miércoles, 28 de febrero de 2024

Epístola del ángel caído

Pocas obras literarias han impactado en la moral religiosa tanto como “El paraíso perdido” (1667) del ensayista inglés John Milton (1608-1674). Este extenso poema épico –publicado originalmente en doce libros– sembró dilemas y controversias en los creyentes cristianos de aquella época y, por qué no, en los de la actualidad.

Fernando Luque interpreta a Lucifer
en la adaptación "Paraíso perdido"
Una relectura a este texto revisa inevitablemente cuestiones filosóficas como el bien y el mal, el pecado como herencia, la esquiva tolerancia de Dios y el origen divino del Diablo. “Paraíso perdido” (2023), el arriesgado y psicodélico montaje de La Vaca Multicolor, se sumerge en estos oscuros misterios descritos en la Santa Biblia. 
La propuesta continúa la tradición de “Un goce shakesperiano” (2023), espectáculo coral que recogía diversos fragmentos teatrales del cisne de Avon. Solo que esta vez sitúa los reflectores sobre un rebelde, orgulloso e incomprendido ángel que merodea el mítico jardín del Edén instalado en una silenciosa calle miraflorina. 
Sobre esa exuberante vegetación –notable diseño de María Hilaje– emerge Lucifer (un inclasificable Fernando Luque). Su presencia en esta utopía de vida perfecta no es causal: él narra su fallida rebelión en el cielo mientras se deslizan reflexiones tan provocadoras en torno al destierro de Adán y Eva del paraíso terrenal.

Trece actores y cinco músicos se lucen
en esta ópera rock sobre Satanás
Su delirante interpretación –escénica, corporal y vocal– encaja perfectamente en aquella estela de inconformidad de personajes como el “Joker” (2019) de Todd Phillips o con singulares guiños a Jim Morrison, líder vocalista de The Doors, o a Mick Jagger, mítico cantante de The Rolling Stones. En especial, porque contagia las canciones y parlamentos con irreverencia genuina. Un detalle vital que comprende su joven elenco –sus talleristas, por lo general– al acompañarlo con un afinadísimo trabajo como lúdicos coreutas. Sobresalen como ‘personajes colectivos’ o con fugaces cortas apariciones individuales bien sostenidos en voz y presencia corporal que, además, están bellamente coreografiados.
La música de Clavel, banda de rock progresivo liderada por Luque, bocetea esta tragedia con una sonoridad oscura, maquiavélica e impetuosa. Camuflados entre la maleza, aparecen cinco músicos con rostros blancos y sombras delineadas, usando atuendos holgados y rústicos entre los escalones de este mágico oasis.

La propuesta de La Vaca Multicolor destaca por
su estética fantasmagórica 
Si bien las voces y los instrumentos resuenan por su adecuada afinación, en las primeras escenas, el volumen alto de los últimos impedía apreciar el canto de los intérpretes. Fuera de estos detalles, el montaje acierta por su estética fantasmagórica elaborada con luces de tonalidades vivas, apagones, y humo de escena. Sin moralinas ni puritanismos, “Paraíso perdido”, la célebre ópera rock de La Vaca Multicolor, exhibe el lado más subversivo –y humano, quizá– del principal opositor de Dios. O, al menos, eso se dice. Esta reinterpretación de un episodio del Génesis no solo confirió a su autor un merecido lugar en la eternidad, sino que desató, al mismo tiempo, un serio desafío para la fe más racional.

FICHA ESCÉNICA
Paraíso perdido
Adaptación y dirección: Fernando Luque
Dirección adjunta: Luciana González
Musicalización: Clavel, integrado por Fernando Luque (voz), Renzo Solimano (bajo), Andrés Herrera (teclado), Roberto Rodríguez (primera guitarra), José Carlos Amézaga (segunda guitarra) y Felipe Ortega (batería). Participación especial de la banda Volcano
Coro: Verónica Infantes, Akemi Toma, Francesco Bacilio, María Fernanda Misajel, José Soto, Ana Paula Gálvez, Hanks Sarmiento, Katia Uriol, Nick Delgado, Valeria Fumagalli, Manuel Valdiviezo, Rommileth Coronado y Fabián Suni
Producción Ejecutiva: Paola Terán
Escenografía: María Hilaje
Dirección de arte: Miranda Orrego
Sonido: Andrés Herrera
Vestuario: Roberto Rodríguez
Diseño coreográfico: José Subauste
Fotografías: Pablo Macalupú y Nadia Ávila
Temporada: Del 09 al 28 de febrero del 2024
Funciones: martes, miércoles, viernes y sábado a las 8pm
Lugar: Teatro Británico (Ca. Bellavista 531, Miraflores)
Entradas: S/ 55 (General), S/ 40 (Adulto mayor), S/ 35 (Estudiantes, Personas con discapacidad y/o en silla de ruedas) en Joinnus y la boletería del teatro
Un montaje de La Vaca Multicolor
Redes sociales: WebFacebook / Instagram

