viernes, 27 de octubre de 2023

Noche de luna llena

Dos personajes en el callejón de una vieja quinta. Hacia el fondo, se acomoda la decadencia de un tugurio; hacia afuera, en la calle, la gente que pasa distraída y la que no –el público de esta función– observa la escena con mirada nostálgica y curiosa.

Juana (Cristina) y Luis (Chunga) en "Valsecito del 90"
Todos estos ingredientes esenciales en un montaje costumbrista con toques modernos aparecen en “Valsecito del 90” (2023). Esta creación colectiva del Grupo de Teatro Llaqta toma como referencia importante a “Valsecito del 40”, texto del recordado Grégor Díaz (1933-2001), que aborda las posibilidades de una ciudad en formación. 
Bajo la dirección de Florencia Guzmán, responsable de la adaptación, esta propuesta refleja, entre aires de añoranza y punteos de guitarra criolla, las vicisitudes de dos jóvenes en épocas de descubrimiento. Eran buenos tiempos para recordar la simpleza de la vida.
A través de sus diálogos, Juana (Yesenia Cristina, en un rol atrevido) y Luis (Willem Chunga, en buen contrapunto inocente) van develando episodios poco conocidos de sus vidas, con sutileza, encanto e ingenuidad. Cada uno asedia al otro desde su personalidad.

Florencia Guzmán dirige esta propuesta
sobre las vida de dos jóvenes en en Lima
Sus conversaciones –de estilo un tanto absurdo y azaroso– se enredan lúdicamente entre juegos de infancia, letras de canciones y diversas referencias populares.
En ese entramado temático, el fútbol peruano, la política del país o una película extranjera bastan para reflexionar sobre el amor, los sueños, la pobreza o el futuro.
Cristina y Chunga exhiben química y buen timing juntos, un detalle esencial para una historia con dos personajes. Su trabajo en conjunto es aceptable y nos sumerge en una relación singular: honesta y, por momentos, directa; amistosa, sugerente y desconcertante. 
Uno de los aspectos más logrados es la estética de su escenografía. Las sábanas y ropas tendidas en cordeles dan la ilusión de estar en un callejón con atmósfera espectral, acentuado con las luces de diversas tonalidades, el humo de escenario y la proyección multimedia.

El Grupo de Teatro Llaqta ha rescatado
la dramaturgia de Grégor Díaz
Sería interesante que esta adaptación aprovechara mejor y mostrara más referencias a la época a la que alude (los años 90 y el cambio de siglo).
Por ejemplo, el ascenso y caída del régimen fujimorista, el destape de su galopante corrupción y la pálida esperanza de un mejor país. Al margen de ello, es rescatable que el Grupo de Teatro Llaqta devuelva a la escena actual la dramaturgia de Díaz.
En especial, porque releva la vigencia de su texto visionario, el cual, en 1976, alcanzó una mención honrosa en el Concurso de obras de corto reparto del Teatro Universitario de San Marcos. Tantas lunas después, la ciudad de los reyes creció como quiso o pudo, y, casi siempre, de espaldas a la planificación y el orden.

FICHA ESCÉNICA
Valsecito del 90” (adaptación de “Valsecito del40” de Grégor Diaz)
Adaptación y dirección: Florencia Guzmán
Elenco: Yesenia Gloria Cristina y Willem Chunga
Dirección de arte: Carla López
Musicalización y diseño sonoro: Eduardo Arana
Temporada: Del 20 al 29 de octubre de 2023
Funciones: Viernes y sábados a las 8pm / Domingos a las 7pm
Lugar: Asociación de Artistas Aficionados (AAA) (Jr. Ica 323, Lima)
Entradas: S/ 35 (General) y S/ 25 (Estudiante) en Joinnus y boletería del teatro
Un montaje de Grupo de Teatro Llaqta
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jueves, 26 de octubre de 2023

Juventud desenfrenada

 Los años de juventud son de inevitable aprendizaje. Estas lecciones, por lo general, más despiadadas que amables, dejan una imborrable huella en la memoria, el alma y el corazón de jóvenes protagonistas mientras equilibran sus deseos, anhelos y emociones.

