sábado, 12 de noviembre de 2022

El último aplauso

Aunque alegres y bulliciosos, los circos acogen tristezas y penas en sus camerinos. Ni las muecas más graciosas, maquillajes más festivos o carcajadas más sonoras alcanzan para silenciarlos. Aquí los sueños ajenos pueden hacerse realidad, pero no los de sus protagonistas.

Vanessa Vizcarra y Bruno Espejo en
"Mades Medus"
Los dos personajes de “Mades Medus” (1999) conviven en este escenario de pesadilla como si nunca descansaran de la cuerda floja. Este nostálgico texto de María Teresa Zúñiga (Huancayo, 1962), prestigiosa dramaturga y fundadora del grupo Expresión (1986), resuena por sus referencias y diálogos que interpelan a un público que está por venir. El joven director Jorge Robinet rescata esta apreciada obra peruana que, a más de veinte años de su publicación, retrata a un país herido, uno en el que las artes agonizan y se resisten a desaparecer. Los recintos escénicos que han sobrevivido a esta pandemia lo saben de memoria. Con notable visión, Zúñiga sitúa su historia en un circo entrañable y, al parecer, olvidado. Sobre esta imagen recurrente en piezas teatrales de los años sesenta y setenta, recrea las acrobacias de dos artistas en un mundo contemporáneo que, cada vez, los entiende menos ni acepta sus sueños.

Espejo interpreta a Medus, en el
montaje que dirige Jorge Robinet
En primer momento se vislumbran dilemas cotidianos ­y aspiracionales: ¿vale la pena vivir del arte? Mientras Mades (una sobria y precisa Vanessa Vizcarra) y Medus (Bruno Espejo, solvente y expresivo) ensayan sus rutinas físicas sus dudas irán madurando dando pie a disquisiciones filosóficas y existenciales posibles también bajo un refugio circense. Sus protestas –surgidas más de sus continuos desencuentros que de sus esquivas coincidencias– buscan alguna respuesta de sectores indiferentes a su causa. Si bien desfilan por la sátira el oportunismo político, económico y mediático, ellos aguardan por un público que no puede faltar.
El contrapunto escénico de Vizcarra y Espejo es plausible. A la prudencia y desencanto de una artista madura se antepone el espíritu vivaz del más joven. No obstante, los riesgos tomados por ella y su experiencia generan admiración y alimentan la esperanza del compañero más novel.

"Mades Medus" de María Teresa Zúñiga
La correcta dirección de Robinet y la eficiencia de su elenco aprovecha la profundidad de la dramaturgia de Zúñiga. El diseño escenográfico y la iluminación (notable labor de Rodolfo Villalobos y Cristiano Jara, en ese orden) acompaña esta propuesta de soportes vencidos y telares gastados por el tiempo que acentúan la nostalgia y el abandono de los artistas.
Por todo esto, “Mades Medus” es una fábula vigente sobre los sueños que no alcanzan en una sola vida. Y es que en algún telón por donde quiera colgarse la resignación saldrá siempre la esperanza que, aunque débil o enferma, podrá mostrar su rostro más valiente y consecuente. 

FICHA ESCÉNICA
Mades Medus” de María Teresa Zúñiga
Dirección: Jorge Robinet
Elenco: Vanessa Vizcarra y Bruno Espejo
Temporada: Del 28 de octubre al 13 de noviembre
Funciones: Viernes y sábados a las 8pm / Domingos a las 7pm
Lugar: Centro Cultural Ricardo Palma (Av. Larco 770, Miraflores)
Entradas: S/ 45 (General), S/ 34 (CONADIS) y S/ 28 (Estudiantes) en Joinnus y boletería del teatro

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