sábado, 17 de febrero de 2024

Exámenes finales

Última semana del 23° Festival Saliendo de la Caja, una magnífica muestra de cómo plasmar en escena los saberes escénicos adquiridos en las aulas de FARES. Aunque los montajes vistos tuvieron pocas funciones a fines del año pasado, los estudiantes podrían tomar esta temporada veraniega como una verdadera prueba final.
Durante el festival se han visto propuestas personales, intimistas, oníricas, realistas y políticas. Algunos innovadores en forma y fondo, otros, no tanto, pero siempre con el ímpetu del riesgo, el nacido de la exploración y el cálculo previo de los ensayos, como las dos obras que cerraron este evento en el Centro Cultural PUCP. 

LA VOZ DE ARÍSTIDES
Una de ellas es “Soñando un jardín de pulpos”, libre adaptación de “Jardín de pulpos” (1992) del maestro Arístides Vargas (Córdoba, 1954), fundador y director del Grupo Malayerba de Ecuador. Esta pieza evoca, con nostalgia y crudeza, los lazos genealógicos que nos atan, de algún modo, al presente y la modernidad.
La propuesta de Karen Vivero toma ciertos elementos del universo de Vargas –los recuerdos domésticos, los vínculos familiares y la fantasía lúdica– para elaborar un discurso actual y activista. En algunos momentos, surgen frases sutiles cargadas de una denuncia cruel muy bien logradas y al fiel estilo del autor argentino.

Silvana Oblitas en "Soñando en un
jardín de pulpos"

El hilo narrativo se compone de tres monólogos interpretados, con eficiencia, por Silvana Oblitas. A través de ellos, aparecen su tía Judith, su madre Marlene y una versión más adulta de ella misma, roles en los que la actriz demuestra su versatilidad actoral, precisión performática, buen manejo corporal y técnica vocal. Destila locura e irreverencia como la tía, aún a sabiendas de que alguien parece observarla; logra irradiar ternura y empatía como la madre gestante que, en plena dulce espera, afronta un amargo evento. En el último segmento, no obstante, este cariz escénico se diluye a medida que el discurso feminista cobra fuerza.
Aunque políticamente válido, este evidente equilibrio escénico-discursivo quiebra la armonía ficcional de los monólogos anteriores. Ello no impide que los espectadores sigan de cerca cada breve historia por las atmósferas creadas con buenas luces y los objetos como una maraña de cuerdas o una cabeza de maniquí, por ejemplo. 

INCANATO CORAL
Concebida como un ‘concierto escénico’, “Manco”, proyecto de Gerson Borja, sorprendió por su innovadora y arriesgada propuesta. Esta pieza escenificada a través de cantos expone las traiciones, intrigas y abusos perpetrados por los invasores españoles ante un pusilánime Manco Inca (el propio Borja). Vista en escena por un público contemporáneo, la resistencia de los gobernantes de Vilcabamba es una lección más de deslealtad en nuestra historia. Tras una detallada recopilación histórica, el libreto crea un argumento sólido y atractivo en torno a esta gesta épica, la última del señorial imperio de los incas.

