lunes, 3 de marzo de 2014

Verdades ocultas

Cuatro mujeres (y cuatro formas de amor e ilusión) bajo sospecha de haber asesinado al hombre que amaron. La fórmula que podría presagiar una comedia negra, en realidad, es la premisa de “Mentiras”, un divertido musical con ribetes detectivescos, dosis de humor negro, picardía y mucha energía.
A diferencia de otros musicales presentados (la mayoría importados de Broadway), este fue estrenado en México en 2009. En poco tiempo, se convirtió en una de las producciones más exitosas –alcanzó las mil funciones dos años después– y se mantiene aún en temporada con el elenco original. Todo un récord.
Mentiras” llegó a nuestro país a fines de enero (las funciones irán hasta el 17 de marzo) bajo la dirección de Raúl Zuazo. El resultado es un montaje que encandila, entretiene y no defrauda a quienes asistan al Teatro Peruano Japonés, sede habitual de los  musicales en Lima.

De vuelta a los 80
La historia se sitúa en los ochenta. Daniela (una romántica Rossana Fernández-Maldonado), Dulce (una ilusa Vanessa Saba), Yuri (una atrevida Gisela Ponce de León) y Lupita (una pragmática Érika Villalobos) están reunidas en el funeral de Emmanuel (el conquistador Paul Martin), quien fuera pareja sentimental de todas ellas.
En su testamento indica que una de ellas es sospechosa de su muerte y descubrirlo será vital para obtener la herencia. 
Este misterio guiará la historia entre gráciles enredos, suspicacias y testimonios, salpicados de música, flashbacks e infaltables gags en las dos horas y media de función.
Una clave es que cada una encarna un estilo particular de pasión correspondiente al tipo de relación (furtiva o no) que mantenían. Esto sostiene la primera parte de la puesta, pero se desluce un poco a medida que ciertos giros imprevistos o inesperados suceden en la segunda parte, sin afectar necesariamente el final.

Frases conocidas
Los nombres de los personajes y las referencias no son casuales (cantantes latinos, programas de televisión y telenovelas) sino, más bien, son un atisbo de un juego melodramático rastreable en el entertainment mexicano
A pesar de la adaptación, uno que otro mexicanismo aparece irresistible en un texto que ostenta indicios limeños como el “Keops” o ciertas jergas. 
El resto del libreto está inspirado en populares canciones (baladas, pop y rock) de los años 80
Este setlist nostálgico y evocador es un recurso idóneo y versátil –el público corea y disfruta de sus letraspara recrear las desventuras de cada protagonista y su inusual vínculo con el fallecido donjuán.

Estética ochentera
Más allá de las actuaciones correctas, las partes musicalizadas (cerca de treinta pistas) relevan el gran trabajo vocal y coreográfico del elenco. Hay canciones de registro grave con buena performance de Martin y Saba; mientras que en octavas más exigentes brillan Ponce de León, Villalobos y Fernández-Maldonado.
Las acciones suceden en un escenario móvil en forma de tocadiscos con un vinilo que gira y gira
En ese suave movimiento los elementos configuran un bar nocturno, una sugerente habitación o una oficina indiscreta
Todo en un timing riguroso pero creativo que alterna lo útil con un cromatismo pastel de la época. Es un ejercicio acertado.
No obstante, es preciso aclarar que, por derechos de autoría, la mayoría de producciones respetan las propuestas de los montajes originales en otros países. Lo que no desmerece la calidad actoral del elenco, el trabajo musical de la orquesta y la adecuada dirección en un montaje que, más que apariencias, exhibe talento y compromiso genuinos.

Ficha técnica
Mentiras”, José Manuel López Velarde (México)
Dirección: Raúl Zuazo
Elenco: Paul Martin, Rossana Fernández-Maldonado, Vanessa Saba, Érika Villalobos y Gisela Ponce de León
Lugar: Teatro Peruano Japonés (Av. Gregorio Escobedo 803, Jesús María)
Las funciones van de jueves a lunes a las 8pm
La temporada culmina el 17 de marzo

No hay comentarios:

Publicar un comentario