Hay relatos oídos de niño que no se
olvidan de grande. Recopilado por los hermanos Grimm, “El sastrecillo valiente”
pertenece a esta clase de cuentos infantiles que, con innovadoras adaptaciones
y nuevos recursos, siempre verá escena, aunque no de la misma forma.
Como en la renovada y divertida propuesta
de Alexander Pacheco.
En esta nueva versión del clásico, el pequeño sastre (y el director) no sólo enfrentan a gigantes malignos, sino que intentan atrapar la atención de los ávidos e interactivos niños, un público exigente.
En esta nueva versión del clásico, el pequeño sastre (y el director) no sólo enfrentan a gigantes malignos, sino que intentan atrapar la atención de los ávidos e interactivos niños, un público exigente.
Este difícil reto es resuelto en escena
de un modo ágil y entretenido. O, como diría el relato, de un solo golpe. Puede
comprobarlo en las tardes impregnadas de aventura y valentía en el auditorio del Centro Cultural de El Olivar de San Isidro hasta el 4 de mayo.
Gigante
en escena
Esta clásica historia está pincelada de
una sutileza cómica inusual en algunos montajes infantiles que privilegian el efectismo.
El elemento disparador es un singular castigo impuesto a los integrantes de una
banda escolar: elegir un cuento cuyos personajes les impresione o les inspiren valores.
Entre las divertidas apariciones de
Percy Williams como el menudo rey de la comarca o un versátil Sergio Velarde (un
gigante malhumorado o un ágil narrador en colorido over-all) destaca Reynaldo
Arenas.
Su desempeño en el montaje infantil no desmerece su trayectoria ni su
vigencia (sus trabajos anteriores fueron "El día de la luna", de Eduardo Adrianzén; y "Ojos bonitos, cuadros feos", de Mario Vargas Llosa).
Por el contrario, revela sus registros
como un malvado gigante o los matices de un comprensivo director de escuela. Nicolás
Lamas (el hábil sastrecillo), Ashley Hoskins y Christopher Hoskins completan la
tríada que juega en escena con particular encanto y gracia.
Rigores
villanos
A pesar de la divertida experiencia resulta
inevitable anotar ciertos detalles ‘villanos’. Por ejemplo, afinar la sincronía
en la intervención de los personajes (el enredo del por qué se dice “Siete de
un solo golpe”) o encontrar un volumen adecuado para que las partes musicalizadas
en vivo no opaquen la voz de los actores más jóvenes.
Una curiosidad surgida fue el empleo de
“La marsellesa”, célebre pieza de Rouget de Lisle, en las escenas triunfales.
No es un desacierto, pero se pudo haber elegido una melodía que escapara a cierta connotación política.
Un ejemplo es el brillante uso de “El vuelo del moscardón” de Rimsky-Korsakov en una de las escenas iniciales.
No es un desacierto, pero se pudo haber elegido una melodía que escapara a cierta connotación política.
Un ejemplo es el brillante uso de “El vuelo del moscardón” de Rimsky-Korsakov en una de las escenas iniciales.
Aunque todavía no es un sastrecillo gigante, de seguro, lo será a medida corran
las funciones. El ingenio de su protagonista –un recurso que comparten el director,
el elenco y el equipo técnico– le permitirán sortear otros colosales retos en esta
aventura que recién inicia.
Crédito de fotos: CC El Olivar
Crédito de fotos: CC El Olivar
Ficha
artística
“El sastrecillo valiente” (adaptación)
Dirección y dramaturgia: Alexander
Pacheco
Elenco: Reynaldo Arenas, Percy
Williams, Sergio Velarde, Nicolás Lamas, Ashley Hoskins y Christopher Hoskins
Música: Héctor Valdez
Música: Héctor Valdez
Lugar: Centro Cultural El Olivar (Ca.
La República 455, San Isidro)
La temporada culmina el 4 de mayo
Las funciones van los sábados y
domingos a las 4pm
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