sábado, 25 de mayo de 2019

Mitos contemporáneos

Tres artistas errantes van de pueblo en pueblo narrando una fábula de exótica y aciaga trascendencia. Aquellos ecos de vivencia lejana y nostálgica resuenan en “Balada de la concha y la pastora”, obra concebida por Alfredo Bushby en verso endecasílabo.
María del Carmen Sirvas y Esteban Philipps
en "Balada de la concha y la pastora"
Labrada con risueñas, oscuras y gráciles rimas, esta pieza se aleja de los cánones habituales en la creación contemporánea para explorar las culpas, la sexualidad y el deseo a través de los personajes de un mito húngaro. Con ellos, la propuesta trasciende los planos reales y ficticios a través de una lúdica interpelación al público.
Eliana Fry García-Pacheco ha elegido una dramaturgia de alta carga sensual y erótica para debutar positivamente en la dirección. Lejos de amilanarse, desliza sus convicciones (artísticas y políticas) sobre una leyenda distante, pero con un trasfondo universal, atemporal y aleccionador. La propuesta acierta al fusionar planos y lenguajes escénicos. Aquí la narración aporta épica, vértigo y grandilocuencia a la faena de la comparsa viajante: un dicharachero presentador (Javier Valdés, sobrio y correcto), Lajos (Esteban Philipps) y Ludza (María del Carmen Sirvas).
El presentador (Javier Valdés)
Este plano de bienvenida (real) se entrelazará con su paralelo teatral (ficticio): quiebres de cuarta pared, una iluminación plausible, atmósferas místicas y bucólicas, y movimientos bien trazados sobre el espacio escénico. 
El relato de la comparsa se convierte en representación con acciones que irán de lo sosegada a lo enérgico o delirante. Sirvas, además, interpreta los matices del deseo carnal con pudorosos y seductores parentescos desde dos roles aparentemente contrapuestos (la pastora / la cazadora); mientras que, desde una caracola, Philipps acierta como un hombre preso de sus ímpetus e ingenuidades. Al emerger a la libertad se generará un choque de ideas/acciones sobre ambas formas de definir el mundo: sexualidad, violencia y poder del cuerpo, temas tabúes y polémicos. Una escenografía sobria y bien ubicada junto a atuendos clásicos como vestuario ayudan potencian la historia.
"Balada de la concha y la pastora", marca el debut
de Eliana Fry García-Pacheco como directora
No obstante, hacia el final esta fábula vira hacia un juego meta-teatral (plano real) que cuestiona la ficción de lo acontecido. Aunque esta correlación con la contemporaneidad se ajusta a una mirada política válida, resulta forzada en escena causando contrariedad antes que la adopción firme por una postura. Quizá, ese efecto disruptivo de los primeros guiños se fue diluyendo a medida que la obra exigía consolidarse como ficción. “Balada de la concha y la pastora”, una propuesta valiente de Pegaso Teatro, aviva el debate heredado desde tiempos mitológicos sobre lo conveniente y lo relativo.

FICHA ESCÉNICA
Balada de la concha y la pastora” de Alfredo Bushby
Dirección: Eliana Fry García-Pacheco
Elenco: Javier Valdés Garrido-Lecca, Maria del Carmen Sirvas y Esteban Philipps.
Lugar: Club de Teatro de Lima (Av. 28 de julio 183, Miraflores)
Temporada: Del 04 al 26 de mayo de 21019
Funciones: Sábados y domingos a las 8pm
Entradas: S/ 30 (General) y S/ 20 (Estudiantes y jubilados)
Producción: Enrique Aquije / Pegaso Teatro
Concepto gráfico: Yuriko Tanaka
Más información en Pegaso Teatro

viernes, 10 de mayo de 2019

Almas al desnudo

En nombre de la sexualidad se han seducido conciencias y cometido los delitos más sensuales y atrevidos desde el inicio de la humanidad. Algo de ese extraño y culposo placer parece haber atraído al público que noche a noche colma las funciones de “Solo se trata de sexo” en la Casa Cultural Amaru.
Jorge Bazalar dirige "Solo se trata de sexo"
Este íntimo montaje consta de cuatro historias, al parecer, emparentadas y escritas a trazo desenfadado y libérrimo por sus propios artífices en escena. Su exploración colectiva transita por mitos, tabúes y dilemas (juveniles y maduros) en torno a una de las expresiones inherentes de la naturaleza humana. Bajo sábanas y edredones, los personajes de Solo se trata de sexo” logran “desnudarse” hasta traslucir sus deseos, temores y heridas mientras intentan cubrirse con algo más que la piel que habitan. Esperan saciar sus ansias de amar y ser amados con arrebatos de picardía, complicidad e, incluso, ternura. El director Jorge Bazalar equilibra cada cuadro y les imprime buen ritmo hasta moldear una propuesta sólida. Cuida que las transiciones no pierdan dinamismo mientras que la música en vivo de Canvas puntualiza los giros incidentales de cada historia sin opacar la teatralidad de la misma.
Gustavo Alza y Mónica Talavera en
"¡Papá, voy a tener sexo!"
Sobre esta invitación lúdica nacida de la libido se desliza, con sinceridad explícita, el espectro introspectivo de sus involucrados. Un propósito que este elenco familiarizado con el texto y de buena química traduce eficientemente en risueñas y verosímiles acciones que, aun siendo situaciones anecdóticas, atrapa al público con carcajadas y jadeos continuos. Habrá quienes puedan identificarse con los amores fugaces de “Noche loca” (Cheli Gonzales y Gianmarco Loli, un par delirante); o los temores de la primera vez en “Solo amigos”, cuyos interesantes giros dramáticos son interpretados con solvencia por Mónica Talavera y Gustavo Alza. 
Gianmarco Loli y Cheli Gonzales
en "Masajitos"
“Masajitos” (Gonzales y Loli, esta vez, con un desempeño más atrevido y grácil) presenta a una joven pareja cuya vida plagada de secretos no puede sostenerse más. Tras tres años de casados, deciden librarse de las culpas y temores con resultados maravillosamente orgásmicos. Y en “¡Papá, voy a tener sexo!” se delinea una inevitable reflexión: ¿cuándo los padres aceptan finalmente que los hijos crecieron y están listos para tomar sus propias decisiones? Actuado por todo el elenco, este acertado colofón –que devela la ironía del título del montaje– rescata la confianza, tolerancia y comunicación como valores esenciales en la familia. Solo se trata de sexo”, oportuna propuesta de La Eme - Colectivo Teatral, busca sacudir a la sexualidad de los prejuicios que pretenden convertirla en una reliquia intocable en pleno siglo XXI y asimilar su esencia natural y espontánea con la responsabilidad de los nuevos tiempos.

FICHA ESCÉNICA
Dirección: Jorge Bazalar
Dramaturgia: Cheli Gonzales, Gianmarco Loli y Mónica Talavera
Elenco: Augusto Alza, Cheli Gonzales, Gianmarco Loli y Mónica Talavera
Música en vivo: Canvas
Lugar: Amaru Casa Cultural (Jr. Sucre 317, Barranco)
Funciones: Viernes, sábados y domingos a las 8pm
Temporada: Del 26 de abril al 12 de mayo
Entradas: S/ 30 (General) y S/ 25 (Estudiante)
Informes: laemecoletivo@gmail.com