Elenco de "Manco: concierto escénico"

Las letras y la música recrearon gratamente la atmósfera andina, a pesar de que la ecualización de pistas opacaba reiteradamente las voces del elenco.
Y si bien hubo cuidado en el trabajo vocal, fue evidente que no todos los intérpretes mantenían el mismo nivel durante una exigente función de hora y veinte minutos. 
Además, la presencia de ocho micrófonos de pedestal creaba una barrera entre los personajes que “dialogaban” sin verse a los ojos y, más bien, se movían contagiados por la música de las escenas más emotivas. Al margen de ello, se destaca el trabajo de Luis Carlos Reátegui (Francisco Pizarro) y Diego Neira (Quiso Yupanqui).
Ambos se mostraron afianzados en papeles opuestos sin perder la entonación vocal ni la fuerza en escena. Quien brilla curiosamente no es el protagonista, sino su esposa Cura Ocllo, (Liz Navarro), quien se enfrenta a los “barbudos” con una voz potente y franca y una expresividad genuina como última esperanza.

FICHA DEL FESTIVAL
Soñando en un jardín de pulpos
Dirección y dramaturgia: Karen Vivero
Elenco: Silvana Oblitas
Producción: Vianca Campos
Asistente de producción: Camila Cartolin
Funciones: jueves 01 y viernes 02 de febrero a las 8pm

Manco” (concierto escénico)
Dirección y dramaturgia: Gerson Borja Huallpa
Asistente de dirección: Alicia Aguirre
Elenco: Gerson Borja Huallpa, Abigail Vizcardo García, Ximena Villacorta, Oswaldo Mariño, Avril Gil, Liz Navarro, Diego Neira y Luca Reategui
Producción: Maria Paula Diaz Catter y Camila Cartolin
Asistente técnico: Armando Pérez Piscoya
Funciones: sábado 03 de febrero a las 8pm
Domingo 04 de febrero a las 6pm

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Apasionamientos en escena

Dos nuevos proyectos de los alumnos de FARES subieron a escena en la segunda semana del 23° Festival Saliendo de la Caja. Esta vez, los montajes apostaron por formas escénicas y códigos dramatúrgicos más convencionales e identificables para su audiencia.
Al igual que los unipersonales de la semana anterior, los trabajos dieron cabida a la impronta original y apasionada –a veces, mucha– de sus jóvenes autores. Las evocaciones surrealistas y comprometidas vistas en el escenario del CCPUCP son una clara muestra.

UN TAROT ESCÉNICO
Empezamos con “Ahora vivimos al mismo tiempo”, una onírica exploración de Kelly Esquerre. Y es curiosamente una de las pocas piezas en que la directora de proyecto se asume como tal y aparece únicamente al inicio con una destacada intervención vocal desde una de las escaleras del auditorio y acompañada de una luz.
Esta pieza –que coquetea con la fantasía épica y la intriga psicológica– se somete al juego de la apariencia y al desconcierto desde su título, un tanto vago. Con delirante riesgo, la autora intenta abordar los devaneos de una mente (o dos) en búsqueda de alguna certeza, quizá, un amor, una reconciliación o una tregua.

Leonardo Sifuentes y Mario La Riva

Aunque su historia no es clara desde el principio, deja entenderse más a medida interactúan sus tres personajes. A la fugaz aparición de Ella (Esquerre) prosigue Él, desdoblado como Loco (Mario La Riva) y Emperador (Leonardo Sifuentes), en roles marcadamente opuestos, misteriosos y con cierta dosis de locura. Estas alusiones místicas (con elementos de tarot, fases de la luna y otras más) y la caracterización de la escenografía coadyuvan a crear una atmósfera psicológica con una estela medieval, en especial, por su magnífico duelo de espadas.
La producción se luce por el cuidado de su utilería, maquillaje y vestuario. 
El resultado, quizá, sea una propuesta barroca en códigos sensoriales, sentimentales y semánticos cobijados al amparo de una estética original y misteriosa. Quizá, solo sea un intento de conectar con el universo o con los arcanos que juegan sobre la mesa aquello que uno disfruta, con desconcierto, desde la butaca. 

JOVENES VALIENTES
Frente a él, “Y si mejor me dedico a otra cosa” aparece como el montaje más logrado del festival. El proyecto de Eduardo Ríos Cañamero defiende con brutal honestidad las convicciones que afloran en la juventud. La más importante de ellas: elegir la carrera, oficio o actividad similar a la que dedicarse en la vida.
Este llamado cómplice –que fusiona el teatro testimonial, la política nacional y el lenguaje audiovisual– resuena con fuerza en las voces y corazones de un elenco joven y socialmente comprometido. Sin máscaras ni maquillajes, las cuatro actrices y dos actores empeñan más verdades que ficciones sobre el escenario.

