intruso

El cinismo y la falta de sentido común parecen haberse apoderado de las familias posmodernas. “La escopeta” (2019), irreverente libreto de Henry Sotomayor explora este fenómeno con la crudeza y el desenfado propios de una pieza al estilo del teatro del absurdo.

Elenco de "La estúpida escopeta"
Estrenado con sonado éxito en Colombia, México, Rusia y, hace poco, en Argentina, esta obra cosechó una mención especial, en 2020, en el 14° Festival Internacional de Teatro “Escenarios del mundo” de Cuenca (Ecuador). Luego de una reescritura necesaria, y rebautizada, esta vez, “La estúpida escopeta” llega finalmente a nuestras tablas. Desde el Nuevo Teatro Julieta, el montaje de la Compañía Proyecto 88 y La Eme Colectivo Teatral lanza una ráfaga de versiones coherentes e incómodas sobre un extraño suceso. Un acucioso Sotomayor dirige esta propuesta lúdica con una paleta tecnicolor que seduce e intimida. 
La trama parte de una situación confusa. El inoportuno disparo de una escopeta “frustra” el suicidio de un joven que, inconforme por esta forma de morir, lleva este caso a un tribunal donde sus padres tienen mucho por aclarar ante un fantasmagórico juez.
La esposa (Requejo), el marido (Loli),
el hijo muerto (Yovera) y el fiscal (Soriano).

Esta antojadiza premisa da pie a parlamentos ácidos y cómicos, en escenas que bordean fácilmente el humor negro, la sátira social y lo políticamente incorrecto, aunque con ciertas reservas.
Las instrucciones dictadas al principio de la obra apenas sirven de presagio sobre lo que está por venir. 
En especial, cuando aparecen sus personajes –sin nombre específico– marcados por un esquivo carisma y mucho cinismo. El marido (gran trabajo de Gian Loli, de) y la esposa (una precisa Ethel Requejo, bien conducida entre lo coqueto y lo sensual) son un espejo de una sociedad frívola, hedonista e inconsciente. 

Henry Sotomayor, autor de la obra,
acompañado de su equipo creativo
Frente a ellos, se sitúa el hijo muerto (Luis Miguel Yovera, en un notable papel) dispuesto a encontrar a los responsables de su “fallida” muerte. La misión se complica cuando el fiscal (un lúdico y camaleónico Miguel Soriano), intenta poner algo de orden en su brumosa corte.
En esta inusual audiencia donde las jerarquías y los alegatos son objetos de fácil cuestionamiento, asoma una verdad dolorosa. Quizá, más. Y, aunque existen escenas aptas para el lucimiento personal, el montaje alcanza sus mejores momentos cuando el elenco orquesta sus enredos y persecuciones entre los edificios grises de la escenografía.
Aquí resulta clave la música del talentoso Ger Vergara que acompasa los tropiezos y coreografías de esta troupe desbocada. Tan fugaz como un disparo, “La estúpida escopeta” descarga todo su arsenal de reflexiones, verdades y tabúes sin la mayor compasión.

FICHA ESCÉNICA
La estúpida escopeta” de Henry Sotomayor García
Dirección: Henry Sotomayor García
Elenco: Ethel Requejo, Gian Loli, Miguel Soriano y Luis Miguel Yovera
Música en vivo: Ger Vergara
Lugar: Nuevo Teatro Julieta (Pje. Porta 132, Miraflores)
Temporada: 13, 14, 20 y 21 de mayo
Funciones: martes y miércoles a las 8pm
Entradas: S/ 45 (Zona Jurado), S/ 35 (Zona Vecinos), S/ 25 (Estudiantes, jubilados y CONADIS), S/ 25 (Zona Chismosos) y S/ 22.50 (Zona Jurado - FESTIVAL DE TEATRO) en Joinnus
Un montaje de Compañía Proyecto 88 y La Eme Colectivo Teatral
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sábado, 17 de mayo de 2025

Legado de intrigas familiares

Nadie sabe para quién trabaja en el amor, los negocios y, sobre todo, en la ficción. “Herederos” (2025), pieza escrita y dirigida por un versátil y, cada vez, más exigente guionista Paco Varela, desarrolla esta premisa, entre el azar y el acierto, hasta llevarla a límites delirantes.

