lunes, 16 de junio de 2025

Pasos firmes

La vida es una carrera con obstáculos inesperados y, casi siempre, inevitables. “No puedes dejar este cuerpo sin contar esta historia” (2024) refleja el difícil tránsito de aceptar la atrofia en una vida cargada de sueños y proyectos que Valeria García Cannock no ha resignado.

Valeria García Cannock, autora de "No puedes
dejar este cuerpo sin contar esta historia" 

Desde un pequeño diván y en una terapia íntima, esta psicoanalista y autora de 52 años comparte sus vacilaciones físicas, altibajos espirituales y victorias silenciosas como un ejemplo de resiliencia.
Desde la autoficción y con un diálogo a contraluces, la obra explora la fortaleza de la mente cuando se acepta un cuerpo que funciona de un modo diferente.
Nadine Vallejo dirige esta propuesta en clave confesional gracias a una buena armonía en escena. Por un lado, la energía vital y sensible de García Cannock y, por otra, el dinamismo corporal de Verónica Garrido Lecca. Ambas artistas sostienen un equilibrado y sólido protagonismo.
No puedes dejar este cuerpo sin contar esta historia” está narrado en “eslabones”, recuerdos que saltan entre la década de los ochenta y los tiempos de pandemia. Fugaces y nostálgicos, estos flashbacks aparecen cual anécdotas que nos acercan a una ficción más sincera y humana.

La actriz Verónica Garrido Lecca 

Cada momento encierra dificultades por superar bajo un delicado tul de drama y comedia. Solo así es posible recrear, con dulzura, los juegos, apodos y amigos entrañables de la época escolar; o, quizá, recordar la angustia de los años en los que el terror y la demencia política volvieron más frágil y vulnerable a un país enfermo y carente. Otros episodios más cercanos rescatan el optimismo de nuevas amistades como Antonia, de 18 años, o certeras influencias como Virginia Woolf. Y también desafíos tras una súbita pandemia que posterga la esperanza de una vida más digna, aquella por la que luchaba Ana Estrada.
Estas reflexiones calan en un trabajo escenográficamente funcional y sobrio. Vallejo aprovecha la caja negra para disponer un ecran pequeño sobre el que proyecta imágenes y títulos de los 16 eslabones, una precisa musicalización incidental y luces adecuadas para cada espacio.

Esta propuesta de auto ficción
abrió el 6to festival Sótano 2

Las honestas palabras de García Cannock, ubicada tras un biombo, inspiran las apariciones coreográficas que, con naturalidad y delicadeza, elabora Garrido Lecca en una silla de ruedas eléctrica. Desde ahí, logra interactuar con elementos colgados como una muleta, revistas, un uniforme escolar, un baúl, telas y una rueda que atestiguan los miedos vividos y las certezas aprendidas.
Así, “No puedes dejar este cuerpo sin contar esta historia” abrió la sexta edición del Festival de Creación Escénica Contemporánea Sótano 2. Tras una exitosa temporada en Casa Yuyachkani, este ejercicio escénico vuelve para guiarnos a paso firme hacia una reconciliación con nosotros mismos, sin lamentos ni condescendencias.

FICHA ESCÉNICA
No puedes dejar este cuerpo sin contar esta historia
Dramaturgia: Valeria García Cannock (Autoficción)
Dirección: Nadine Vallejo
Actuación: Valeria García Cannock y Verónica Garrido Lecca
Lugar: Centro Cultural de la Universidad del Pacífico (Jr. Luis Sánchez Cerro 2121, Jesús María)
Funciones: De viernes a lunes a las 8:30pm / Domingo a las 7pm
Temporada: Del 06 al 09 de junio del 2025
Un montaje del Festival Sótano 2 (Facebook / Instagram)
Red social de la obra: Instagram

miércoles, 11 de junio de 2025

Baldíos imaginarios

La llegada del archivo personal del reconocido escritor Enrique Solari Swayne (1915-1995) al repositorio de la Casa de la Literatura Peruana se ha convertido en el punto de partida de la reciente aventura de El Quipu Enredado. En este corpus literario figura “La mazorca” (1965).