Owen (Bernal), Mica (Rosalino), Valentino (Billinghurst)
y Sol (Ravines) en "Las hembras no lloran
Ese delirante universo cargado de ilusiones y descubrimientos sacude con estrépito y desenfado en “Las hembras no lloran” (2023). Esta obra de título llamativo es una ‘bienintencionada’ adaptación a la realidad peruana de “Lo que quieren las guachas” (2020), sonado éxito teatral de la argentina Mariana Cumbi Bustinza.
Desde el Nuevo Teatro Julieta de Miraflores, la reciente propuesta de la Asociación Cultural La Pasión transita entre el riesgo artístico y la denuncia social con un montaje vertiginoso, crudo y, de algún modo, transgresor. Un singular desafío asumido por los directores Aldo Miyashiro y la debutante Tania López Bravo.
Las hembras no lloran” se sostiene en una premisa inagotable en melodramas televisivos: el (des)encuentro entre pobres y ricos en algún país latinoamericano. Si bien la propuesta expone problemas sociales de fondo, el cariz ‘realista’ del montaje sucumbe al presentar una galería de personajes que linda los estereotipos.

Mariela (Arnillas) y sus hijos (Bernal y Brissolese)
De ese modo, aparece una familia de un barrio popular: Mariela (Javiera Arnillas, en un rol valiente), madre soltera bastante temperamental y corajuda; y sus hijos Owen (un aceptable Aric Bernal), un joven dedicado y soñador; y Yani (una firme y atrevida Andrea Brissolese,), una adolescente rebelde y algo ingenua. Frente a ellos, y no necesariamente contrapuestos, están tres jóvenes de un distrito exclusivo: Mica (Gia Rosalino, de buen trabajo), una universitaria estudiosa; y sus amigos Sol y Valentino (Aria Ravines y Gustavo P. Billinghurst, ambos aceptables), marcados por una vida descontrolada, ausencia de sus padres y evidentes carencias afectivas. Los enredos entre ambos mundos aportan nudos y giros interesantes. Owen y Mica, por ejemplo, inician una tierna relación; mientras que, motivado por otras razones, Valentino empiezan a salir con Yani. El destino de los otros personajes gira en torno a esos romances frágiles y furtivos, que sirven para la denunciar la marginación, la indiferencia y la defensa de los privilegios. 

La obra es una adaptación de "Lo que quieren
las guachas" de Mariana Cumbi Bustinza 
Salvo los contrapuntos musicales de Loko Pérez a la guitarra –con un desempeño vocal de los actores que debería mejorar–, el montaje se reduce a un antagonismo plano, de buenos contra malos. Aquí, las escenas más logradas son aquellas coreográficas (con música urbana) en las que el elenco mostró solvencia y desenvoltura, olvidando el nerviosismo inicial. Una escenografía funcional de biombos blancos bellamente iluminada con luces y contraluces recreó la euforia sicodélica para estos irrefrenables seres. Aunque descarnada y controvertida, “Las hembras no lloran” enlistó problemas reales y urgentes, pero desde una perspectiva ya conocida y, por tanto, predecible.

FICHA ESCÉNICA
Las hembras no lloran” (adaptación de “Lo que quieren las guachas” de Mariana Cumbi Bustinza)
Dirección: Aldo Miyashiro y Tania López Bravo
Elenco: Javiera Arnillas, Andrea Brissolese, Gia Rosalino, Aria Ravines, Gustavo P. Billinghurst y Aric Bernal
Música en vivo: Loko Pérez
Temporada: Del 13 al 29 de octubre del 2023
Funciones: De jueves a domingo a las 8pm
Lugar: Nuevo Teatro Julieta (Pje. Porta 132, Miraflores)
Entradas: S/ 45 (Super VIP), S/ 35 (VIP), S/ 30 (General) S/ 25 (Estudiantes, adulto mayor y CONADIS) en Joinnus y en la boletería del teatro
Un montaje de la Asociación Cultural La Pasión
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