Alonso (Kid), Carla (Chiara), Samuel (Thorton) y
Carolina (Simmons) en "Herederos"

Esta ágil comedia negra sobre fortunas en disputa no sólo apunta a provocar carcajadas, sino que entretiene a su público por cerca de una hora y 40 minutos, sin intermedios. Su inusual libreto plagado de excesos conscientes e influencias voluntarias transita entre la novela rosa y la sátira socio-moral con un resultado equilibrado y agradable.
En su tejido de trampas, intrigas y otros recursos de melodrama televisivo, el autor encontró la forma adecuada de insertar –sin demasiado esfuerzo– referencias al “Hamlet” de William Shakespeare como giros inesperados, juego de apariencias y esbozos de demencia.
Y lo logra con personajes arquetípicos que sabe explotar desde la dirección. Aunque algunos de estos roles bordean el cliché por propio esmero, no dejan de estar movidos por pasiones irrefrenables y cotidianas que se ajustan al formato de una comedia moral.

Leslie Stweart y Paco Varela
completan el equipo de la obra

En “Herederos”, Samuel (un aceptable Carlos Thorton) es un próspero hombre negocios y patriarca de una familia casi perfecta. Tras sufrir un infarto y con un poco de ayuda sobrenatural o divina –un detalle habitual en las comedias de Varela– se desencadena un cambio de perspectiva que pondrá las cosas de cabeza en su vida familiar.
En especial, con su maquiavélica esposa Carla (Caroll Chiara, con matices que van de lo histriónico a lo cómico). Esta perfecta aspirante a viuda rica, extraída de novela policial, tiene como secuaces al abogado Sergio y el médico Octavio (Tame Dávila y Pedro Olórtegui, ambos correctos).
El mayordomo Adolfo (un carismático y algo disforzado Betto Gómez), despierta simpatías por una lealtad a prueba de todo y su escasa sutileza para el espionaje doméstico. En esta galería, otros personajes aportan mayor profundidad a esta comedia funcional.

Samuel (Thorton) y su fiel
amigo Adolfo (Gómez)

Por ejemplo, Sor Blanca (gratísima aparición de Leslie Stewart), monja que representa la fe con una redención positiva; o Carolina (una correcta Pau Simons), hija del magnate y futura mujer de ciencias con los valores bien puestos. Finalmente, está su hermano, Alonso (Oscar Kid, en un rol antipático, pero necesario), quien vive rodeado de frivolidad como símil de la desconexión familiar de estos tiempos. Para mejorar esta experiencia hace falta cuidar que las transiciones de iluminación no sean bruscas, así como modular el volumen y la sincronía de los efectos sonoros. Estos detalles no impiden disfrutar de “Herederos”, reciente trabajo de La X Productora que reflexiona, divierte y, a lo mejor, conmueve desde la humorada de un caso familiar controvertido y desgraciadamente real.

FICHA ESCÉNICA
Herederos” de Paco Varela
Dirección: Paco Varela
Elenco: Carlos Thorton, Leslie Stewart, Caroll Chiara, Pedro Olortegui, Betto Gómez, Tame Dávila, Pau Simons y Oscar Kid
Funciones: sábados y domingos a las 8pm
Temporada: Del 03 de mayo al 01 de junio
Lugar: Centro Cultural CAFAE-SE (Av. Arequipa 2985, San Isidro)
Entradas: S/ 59 (Los que heredan), S/ 45 (Los que no heredan) y S/ 35 (Los fuera del testamento) en Joinnus. Revisa las promociones grupales.
Una producción de La X Productora
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viernes, 9 de mayo de 2025

Vorágine de talento

El arte vive en peligro constante. Aunque esto ha marcado su naturaleza irreverente y contestataria, no la ha librado de censuras, escasez o prejuicios. Desde el ocaso del “Rocola Huracán”, un mítico bar, sus integrantes buscarán una y mil formas de sortear estos azares con su talento, en sus diversas y exquisitas formas.