Pilar Medina y Helannie Olórtegui, las asistentes
del atelier "foliostudio_oficial"

Inspirados en esta obra, y con apenas tres integrantes –una cifra menor a otros montajes–, pero sin descuidar la calidad ni ingenio de sus montajes predecesores, este maduro colectivo de artes vivas de CASLIT entrega “foliostudio_oficial” (2025). Una serie de acciones inmersivas, sensoriales y performáticas para acceder a terrenos abstractos a los que nos gustaría acceder desde la realidad. Bajo la dirección de Roberto Sánchez-Piérola, esta creación colectiva inicia su origen en la dramaturgia de Solari Swayne. Su trama es una gesta dramática ambientada en la selva peruana, un rasgo que la diferencia de su primera obra “Collacocha” (1956). A partir de sensaciones, imágenes y acotaciones de grupo, las intérpretes Pilar Medina y Helannie Olórtegui, junto a su minucioso director, han diseñado puentes –o túneles– hacia lo intangible y lo inimaginable. Llegar a estos territorios deshabitados podría resultar infructuoso.

Roberto Sánchez-Piérola dirige esta 
propuesta inmersiva y performática

Por fortuna, este sofisticado atelier ha trazado ingeniosas rutas disponibles para todo público, desde una edad recomendada de 8 años. Estos atajos lúdicos transitan por lo inédito y lo fantástico, avanzan escapando de lo cotidiano y lo citadino, hasta encontrarse con un espectador dispuesto a jugar al aventurero sin mayores exigencias que su curiosidad. 
Las dinámicas de acceso esquivan la lógica dramática de “La mazorca”, pero se rodean de naturaleza. A veces, son un grupo de aves que surca el cielo, y, otras, el lento discurrir del tiempo en los relojes de arena que absorben nuestras versiones pasadas, presentes y futuras. 
Otros senderos, más filosóficos y certeros, permiten al público evitar los desvíos que impiden cumplir los propósitos más humildes o los alejan de las más grandes empresas. O, incluso, devorar los apetitos insanos con un placer culposo en una comunión liberadora y profana.

El público participa en este montaje
de El Quipu Enredado   

El público sigue las indicaciones de Rebeca (rbk7), un bot de voz magnética y parsimoniosa, que lidera la activación. Su artesanal figura (un trapeador de microfibra, un par de telas, organizadores y un cepillo de plástico) revela que los objetos (planchas de espuma, bolsas negras, papelógrafos o baldes de metal) trascienden su naturaleza habitual, pero son esenciales para configurar nuevos espacios. 
Enigmática y musicalmente atractiva, “foliostudio_oficial”, la undécima propuesta de El Quipu Enredado, se detiene a (re)pensar el entorno actual y lo que hacemos con ella. Es una protesta lúdica para colonizar –o recuperar los pocos espacios creativos o humanos que nos quedan.

FICHA ESCÉNICA
foliostudio_oficial
Creación colectiva de El Quipu Enredado
Dirección: Roberto Sánchez-Piérola
Elenco: Pilar Medina y Helannie Olórtegui
Funciones: sábados 03 y 17 de mayo, 14 y 21 de junio y 05 de julio a las 7pm. Los domingos 04, 11, 18 y 25 de mayo, 01, 08, 15 y 22 de junio y 06 de julio a las 7pm
Lugar: Casa de la Literatura Peruana (Jr. Ancash 207, Centro de Lima)
Ingreso libre por estricto orden de llegada. Aforo limitado.
Se recomienda llegar una hora antes para recoger ticket de ingreso

lunes, 9 de junio de 2025

Fugas y goteras

Siempre es agradable ver una buena historia de enredos en las tablas. “Mi mujer es el plomero (gasfitero)”, uno de los mayores éxitos del autor argentino Hugo Marcos, cumple esta misión si lo que se busca es pasar un momento ameno y divertido desde la butaca.