Eduardo Ríos Cañamero y su elenco

Aunque cada historia es distinta, todas confluyen en las negativas familiares para estudiar artes escénicas, aunque no este no sea es un fenómeno exclusivo del arte.
Los clichés, estereotipos, temores y estigmas sociales encuentran contrapeso cuando comparten las circunstancias –emotivas o complicadas– en que conocieron el teatro. 
A través de recuerdos escenificados, fotografías y demás archivos personales, cada uno va armando su propia línea de tiempo que se engrana a la historia de nuestro país. Los episodios de discriminación, falta de acceso o imposición solo revelan el infructuoso camino del aspirante a artista y que el público no ve tras el telón.
Este repaso de imágenes y acciones imprime dinamismo y vitalidad a sus testimonios, que, siendo milenial o centenial, protestan y desmitifican aspectos del arte de los que casi nadie habla. Es notable observar cómo mientras el temor y desaliento avanzan, la firmeza del elenco no se quiebra y eso merece un aplauso sincero.

FICHA DEL FESTIVAL
“Ahora vivimos al mismo tiempo”
Dirección: Kelly Esquerre
Asistencia de dirección: Monik Grados
Elenco: Mario La Riva, Leonardo Sifuentes y Kelly Esquerre
Dirección de Esgrima: David Urquieta
Producción: Estefano Portillo
Funciones: jueves 25 y 26 de enero a las 8pm

¿Y si mejor me dedico a otra cosa?
Dirección y dramaturgia: Eduardo Ríos Cañamero
Asistente de dirección: Jiro de la Vega
Elenco: Víctor Lucana, Ana Lucía Neyra, Alondra Ticse, Ethel Abanto Cabrera, Nataly Reátegui Rodríguez y Eduardo Ríos Cañamero
Producción: Eduardo Ríos Cañamero
Asistente de producción, marketing y audiencias: Alexandra Valdivieso
Técnica visual y registro: Cristina Lara Sarapura
Asistente Luminotécnico: Armando Pérez Piscoya
Composición y ejecución musical: Eduardo Arana Floiras
Funciones: sábado 27 de enero a las 8pm y domingo 28 de enero a las 7pm 

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miércoles, 31 de enero de 2024

Obras Kortas: temporada 2024-1

Teatro Studio Barranco ha estrenado una agradable temporada de verano con piezas escénicas de formato corto. Y es que “Obras Kortas” es una experiencia cultural que integra una noche de bar, karaoke y montajes divertidos como “Princesas barranquinas”, “Apego” (que fuera reemplazada por “El correcaminos”), “La historia de tu vida” y “Día de suerte”).

Obras Kortas 2024-1

Como es habitual, en los intermedios de 15 minutos o un poquito más, el público puede acudir a la barra, abierta desde las 7pm, para tomar algún traguito o pedir algún piqueo para su amena velada teatral. 
Con el pedido en mano, solo queda disfrutar del menú teatral de esta primera temporada.

“Princesas barranquinas”
Esta breve historia escrita por Nicolás Tete tiene poco de fantasía y sí mucho de pesadilla. Diana (Daniella Stornaiulo) encarna a Elsa, una de las princesas del mundo Disney, que, en realidad, anima shows infantiles. Encerrada en el baño, está indecisa sobre salir a cantar en la fiesta de cumpleaños del hijo de su ex novio. Esta situación anecdótica basta para abordar temas que escapan al universo de los cuentos de hadas. Los más importantes, quizá, son la resiliencia y la dignidad del artista ya que “la función debe continuar” pese a los problemas personales. Y la necesidad de acabar las historias con finales adecuados, no felices. Todo un desafío para ella y sus “delicadas” y alegres cómplices: la Sirenita (Alexa Montoya) y Blanca Nieves (Gretha Bazán). Con más humorada que filosofía, y detalles logrados (el vestuario o el sonido), este aperitivo escénico dirigido por Manchi Ramírez es una previa de lo que está por venir.