Gastón (Pérez) y Katrina (Baquerizo)

Esta pieza interdisciplinaria escrita con delirio y rebeldía por Loko Pérez retorna a escena tras una primera y fugaz temporada en Selina de Miraflores en 2024. Desde entonces, su servicio a la carta con el arte como su plato estrella le hace frente a una severa distopía que se cierne sobre una sociedad de éxitos y resultados.
En esta versión, los sombríos personajes del alicaído negocio vuelven para rescatar sus modestos empleos –y la dignidad del artista– desde la Sala Quilla, el escenario ideal para soñar alguna quimera musical. El director y creador Mario Gaviria asume el desafío de organizar –y, sobre todo, orquestar– esta propuesta ecléctica. Y es que el montaje transita entre el teatro, la poesía, el canto, la coreografía, los ritmos urbanos y el soundpainting, lenguaje universal de señas para la composición en vivo. Gaviria es uno de los pocos certificados en el uso de esta técnica creada por el neoyorquino Walter Thompson en 1972.

Alex (Urro), Max (García), Rebekah (De la Torre)
y Dolores (Mondoñedo)

Ya a nivel de historia, “Rocola Huracán” plantea una realidad distópica y pesimista que podría haberse desarrollado más que un simple contexto. Sin embargo, su estética aparece a través de escenas brumosas, un vestuario y accesorios grises y raramente coloridos, así como una caracterización gótica y la presencia de tatuajes. Sobre esta paleta futurista, se propone una caprichosa disputa de dos hermanos por administrar el bar. Iván (un correcto Álvaro Pajares), joven soñador y adicto al trabajo, ve al recinto como un refugio de lo underground, mientras que Camille (Joaquina Maldonado, una inusual villana de violín y arco) pretende convertirlo en un centro cultural para darle realce que se merece. Esta confrontación entre fondo y forma resulta más anecdótica que conflictiva, dejando el peso de la trama a la relación entre la gerenta Katrina (la impetuosa Deborah Baquerizo) y el guitarrista Gastón (un histriónico Pérez). Quizá, por eso, el varieté para salvar al bar parece más una exhibición de talentos (meritoria y agradable) que solo extiende la duración de la obra.

Elenco de "Rocola Huracán" con la
dirección de Mario Gaviria.

Es justo destacar el esfuerzo de la jefa de cocina Dolores (Valeria Mondoñedo) por su afinada osadía en sus letras urbanas; la sublime voz de la nueva camarera Alex (Francesca Urro); la frescura de Max (Gonzalo García), el atrevido bartender y decimista irreverente, y Rebekah (Clau de la Torre), la camarera y honesta payasa.
Una breve escena de soundpainting –llamativa y fugaz– se cuela en la muestra artística como un guiño de dirección. Sin embargo, todos estos discursos bienintencionados y necesarios tocados en simultáneo solo enrarecen la poética misión de “Rocola Huracán”: exhibir la vulnerabilidad del artista y su difícil aceptación en la sociedad.

 FICHA ESCÉNICA
Rocola Huracán”, idea original de Mario Gaviria
Dirección: Mario Gaviria
Dramaturgia / Libreto: Loko Pérez
Elenco: Álvaro Pajares, Loko Pérez, Deborah Baquerizo, Joaquina Maldonado, Valeria Mondoñedo, Francesca Urro, Gonzalo García, Claudia de la Torre y César Gabriel
Temporada: Del 25 de abril hasta el 11 de mayo
Funciones: viernes y sábado a las 8pm / Domingo a las 7pm
Lugar: Sala Quilla (Av. Bolognesi 397, Barranco)
Entradas: S/ 60 (Zona Corazón), S/ 50 (Zona Reinitas), S/ 40 (Zona Este es mi lugar) y S/ 25 (Estudiantes) en Joinnus y vía WhatsApp al 946887546
Un montaje de Soundpainting Perú
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jueves, 12 de diciembre de 2024

Dictadura maternal

Someterse al poder y las “buenas” costumbres puede ser una decisión fatídica. Un ejemplo bien retratado en “La casa de Bernarda Alba”, emblemática obra teatral del autor español Federico García Lorca (1898-1936), en la que un grupo de mujeres es víctima de una férrea represión aplicada, irónicamente, por quien debería protegerlas.

