miércoles, 20 de noviembre de 2019

Estación 'desamparados'

¿Cuánta nostalgia puede empacarse antes de iniciar un viaje sin retorno? Dos compatriotas aliviarán esa desazón al imaginar, desde la lejanía, aquella patria distante –que jamás dejaron de amar– mientras confiesan la causa de sus destierros involuntarios, algunos recuerdos y la ilusión de volver algún día.
"Nuestra Señora de las Nubes" de Arístides Vargas
Los rumores de ese pueblo (una caricatura de nación) aparecen en “Nuestra Señora de las Nubes”, escrita por Arístides Vargas (Córdoba, 1954). La pieza integra una brillante trilogía sobre el exilio –este autor dejó Argentina en 1975, para irse a Ecuador y fundó ahí el Grupo de Teatro Malayerba– que completan “Flores arrancadas en la niebla” y “Donde el viento hace buñuelos”.
En esta nueva apuesta de La Vale Asociación Cultural en el Teatro de Lucía de Miraflores, Claudia Del Águila y Michael Joan –en quien recae la dirección–, compañeros del teatro y de la vida, suben a escena ataviados de melancolía, ternura y esperanza: el equipaje inevitable en el corazón de todo viajero.
Óscar (Michael Joan) y
Bruna (Claudia Del Águila)
Bruna y Óscar (Del Águila y Joan) aguardan en una estación perdida en otros tiempos, quizá, mejores cuando logran reconocerse como paisanos de “Nuestra Señora de las Nubes”. Una pregunta reiterativa activará y reactivará el imaginario colectivo de una misma tierra y avivará una identidad en común.
Carentes de linealidad histórica, ambos tejen una libre retrospectiva con sueños quebrados, lejanías impuestas, ausencias injustas y deudas (cívicas, sociales o políticas) pendientes. Los episodios –pícaros, absurdos o metafóricos– encierran obvias denuncias sobre el ejercicio del poder y la falsa democracia –con censuras, persecuciones y desapariciones– que perviven en América Latina. A pesar de sus grises reminiscencias, estos oportunos nostálgicos no pierden su sentido de pertenencia, ni conciencia crítica o anhelo esperanzador. Intercaladas de encuentros en la estación en un tiempo impreciso, aparecen deliciosas parodias y tenues dramas que delinean estampas sociales de un pueblo anclado entre el Realismo Mágico y una cotidianidad pesimista. 
Michael Joan actúa y dirige la puesta
Joan y Del Águila fluyen en escena con solvencia y versatilidad en un ejercicio escénico que tiene más de complicidad que de ensayo pauteado. Los episodios sobre el origen del pueblo, los delirios de la abuela memoriosa, o el concierto de músicos armenios son algunas escenas memorables y sublimes. A nivel técnico y escenográfico, la propuesta de La Vale brilla por su sobriedad. La vieja estación alcanza dimensiones alegóricas, y la sutileza con que se recrean locaciones a partir de una serie de elementos y la iluminación en el momento preciso son dignas de destacar. ¡Tanta fantasía y nostalgia guardadas en un par de maletas...! La música del argentino Alberto Caleris añade un cariz evocador al perpetuo tránsito de los exiliados descrito por la dramaturgia de Vargas. Concebida como un merecido homenaje de La Vale a Arístides Vargas y Charo Francés, su esposa, por su aporte al teatro latinoamericano, “Nuestra Señora de las Nubes” se erige como un canto a la identidad, memoria y arraigo, credenciales que, como los pasaportes, no deben perderse jamás en tierras lejanas.