"La historia de tu vida" con Fabiola Vargas
y Pedro Olórtegui
“El correcaminos”
Aunque inicialmente estuvo programada “Apego”, se anunció como siguiente obra “El correcaminos”, pieza escrita y dirigida por Jesús Neyra. Esta sorpresiva decisión resultó muy acertada. Durante un cuarto de hora, presenta –de forma episódica– los estragos de la ludopatía, una enfermedad que está donde menos lo imaginas.
Daniel (Santiago Torres, solvente y preciso) da vida a estos capítulos. En cada uno se muestran sus (video) llamadas –bien pauteadas sobre la pantalla– con Ramiro, su apesadumbrado mejor amigo; su novia, tan caprichosa como dilapidadora; Balaguer, su exigente jefe; y un hombre sospechoso. 
Su vida es una carrera contra el reloj y contra sí mismo y, por tanto, no hay lugar para la lealtad. La escenografía (un trotadora sobre la que corre el protagonista) y el ecran dialogaron de forma brillante y funcional con datos y estadísticas reales sobre el juego compulsivo en una historia arriesgada y vertiginosa.

“La historia de tu vida”

Entrando a un campo más convencional, se encuentra esta pieza de Pedro Pablo Picazo dirigida con eficiencia por Jennifer Woytkowski. El destino y el libre albedrio son vistos desde una perspectiva meta-teatral de solo observar sus personajes: una jovencita (Fabiola Vargas) y el escritor de su vida (Pedro Olórtegui).
Ambos coinciden en un plano impreciso, atemporal, posible y con apariencia de oficina. Ella desea cambiar su vida –más de uno habrá anhelado lo mismo alguna vez–, pero descubrirá que las historias ficticias como las de la vida real siguen lógicas que difícilmente se pueden entender o cambiar.
Este interesante juego de meta-teatralidad sobre los azares del destino cuenta con buenas actuaciones –en especial, el trabajo de Olórtegui– y una dramaturgia que entrega sutiles metáforas y pinceladas de sobrio humor. Y es que los espectadores somos también dos papeles en blanco en busca de emociones.

“Día de suerte”

"Día de suerte" con Claudio Calmet y
Sergio García Blásquez
Esta es, sin duda, la mejor forma de culminar las noches de ficciones breves en el Teatro Barranco. “El día de mi suerte”, texto con la autoría y dirección de Francisco Cabrera, que, más que una comedia fresca y ocurrente sobre el oficio teatral, es un manifiesto profano y desenfadado de los teatreros en todo tiempo.
En un ejercicio de delirante catarsis, un psicoanalista (Claudio Calmet) recibe en consulta a su paciente, un actor de nombre indescifrable (Sergio García-Blásquez), para controlar su ira. Sus infortunios –escenificados por ambos notablemente– son recuerdos dolorosos y trágicos que irónicamente causan pura carcajada.
Todos los excesos y sacrificios de su vida inspiran a un camaleónico Calmet (en cada rol que realiza) y un hilarante García-Blásquez en la piel de un artista neurótico y apasionado. Dos actores inmersos en una propuesta que se burla de los paradigmas académicos y pragmáticos –nada benevolentes– para quienes viven de la escena. 

FICHA ESCÉNICA
Obras Kortas
Primera Temporada (Del 17 de enero al 28 de febrero)

“Princesas Barranquinas”
Dirección: Manchi Ramírez
Dramaturgia: Nicolas Tete
Elenco: Gretha Bazán, Daniella Stornaiulo y Alexa Montoya

“Apego”
Dirección y dramaturgia: Jesús Neyra
Elenco: Vania Torres y Marines Acosta
Producción: Diana Chacaliaza para Red Sun

“El correcaminos” (obra de reemplazo)
Dirección y dramaturgia: Jesús Neyra
Elenco: Santiago Torres y Marines Acosta

“La historia de tu vida”
Dirección: Jennifer Woytkowski
Dramaturgia: Pedro Pablo Picazo
Elenco: Fabiola Vargas y Pedro Olórtegui
Producción: Butaca Films

“Día de suerte”
Dirección y dramaturgia: Francisco Cabrera
Elenco: Claudio Calmet y Sergio García Blásquez
Producción: Los Asombrosos Sombreros

Funciones: Todos los miércoles a las 8pm
Lugar: Teatro Studio Barranco (Av. Grau 701, Barranco)
Entradas: Atráplo.pe y en boletería del teatro
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viernes, 26 de enero de 2024

Miradas personales

El 23° Festival Saliendo de la Caja ha iniciado una nueva edición con el impulso y entusiasmo de los estudiantes de la Facultad de Artes Escénicas (FARES) de la Universidad Católica. Una colorida gala de inauguración da cuenta de sus ganas por aprender y emprender su camino como futuros artistas escénicos.