Elenco de "La casa de Bernarda Alba"
Cada puesta en escena de este clásico desnuda las falencias de una sociedad sumida en las apariencias y tradiciones impuestas sin el mayor reparo, aunque se precie de ser moderna.
El montaje que dirige Omar del Águila con sus telares colgantes, magníficos contrapuntos y tensiones escénicas, y una musicalización lóbrega y cinematográfica así lo demuestra. 
Bernarda Alba (Virginia Mayo, de buen desempeño) es la matriarca de un clan familiar enteramente femenino que ha enviudado por segunda vez, a sus 60 años. Mujer de convicciones tan firmes como el bastón que la sostiene, Alba impone la moderación y el luto irrestricto en casa por los siguientes ocho años. Su poder, incluso, la faculta para mantener encerrada a María Josefa (Claudia Iglesias, en espectrales escenas), su propia madre. Las demás mujeres (sus cinco hijas y las dos criadas) merodean por resquicios de breve libertad, entre patios y zaguanes, llevando a rastras sus silencios, miedos y tristezas en medio de una rutina doméstica y espiritual que las asfixia y marchita.

La aparición de María Josefa (Iglesias)

Es interesante ver cómo las jerarquías establecidas por vínculos de sangre, poder económico o experiencia funcionan de una forma cuando Alba está presente. Ya en su ausencia, las hijas intercambian consejos, inquietudes, temores y esperanzas con las criadas, aunque las primeras siempre velen por sus propios intereses. Por ejemplo, Angustias (Grecia Rojas), la hermana mayor, que avizora en su matrimonio con Pepe “El Romano” la oportunidad de escapar de ese “infierno”. Esta situación despierta el recelo de sus otras hermanas, entre ellas, la instigadora Martirio (Beleny Gomez) y, en especial, la más joven de todas, Adela (precisa Sofía Rojas), cuya impetuosa personalidad hará frente a la represión matriarcal. En cambio, con palabras y actitudes más sutiles, la desencantada Magdalena (Peggi Carhuallanqui) aterriza la condición de la mujer en un mundo que no ha cambiado lo suficiente; mientras que la amable y recatada Amelia (Alondra Contreras) la secunda con suspicacias, dudas y prejuicios nacidos de la soledad y la frustración.

Omar del Águila dirige a su elenco femenino
en una propuesta con aciertos escénicos y estéticos. 
La criada (Noraya Ccoyure) y, sobre todo, la Poncia (notable trabajo de Angelica Torres) intermedian perfectamente entre la madre déspota y sus sumisas hijas.
Sus apariciones traen reflexiones útiles, dolorosos presagios y dosis de humor que acompañan a las sombras que se evaporan por una interminable noche de revelaciones. 
La dirección aprovecha su buen ojo estético en una escenografía funcionalmente modesta. Los telares tendidos y una iluminación acertada bastan para delimitar espacios en que los personajes se revelan y rebelan.
En esa pauta estética destaca los vestuarios de época (negros y blancos) que aportan un aire conservador, elegante y rural. 
En un país con más presencia femenina en las esferas de decisión pública que antes, “La casa de Bernarda Alba” aún tiene mucho por decir. Y, aunque los riesgos en el ejercicio del poder no dependen necesariamente del género, sus excesos solo pueden traer desoladoras escenas de represión e incertidumbre en una familia y, por qué no, a una nación.

FICHA ESCÉNICA
La casa de Bernarda Alba” de Federico García Lorca
Dirección: Omar del Águila
Elenco: Virginia Mayo, Angelica Torres García, Noraya Ccoyure, Claudia Iglesias, Sofía Rojas, Grecia Rojas, Alondra Contreras, Beleny Gomez y Peggi Carhuallanqui
Diseño escenográfico: Paulo Yataco
Temporada: Del 08 de noviembre al 01 de diciembre
Funciones: viernes y sábado a las 8pm / Domingo a las 7pm
Lugar: Asociación de Artistas Aficionados (Jr. Ica 323, Lima)
Un montaje de la Asociación de Artistas Aficionados
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miércoles, 28 de agosto de 2024

El disfraz perfecto

 La vida es un gran escenario, pero ¿cómo afrontarla si muchas veces ésta no da segundas chances? Esta pregunta resuena en “Peluches”, una micro obra de Gimena Vartu, al punto de reflexionar sobre los dilemas existenciales que yacen debajo de sus coloridos trajes afelpados.