Mayte (Pagador), Daniel(a) (Recavarren),
Eliza (Namuche) y Doña Sara (Tosso)
en "Mi esposa es el gasfitero"

Estrenada por el Colectivo Teatral 3 Monos, esta lúcida comedia posee ingredientes bien usados en escena. Entre ellos, una situación hilarante llevada al extremo, humor para todos los gustos, y, si se quiere, fugaces reflexiones sobre cómo afrontar el duelo y continuar la vida aun cuando el pasado –y los recuerdos– irrumpen en el presente. Ello se refleja en una dramaturgia bien pauteada y con buen ritmo gracias a la acertada dirección de Niko Fantinato.
Su buen oficio y vena cómica aprovecha la hilaridad de los sucesos y la complicidad de su entusiasta y joven elenco, al que se suma la siempre talentosa y risueña Cecilia Tosso. 
Mi mujer es el gasfitero” está marcada por una serie de malentendidos e intromisiones que se intensifican a partir de un problema común: la fuga de agua en un apartamento. Y, sobre todo, por el incesante vaivén de ocurrencias que envuelven al espectador en el absurdo.

Rubén (Morán) y Pepe (Arakaki)
completan el elenco
Luego de una noche de copas, Rubén (Sergio Morán) despierta junto a Eliza (Lupe Namuche), una joven guapa que insiste en quedarse unos días en su apartamento. Todo estaría bien si no fuera porque el anfitrión –que enviudó hace año– intenta rehacer su vida con Mayte (Stephanie Pagador), la vecina del piso de arriba, que anda algo interesada en él. Tras un inicio errático, y con escenas sobreactuadas, la comedia mejora cuando aparece el gasfitero Daniel (un aceptable Miguel Recavarren). Un cortocircuito en el baño hace que el alma de Daniela, exesposa de Rubén, reencarne en el cuerpo del contratista para sorpresa del dueño de casa. La premisa es absurda y funcional, ya que desencadena escenas jocosas y disparatadas que el público disfruta. Y, aunque la obra no apunta a elucubraciones más profundas o reflexivas, se da un breve tiempo para cuestionar las decisiones que afectan nuestra vida amorosa.

Nicolás Fantinato dirige a actores jóvenes
acompañados por la talentosa Cecilia Tosso 

Lo que sigue es un desfile bien orquestado de personajes que ponen en aprietos a Rubén. Lo visitan Pepe, el inoportuno conserje del edificio (Ángel Arakaki), Dana, esposa del plomero (Ynaruma Gómez), e, incluso, Doña Sara, su sobreprotectora madre (una eficiente y divertida Tosso). En conjunto se desplazan con una dosis de desconcierto que contagia a la audiencia. Si bien la comedia se defiende con (des)encuentros precisos y diálogos amenos, no se libra de excesos de chistes en doble sentido y disfuerzos actorales que podrían moderarse. Ágil y divertida, “Mi amor el gasfitero” se luce como un trabajo disfrutable que no naufraga en sus pretensiones cómicas.

FICHA ESCÉNICA
Mi mujer es el gasfitero” de Hugo Marcos
Dirección: Niko Fantinato
Elenco: Sergio Morán, Ymaruma Gómez, Ángel Arakaki, Miguel Rojo, Guadalupe Namuche, Stephanie Pagador y Cecilia Tosso
Funciones: martes y miércoles a las 8pm
Temporada: Del 03 al 11 de junio
Lugar: Teatro Auditorio de Miraflores (Av. Larco 1150, sótano, Miraflores)
Entradas: S/ 35 (General), S/ 25 (Estudiantes) y S/ 20 (CONADIS y Jubilados) en Joinnus
Una producción del Colectivo Teatral 3 Monos
Redes sociales: Facebook / Instagram

martes, 27 de mayo de 2025

Arengas del pasado

La historia peruana es un perverso bucle de eventos desafortunados con buen potencial para las ficciones históricas. Bajo esa perspectiva y con cierta grandilocuencia, llega “Clorinda” (2025), la primera obra de Giovanni Arce, inspirada en la escritora cusqueña y precursora del movimiento indigenista que desafió a su época.

Clorinda (Torres Vilar) y Juana (Rebaza),
un encuentro entre el pasado y el presente

En esta pieza teatral se plasman algo más que los pininos literarios de un artista comprometido por nuestra historia. En sus páginas se puede apreciar su afán de investigador peruanista e historiador apasionado –la idea del texto surgió en 2021, en tiempos del Bicentenario y pandemia–, roles que sabe conjugar con su activismo en la esfera pública. Arce complementa su debut como dramaturgo con una dirección eficiente en lo técnico y estético, y con un buen manejo de su elenco. Su montaje logra rescatar a una pensadora humanista silenciada y perseguida en su tiempo al punto de ser considerada una figura de segunda clase. Ya en la obra, Clorinda” se sostiene en paralelismos temporales entre 2023 y 1909, y flashbacks que narran la vida de Grimanesa Mato Usandivaras (1852-1909), su nombre real. Cada episodio se desarrolla bajo una atmósfera de tensión o incertidumbre por lo que va sucediendo fuera de escena.