El festival se realizará del 17 de enero
al 04 de febrero en el CCPUCP.
En su primera semana se presentaron dos trabajos unipersonales. Ambas miradas han aprendido a combinar los recursos virtuales (chats, emojis y audios) y audiovisuales (videos caseros) con técnicas escénicas en una síntesis, por demás, curiosa. Un detalle que, aunque válido, podría animar fácilmente un debate de verano.
Con un estilo personal e íntimo, estos proyectos intentan responder las inquietudes de sus jóvenes creadoras: una esquiva necesidad de autoafirmación o el desahogo ‘diferido’ por las pérdidas familiares. Sea por una u otra razón, cabría preguntarse si tantas particulares juntas resultan funcionales ante espectadores tan disímiles.

SABER DECIR ADIÓS
“Entretejer-me” transita por la nostalgia de una familia incompleta. En un breve repaso –apenas 45 minutos–, la creadora e intérprete Sofía Cuadros presenta a sus parientes, los más queridos, quizá: su abuelo paterno, sus dos abuelas y, el más reciente, su perrito Hipo, a quienes fue perdiendo en la última década.

La creadora Sofía Cuadros
Pero lejos de situarse en la melancolía, la artista ha preferido pintar un retrato de anécdotas, pasatiempos y frases que resuman la personalidad asombrosa desde su cotidianeidad de cada uno de ellos. Estos cuatro duelos dejan entrever su nueva relación con ellos, de un modo más jovial, desenfadado y respetuoso.
Cuadros logra invocarlos a través de sus antiguas pertenencias (máquina de coser, un quepí o una, ropa de mascota), aunque, sin profundizar tanto por tratarse de cuatro ausencias. Y, aunque la virtualidad ayuda a llenar esos vacíos, a veces, su irrupción o mala calidad de audio “quiebra” la atmósfera intimista y solemne.
En especial, la que fluye cuando el público es invitado a compartir el duelo tomando una foto ‘a destiempo’ o leyendo una carta inédita. Como aquellos hilos rojos de la tradición oriental, “Entretejer-me” los agita hasta hacerlos vibrar en cada despedida que bien merece una fiesta –en familia y en equipo– para agradecer la vida. 

MI NIÑA INTERIOR
Siempre x nunca x jamás: o una muñeca de nadie jugando sola” va por un sendero distinto. La exploración de Fernanda Mía trae al presente los recuerdos de una infancia agridulce que emerge con preguntas lacerantes sobre la identidad, la aceptación del tiempo y otras que, por lo general, se ignoran a tan corta edad.
Mía ha seleccionado cuidadosamente las referencias literarias (“Peter Pan” y “Alicia en el país de las maravillas”) sobre las que desliza estos dilemas modernos. Pero también los utiliza como un puente a la imaginación o un escape al delirio que se entremezcla, para alivio de la audiencia, con las cintas caseras y familiares.

La creadora Fernanda Mía

El desafío –o problema, quizá– es que esta mixtura de discursos podría desconcertar al espectador más atento en 40 minutos de densa alucinación. El montaje encuentra ese equilibrio cuando aparecen sus dos personajes polares (Bebé trueno y Mía) unidos por Yuyi, una desbocada muñeca rubia que ha perdido el control de la situación.
El uso de objetos es plausible. Mía ha dispuesto castillos de princesas, decenas de muñecas y ajuares de bebé colgados del techo para acercarse a la intimidad de una alcoba infantil. Aunque evocadora, “Siempre x nunca x jamás: o una muñeca de nadie jugando sola” es solo el preludio de solitarias preguntas que buscan una respuesta.