Quini Gómez y Gerardo Fernández
en "Peluches"

Este divertido montaje explora las aspiraciones y temores que las personas ocultan antes de salir a escena (y a la vida) para no “aguarle” la fiesta a los demás. Los protagonistas de esta historia, irónicamente, son dos animadores de fiesta que vienen atravesando suertes y momentos tan dispares, pero en el fondo, similares. La extrovertida Karla (Quini Gómez, de contagiosa alegría y energía) y Renzo (un solvente y divertido Gerardo Fernández), su reservado compañero de botarga. Ambos coinciden en una fiesta y traban amistad a insistencia de la joven poco antes de comenzar la ‘hora loca’. Esta situación inicialmente forzosa resultó lúdica y marcará la conversación de giros inesperados. Karla, por ejemplo, desea construir una carrera artística, mientras que Renzo, un actor de cine venido a menos, desea pasar desapercibido.

Karla o Pikachú (Gómez)

El montaje, por momentos, cómico y, por ratos, absurdo aprovecha la buena química de Gómez y la versatilidad de Fernández. Cada uno a su estilo, son cómplices domando el espacio íntimo del Teatro Esencia. La dupla actoral sostiene la comedia y el drama con equilibrio sin caer en la cursilería, aunque la tentación ronde cerca. A partir de ahí la micro obra que dirige Gretta Marston crece con escenas divertidas que tocan tópicos universales algunos no tan evidentes (soledad, anhelos y luchas personales) que no solo atañen al mundo del arte, sino a la Humanidad.

Renzo o El Cuy Mágico
El más universal sea, quizá, el de refugiarse bajo una máscara o un disfraz: la eterna tentación de ser otro. Y es que muchos prefieren ocultar sus miedos bajo coberturas que guarden sus temas personales irresueltos y desconocidos por el público. La propuesta destaca, además, por un buen empleo del espacio escénico, la escenografía y la iluminación, aunque, a veces, el sonido satura a pesar de la clara alusión festiva. Ello no desmerece lo principal: dos actores que exponen sus esperanzas y hartazgos y encuentran un eco vocacional en el otro, una reconciliación de gremio. “Peluches”, vigente propuesta de micro teatro de Butaca C, lleva a escena todos aquellas cicatrices que pueden verse por más frondoso sea el pelaje de la botarga y que bien deben celebrarse con estelas de confeti y globos de fiesta. 

FICHA ESCÉNICA
Peluches” de Gimena Vartu
Dirección: Gretta Marston
Elenco: Quini Gómez y Gerardo Fernández
Funciones: Miércoles a las 8.45pm
Temporada: Del 07 al 28 de agosto
Lugar: Teatro Esencia: Av. Grau 069, Barranco.
Entradas: S/ 25 (General) en Joinnus y al WhatsApp 991262170
Una producción de Butaca C y ETME
Redes sociales Butaca C: Facebook / Instagram
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miércoles, 22 de mayo de 2024

Juguemos en el bosque

Un sendero de Sherwood lleva a la Sala Alzedo del Centro de Lima. Ahí un grupo de forajidos al mando de un arquero infalible de buen corazón se ha propuesto terminar con los delirantes abusos del alcalde Gisborne bajo una filosofía que todos aún recuerdan: robar a los más ricos para repartirlo entre los más pobres.