"Clorinda" es la primera obra
de Giovanni Arce


En medio de las últimas protestas, Juana, aspirante a actriz (una correcta Yaremís Rebaza) y Richi (un aceptable Ricardo Bromley) invocan a la autora en un supuesto ritual chamánico. De forma inesperada, estos jóvenes cusqueños abren un mágico portal por el que Clorinda (Natalia Torres Vilar, solvente e intensa) se conecta con el Perú actual. 
Aunque esperable, este suceso genera interesantes cuestionamientos sobre nuestra sociedad. La autora reconoce a un pueblo dividido, movido por intereses mezquinos e indeciso de asumir las riendas de su destino. Al parecer, poco o nada ha cambiado entre ambos siglos. Además de decepcionarse de la realidad, Clorinda descubre que su obra trascendió a pesar del menosprecio de sus colegas de época. Y lo hace con una mirada coherente: el exilio en Buenos Aires –su última morada– no impidió que imaginara una patria justa a pesar de la ingratitud de sus opositores.

Juana Gorriti
(Villavicencio)

Y mientras la dramaturgia se esfuerza demasiado por ensalzar la figura social o política de Clorinda, los flashbacks encierran los momentos más sublimes del montaje. Ahí la oficiosa Torres Villar se luce cuando encarna al Cusco y sus raíces incas –con la mística flor ñucchu–, su tierno amor con el doctor Turner o cuando se defiende de los injustos ataques de la crítica limeña. 
Y, sobre ello, es rescatable las tertulias que sostuvo la autora de “Hima Súmac”, drama teatral para el que se prepara Juana, y “Aves sin nido”, novela que le significó la excomulgación, con figuras como Juana Gorriti (Astrid Villavicencio) y Ricardo Palma (Rodrigo Chávez). Estos saltos de tiempo fluyen, entre brumas y apagones, con transiciones poéticas bien secuenciadas, y un vestuario impecable. “Clorinda”, sensible trabajo de Dilectos Teatreros, pone en contexto a esta importante escritora que, gracias a la ficción y una dosis de magia, alcanza su verdadera dimensión histórica.

FICHA ESCÉNICA
Clorinda” de Giovanni Arce
Dirección: Giovanni Arce
Elenco: Natalia Torres Vilar, Yaremís Rebaza, Ricardo Bromley, Rodrigo Chávez Terrones, Astrid Villavicencio, Melany Soto, Luis Jiménez y Samir Giraldo
Funciones: viernes y sábados a las 8pm / Domingos a las 7pm
Temporada: Del 09 de mayo al 08 de junio
Lugar: Asociación de Artistas Aficionados (Jr. Ica 323, Cercado de Lima)
Entradas: S/ 35 (General) y S/ 20 (Estudiantes y Jubilados) en Joinnus. Consulta por promociones grupales
Una producción de Dilectos Teatreros
Redes sociales: Instagram

martes, 20 de mayo de 2025

El disparo intruso

El cinismo y la falta de sentido común parecen haberse apoderado de las familias posmodernas. “La escopeta” (2019), irreverente libreto de Henry Sotomayor explora este fenómeno con la crudeza y el desenfado propios de una pieza al estilo del teatro del absurdo.

Elenco de "La estúpida escopeta"
Estrenado con sonado éxito en Colombia, México, Rusia y, hace poco, en Argentina, esta obra cosechó una mención especial, en 2020, en el 14° Festival Internacional de Teatro “Escenarios del mundo” de Cuenca (Ecuador). Luego de una reescritura necesaria, y rebautizada, esta vez, “La estúpida escopeta” llega finalmente a nuestras tablas. Desde el Nuevo Teatro Julieta, el montaje de la Compañía Proyecto 88 y La Eme Colectivo Teatral lanza una ráfaga de versiones coherentes e incómodas sobre un extraño suceso. Un acucioso Sotomayor dirige esta propuesta lúdica con una paleta tecnicolor que seduce e intimida. 
La trama parte de una situación confusa. El inoportuno disparo de una escopeta “frustra” el suicidio de un joven que, inconforme por esta forma de morir, lleva este caso a un tribunal donde sus padres tienen mucho por aclarar ante un fantasmagórico juez.
La esposa (Requejo), el marido (Loli),
el hijo muerto (Yovera) y el fiscal (Soriano).