FICHA DEL FESTIVAL
“Entretejer-me”
Unipersonal de Sofia Cuadros
Dirección y Dramaturgia: Sofia Cuadros
Asistente de dirección: Milagros Flores, Melany Prada y Kiara Quispe
Apoyos en escena: Milagros Flores, Melany Prada, Gerson Borja Huallpa
Producción: Melany Prada
Asistente de producción: Daniela Hidalgo
Asistente técnica: Antuane Sahuay y Gerson Borja Huallpa
Pianista: José Jesús Navarro Balbín
Violonchelista: Lucero Navarro Balbín
Funciones: jueves 18 y viernes 19 de enero a las 8pm

Siempre x nunca x jamás: o una muñeca de nadie jugando sola
Unipersonal de Fernanda Mía
Dirección y dramaturgia: Fernanda Mía
Producción: Armando Pérez Piscoya
Director y consultor técnico: José Miguel Pecho
Funciones: sábado 20 de enero a las 8pm y domingo 21 de enero a las 7pm

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viernes, 24 de noviembre de 2023

Sor-presa navideña

La llegada de la Navidad supone algo más que recibir obsequios. Es también la ocasión de resolver frecuentes conflictos y olvidar las diferencias. Los protagonistas de “Mi mujer, la monja y yo”, un hombre y una mujer con unos diez años de vida marital así lo creen.

Paola Vera, Paco Varela y Cynthia Bravo en
 "Mi mujer, la monja y yo" 

Esta comedia de La X Productora está inspirada en “La monja”, famosa pieza de Alfonso Paso (1926–1978), uno de los autores españoles más prolíficos del siglo XX. Bajo la reescritura del multifacético Paco Varela, la historia se recarga de irreverencia y humor genuinas. La creatividad de Varela puede disfrutarse desde sus llamadas a escena.
Bajo la dirección de Caroll Chiara, su cómplice escénica y conyugal, el texto ya adaptado desarrolla una premisa cotidiana: una pareja de casados que intenta recomponer su deteriorada relación en una noche infructuosa y atípica en la que recibirán la peculiar visita de una monja.
La puesta comienza con las habituales discusiones entre Julio (un preciso e histriónico Varela) y Meche (la aceptable Cynthia Bravo). A pesar de sus continuas riñas y peleas, esta pareja sigue casada diez años como si fuera un guiño a la realidad sentimental de muchos.

Esta comedia está inspirada en "La monja", 
pieza del español Alfonso Paso

Varela brilla en un rol a la medida: es una faceta ya explorada al que sabe añadir frescura y personalidad gracias a sus dotes técnicos e improvisación.
Bravo, más habituada a roles dramáticos y psicológicos, revela su vena cómica irradiando calidez, complicidad y buena química a su contraparte, sobre todo, en las escenas de los desplantes. 
La aparición de Sor Angélica (la muy destacable Paola Vera) cortará los intentos –ya fatigosos y reiterativos– de ruptura/reconciliación de este par. Con irónico encanto, Vera compone un personaje carismático y risueño envuelto en las buenas intenciones de un hábito religioso.
La dirección de Chiara aprovecha con inteligencia a su elenco. Con ellos logra hilar una divertida parodia sobre los cónyuges “perfectos”, que no existen ni en la ficción. Y guía los reflectores a la esfera privada de las personas con secretos y episodios que nos gustaría olvidar.

La monja (Vera) aparece como caída del cielo

A nivel técnico, la iluminación y los efectos sonoros (voz en off y otros más reproducidos) están bien pauteados. Y, si bien el espacio define tres áreas (la sala, el pequeño recibidor y la habitación de la madre de la esposa), debería procurarse que la escenografía –realista al detalle– no interfiera con el desplazamiento de los actores. Risueña y atrevida, “Mi mujer, la monja y yo” satiriza sobre esa manía “humana” de juzgar sin reparos. Este montaje de La X Productora –el sétimo y último del año– augura una nueva temporada de risas y reflexiones que bien valen todos los esfuerzos –y tropiezos– vividos tras bastidores para reunirnos en el teatro. 