Elenco de "Robin Hood"

Panda Impro Teatro y Sorpréndete Producciones entregan una versión divertida y lúdica de “Robin Hood”. A través de esta emocionante fábula política y social, este legendario héroe extraído del folclore inglés medieval aún le hace guiños y muecas al poder abusivo y corrupto enquistado en nuestra modernidad. La fresca adaptación de Vivi Nieves recoge esta premisa universal y cotidiana para fluir como un relato oral con toques de clown para deleite de grandes y chicos. La dirección a dúo de Manuel Alegría y Renato Pantigozo aprovecha al máximo las posibilidades del texto para disponer (o recrear) a sus amenos personajes.
Un trovador (Fernando Pasco, en uno de tantos roles) presenta a Robin Hood (un destacado Renato Medina-Vasallo), un proscrito que lucha por los oprimidos de Sherwood. El actor encarna a este héroe/antihéroe con mucha carisma y dominio físico, rasgos que despliega en momentos cómicos, dramáticos y de lucha escénica.

La bruja Mortiana (León) y Gisborne (Pérez)

El ‘pequeño’ Juan (un ‘enorme’ Roberto Núñez) y Tuck (un siempre irreverente Renato Pantigozo,), un fraile dado al vino, son sus aliados de armas. Su principal enemigo es el maquiavélico alcalde Gisborne (un ocurrente rol de Diego Alonso Pérez), con quien Hood disputará el amor de la bella Lady Marianne (Pau Simons). También se enfrentarán a su pregonero (Jade Durán), el torpe secuaz Capitán (Eduardo Albarracín) y la bruja Mortiana (una entusiasta Susan León). El elenco cubre todos los roles posibles y necesarios, entre ellos, los del tabernero (Francisco Agip) o el ama de Lady Mariana (Damaris Zapata) sin mayores problemas.
La propuesta tiene otros aciertos como la utilería diseñada (la carreta/carroza), el vestuario y, en especial, el uso de máscaras y la caracterización. Un notable ejemplo son sus personajes inspirados en animales típicos de Perú como el zorro andino, el gallito de las rocas, la vizcacha, el cuy, el oso de anteojos y otros más.

El Tabernero (Agip), Robin (Medina) y
el 'pequeño' Juan (Núñez)

Además, posee una estética original y visualmente agradable con tonalidades pastel (celeste y rosa) vistos en los overoles de su equipo, dentro y fuera de escena. Esta paleta cromática armoniza con el diseño de luces y su escenografía, que, aunque es proyectada, resuelve funcionalmente el cambio de locaciones. Tampoco se puede soslayar a la música en vivo de César Gálvez, la cual acompaña cada ocurrencia vivida en este Sherwood peruano. Y hay más, pero para descubrirlo, aventúrese por la sala Alzedo una tarde de sábado y domingo. “Robin Hood” lo espera junto a su valiente banda  para combatir la injusticia y el aburrimiento. 

FICHA ESCÉNICA
Robin Hood”, adaptación de Vivi Neves
Dirección: Manuel Alegría y Renato Pantigozo
Elenco: Renato Medina-Vasallo, Susan León, Diego Alonso Pérez, Pau Simons, Fernando Pasco, Renato Pantigozo, Jade Durán, Roberto Núñez, Eduardo Albarracín, Damaris Zapata y Francisco Agip
Musicalización en vivo: César Gálvez
Coreografía de Batallas: Edson Dávila
Producción Ejecutiva: Ysabel Cáceda y Renato Pantigozo
Asistencia de Producción: Xiomara Mía y Damaris Zapata
Temporada: Del 20 de abril hasta el 26 de mayo
Funciones: sábados y domingos a las 4:30pm
Lugar: Sala Alzedo del Teatro Segura (Jr. Huancavelica 251, Lima)
Producción general: Sorpréndete Producciones y Panda Teatro Impro
En coproducción con Municipalidad Metropolitana de Lima
Entradas: S/ 35 (General) y S/ 25 (Niños) en Joinnus y boletería del teatro
Redes sociales:
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domingo, 5 de mayo de 2024

El lienzo móvil

La inspiración nunca descansa. Mucho menos, si se está de viaje. En un apacible recorrido por Austria, el director Roberto Ángeles se detuvo a observar los cuadros originales del pintor y dibujante expresionista Egon Schiele (1890-1918) sin sospechar, quizá, que aquello derivaría en un trabajo escénico original y desconcertante.

Egon Schiele (Yépez).