FICHA ESCÉNICA
“Nuestra Señora de las Nubes” de Arístides Vargas
Dirección: Michael Joan
Asistencia de dirección: Claudia Rúa
Elenco: Michael Joan y Claudia Del Águila
Musicalización: Alberto Caleris
Diseño de luces: José Miguel
Lugar: Teatro de Lucía (Ca. Bellavista 512, Miraflores)
Funciones: Martes y miércoles a las 8pm
Temporada: Desde el 22 de octubre al 04 de diciembre
Entradas: S/ 56 (General), S/ 37 (Jubilados) y S/ 27 (Estudiantes) en Teleticket y en la boletería del teatro
Una producción de La Vale Asociación Cultural

domingo, 3 de noviembre de 2019

Los sueños rotos

Tras una reveladora temporada en la Sala Tovar de Miraflores, Onírica Teatro ha reestrenado “Este lugar no existe” (2019) en el Museo de Arte de Lima (MALI). En ese paraíso fugaz y descarnado los sueños parecen deshacerse ante la violencia y los abusos de la codicia irracional del hombre.
La abuela (Irene Eyzaguirre), Julia (Yaremís Rebaza)
y (Ernesto) Santiago Torres
En este delicado aparejo dramático, Alejandra Vieira ha contrapuesto, con justicia y solvencia, las ilusiones de dos jóvenes frente a una maquinaria hostil que socaba la dignidad en Madre de Dios. Y lo plasma a través de paradojas funcionales que oscilan entre una visión intimista y ritualista de nuestra Amazonía y la barbarie mercantilista auspiciada por la minería ilegal.  
La revisión psicológica, antropológica y sociológica latente en su dramaturgia se reflejó, además, en el montaje dirigido por la propia Vieira. Estos innegables aciertos la convirtieron en una de las piezas ganadoras del Premio Nacional de Nueva Dramaturgia 2017 del Ministerio de Cultura del Perú (MINCUL). La primera escena de “Este lugar no existe” sucede en un prosti-bar. Un encuentro amatorio reunirá a Ernesto y Julia (Santiago Torres y Yaremís Rebaza), dos adolescentes con alma de niño y alas de mártir que, a pesar de sus diferencias, descubrirán que tienen más en común de lo que piensan.
Alejandra Vieira escribe y dirige
"Este lugar no existe"
Con 17 años, el primero abandonó su natal Abancay para trabajar en una mina informal y salir de la miseria; mientras que la otra, de apenas 15 años, cree ser dueña de su cuerpo y su destino. Ambos han caído en Madre de Dios más por carencias económicas o familiares que por convicción propia.
La soledad los aferrará a una ilusión, al amor o, en el caso de Julia, a los recuerdos de su abuela fallecida (Irene Eyzaguirre, con breves y apariciones vitales). Con un trabajo sencillo y honesto, Rebaza y Torres convierten sus traumas y miedos en una semilla de esperanza en medio del páramo. Sin embargo, la pareja protagónica debería cuidar más su dicción y el acento que revela su origen, algo que Eyzaguirre logra transmitir con eficiencia con su presencia mística y tribal. Y aunque ciertas pistas musicales –algo sofisticadas, quizá– generan distancia con la selva, la propuesta es escénicamente sobria y creativa.
Julia (Rebaza) y Ernesto (Torres), víctimas de
la minería ilegal de Madre de Dios
En especial, cuando elementos comunes (piezas de plástico) construyen la ilusión de un escape terrenalmente posible, algo que la iluminación y las proyecciones de video consiguen al crear una atmósfera íntima y fantástica que acentúa las ensoñaciones de Julia o el tránsito místico de estos tres personajes. Ese lugar no existe” es un interesante precedente de cómo retratar, sin clichés ni paternalismos, al Perú que late más allá de la capital. La mirada circundante a esa Lima que observa callada –escena que quiebra una “teórica” cuarta pared en la puesta– revela los muros de indiferencia y egoísmo que quedan por derribar.


FICHA ESCÉNICA
Este lugar no existe” de Alejandra Vieira
Dirección: Alejandra Vieira
Elenco: Yaremís Rebaza, Santiago Torres e Irene Eyzaguirre
Temporada: Del 25 de octubre al 15 de diciembre
Funciones: Viernes y sábados a las 8pm / Domingos a las 7pm
Lugar: Auditorio AFP Integra del MALI (Paseo Colon 125, Lima)
Entradas: S/ 40 (General) y S/ 25 (Estudiantes)
Producción: Onírica Teatro
Más información en el evento de la obra