FICHA ESCÉNICA
Mi mujer, la monja y yo”, libre adaptación de “La monja” de Alfonso Paso (España)
Dramaturgia: Paco Varela
Dirección: Caroll Chiara
Elenco: Paco Varela, Cynthia Bravo y Paola Vera
Temporada: Del 03 al 26 de noviembre del 2023
Funciones: Viernes, sábados y domingos a las 8pm
Lugar: Centro Cultural CAFAE-SE (Av. Arequipa 2985. San Isidro)
Entradas: S/ 50 (Zona Celestial), S/ 40 (Zona Pasional) y S/ 30 (Zona Infernal) en Joinnus y boletería del teatro
Un montaje de La X Productora
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domingo, 12 de noviembre de 2023

Susurros premonitorios

La inevitable muerte de una madre es capaz de quebrar los silencios de sus hijos: tres varones ya adultos. Esta situación límite no solo reunirá nuevamente a estos hermanos para afrontar algo más que la pérdida de su progenitora, sino que será el pretexto para terminar de conocerse y, por qué no, de reconocerse.

Lorenzo (Baca), Nicolás (Chávez)
y Gustavo (Arce) en "Infusión"

Infusión” (2023), la reciente obra del prolífico Eduardo Adrianzén (Lima, 1964), propone desentrañar los secretos fraternales con una mirada aguda, cómica e indiscreta, un recurso desarrollado a lo largo de sus libretos escénicos y televisivos.
Desde esa óptica, cuestiona ciertos tabúes y paradigmas de nuestra sociedad conservadora y machista. 
Con dosis de humor y frases irreverentes, la pieza se sumerge en la mentalidad de estos hombres que, aunque mayores, son, en esencia, pequeños aprendices. Y es que, a pesar de sus edades, la vocación, la sexualidad y los compromisos sociales son algunos temas que los conflictúan.
La propuesta que codirige Adrianzén con Óscar Carrillo equilibra los momentos peliagudos y dolorosos con acertados contrapuntos confidenciales, musicales (la nueva trova) e, irónicamente, cómicos. Los personajes están claramente ideados para este fin.

Yaremís Rebaza interpreta a las tres enfermeras
llamadas Jady, July y Jenny  
Están Gustavo (Giovanni Arce, de buena presencia), el hermano mayor y encargado del negocio familiar; Nicolás (un preciso Rodrigo Chávez), el segundo, quien, además, rehúye a la idea de casarse; y finalmente Lorenzo (un aceptable Jano Baca), el menor, quien quiere dejar una buena carrera para seguir su verdadera vocación.
A esta inconfundible galería de arquetipos juveniles se suma una sobresaliente actuación de Yaremís Rebaza. Ella encarna con gracia y encanto a las tres enfermeras (Jady, July y Jenny) que asisten a la desahuciada mujer con un trabajo eficiente y detallista. 
Por ejemplo, le basta sujetar el cabello o cambiar su acento para diferenciar a una joven creyente y de otra más atrevida. Esta disparidad de personalidades entre hermanos y técnicas sostiene al montaje y lo rescata de su densidad narrativa del inicio.

Desde una cama de hospital, y oportunamente de espaldas al público, la desahuciada mujer yace inmóvil, pero no silente causando cierta sorpresa y confusión que se resuelve a medida avanza la trama. El uso del espacio y la iluminación son esenciales para elaborar las atmósferas de complicidad, coquetería y confesión.
Con “Infusión”, Adrianzén logra afianzar la visión de su propia dramaturgia de primera mano. Pero logra algo más: invitarnos a aceptar que la madurez puede llegar a cualquier edad y que las grandes lecciones de vida se aprenden, incluso, con la muerte.

FICHA ESCÉNICA
Infusión” de Eduardo Adrianzén
Dirección: Óscar Carrillo y Eduardo Adrianzén
Elenco: Giovanni Arce, Jano Baca, Rodrigo Chávez y Yaremís Rebaza
Temporada: Del 19 de octubre al 13 de noviembre
Funciones: viernes, sábado y lunes a las 8:30pm / domingo a las 8pm
Lugar: Auditorio del Británico Cultural (Ca. Bellavista 531, Miraflores)
Entradas: S/ 30 (General) y S/ 25 (Estudiantes, jubilados y CONADIS) en Joinnus y en la boletería del teatro
Un montaje de Luftbalun
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