Y eso es “Egon. Los autorretratos de Egon Schiele” (2023), una exploración provocadora, lúdica, y, por momentos, inquietante que alcanza su tercera temporada. Antes estuvo en el Centro Cultural de la Universidad de Lima y luego se trasladó al Teatro NOS de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) de San Isidro.
Esta vez, la propuesta sensorial llega al remozado y elegante Teatro Manuel Segura del Centro de Lima para compartir las impresiones plásticas que sorprendieran a Ángeles en los museos Leopold y Belvedere de Viena. Su interpretación reprodujo un cúmulo de imágenes descarnadas, cuerpos en posturas caprichosas, pieles pálidas y miradas perdidas. Por ochenta minutos, estas desgarbadas figuras ‘escapan’ de sus lienzos amarillentos hacia otro, uno móvil y sonoro guiado por el “Concierto para piano y orquesta No. 3” del compositor ruso Serguéi Rajmáninov. Desde ahí, exhiben las crudas y febriles creaciones de un artista sensible e incomprendido, un maestro en trazos lineales, colores no realistas y fondos vacíos.

"Egon", propuesta que dirige Roberto Ángeles 
alcanza su tercera temporada.

“Egon” está compuesta por un sinfín de números coreográficos –acrobáticos y vistosos– que recrean la vida y muerte del discípulo de Gustav Klimt. Estas secuencias musicales causan un desconcierto generalizado en palcos y platea por la escasa presencia de diálogos, pero solo es el preámbulo de escenas con notable impacto visual y narrativo.
La propuesta desafía a su público con esta experiencia más emocional que racional. Un proceso similar a como cuando se observa una pintura en una galería de arte, pero con un riesgo implícito. Uno podría disfrutar de la puesta si se deja llevar, pero también podría demorar en conectar con la misma o quedar contrariado en parte de ella.
Mientras el espectador resuelve sus dilemas discursivos, la puesta deleita sus sentidos con detalles acertados. En lo estético destaca el vestuario en blanco y negro, tan de época como irreverente y sugerente en diseño, mientras que, en lo técnico, la iluminación bien dispuesta acentúa las atmósferas mortecinas y lóbregas que aprovechan los intérpretes.

El elenco de "Egon" demuestra su destreza
coreográfica y dramática. 

En especial, el Egon que encarna impecablemente Óscar Yépez. Si bien el protagonista de esta ensoñación responde a las exigencias dramáticas y físicas del montaje coreográfico, sus compañeros de escena (Spitzer, Maldonado, Ojeda, Vásquez de Velasco, Ramírez, Torres, Espejo y Giribaldi) logran sus escenas sin mayores aspavientos. Más allá de ser un experimento escénico, la propuesta de Ángeles –la número 70 de su prolífica carrera– es una provocadora manera de redescubrir la sensorialidad en el arte y en la vida. Y es que “Egon” no solo desafía los sentidos, sino que permite recuperar esa mirada de desconcierto natural que, al parecer, hemos perdido en la modernidad.

FICHA ESCÉNICA
“Egon. Los autorretratos de Egon Schiele”
Dirección: Roberto Ángeles
Asistencia de dirección: Irving Villavicencio
Elenco: Oscar Yépez, Bruno Espejo, Matías Spitzer, Germán Ojeda, Duncan Torres, Simón Vásquez de Velasco, Roni Ramírez, Flavio Giribaldi, Ítalo Maldonado.
Producción: Roberto Ángeles
Producción ejecutiva: Miguel Seminario
Asistencia de producción: Edwin Chino Lam
Fotografía: Javicho Rivero
Escenografía: Eduardo Camino
Iluminación: Mario Ráez
Música: Ítalo Maldonado
Temporada: Del 25 de abril al 05 de mayo (8 funciones)
Funciones: De jueves a domingo a las 8pm
Lugar: Teatro Manuel Segura (Jr. Huancavelica 251, Centro de Lima)
Entradas: S/ 35 (Platea), S/ 30 (Palco completo: 4 personas, precio por persona), S/ 25 (Galería central), S/ 20 (Galería lateral), S/ 15 (Cazuela central) y S/ 10 (Cazuela lateral) en Joinnus y boletería del teatro