Esta antojadiza premisa da pie a parlamentos ácidos y cómicos, en escenas que bordean fácilmente el humor negro, la sátira social y lo políticamente incorrecto, aunque con ciertas reservas.
Las instrucciones dictadas al principio de la obra apenas sirven de presagio sobre lo que está por venir. 
En especial, cuando aparecen sus personajes –sin nombre específico– marcados por un esquivo carisma y mucho cinismo. El marido (gran trabajo de Gian Loli, de) y la esposa (una precisa Ethel Requejo, bien conducida entre lo coqueto y lo sensual) son un espejo de una sociedad frívola, hedonista e inconsciente. 

Henry Sotomayor, autor de la obra,
acompañado de su equipo creativo
Frente a ellos, se sitúa el hijo muerto (Luis Miguel Yovera, en un notable papel) dispuesto a encontrar a los responsables de su “fallida” muerte. La misión se complica cuando el fiscal (un lúdico y camaleónico Miguel Soriano), intenta poner algo de orden en su brumosa corte.
En esta inusual audiencia donde las jerarquías y los alegatos son objetos de fácil cuestionamiento, asoma una verdad dolorosa. Quizá, más. Y, aunque existen escenas aptas para el lucimiento personal, el montaje alcanza sus mejores momentos cuando el elenco orquesta sus enredos y persecuciones entre los edificios grises de la escenografía.
Aquí resulta clave la música del talentoso Ger Vergara que acompasa los tropiezos y coreografías de esta troupe desbocada. Tan fugaz como un disparo, “La estúpida escopeta” descarga todo su arsenal de reflexiones, verdades y tabúes sin la mayor compasión.

FICHA ESCÉNICA
La estúpida escopeta” de Henry Sotomayor García
Dirección: Henry Sotomayor García
Elenco: Ethel Requejo, Gian Loli, Miguel Soriano y Luis Miguel Yovera
Música en vivo: Ger Vergara
Lugar: Nuevo Teatro Julieta (Pje. Porta 132, Miraflores)
Temporada: 13, 14, 20 y 21 de mayo
Funciones: martes y miércoles a las 8pm
Entradas: S/ 45 (Zona Jurado), S/ 35 (Zona Vecinos), S/ 25 (Estudiantes, jubilados y CONADIS), S/ 25 (Zona Chismosos) y S/ 22.50 (Zona Jurado - FESTIVAL DE TEATRO) en Joinnus
Un montaje de Compañía Proyecto 88 y La Eme Colectivo Teatral
Redes sociales: Facebook / Instagram
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sábado, 17 de mayo de 2025

Legado de intrigas familiares

Nadie sabe para quién trabaja en el amor, los negocios y, sobre todo, en la ficción. “Herederos” (2025), pieza escrita y dirigida por un versátil y, cada vez, más exigente guionista Paco Varela, desarrolla esta premisa, entre el azar y el acierto, hasta llevarla a límites delirantes.

Alonso (Kid), Carla (Chiara), Samuel (Thorton) y
Carolina (Simmons) en "Herederos"

Esta ágil comedia negra sobre fortunas en disputa no sólo apunta a provocar carcajadas, sino que entretiene a su público por cerca de una hora y 40 minutos, sin intermedios. Su inusual libreto plagado de excesos conscientes e influencias voluntarias transita entre la novela rosa y la sátira socio-moral con un resultado equilibrado y agradable.
En su tejido de trampas, intrigas y otros recursos de melodrama televisivo, el autor encontró la forma adecuada de insertar –sin demasiado esfuerzo– referencias al “Hamlet” de William Shakespeare como giros inesperados, juego de apariencias y esbozos de demencia.
Y lo logra con personajes arquetípicos que sabe explotar desde la dirección. Aunque algunos de estos roles bordean el cliché por propio esmero, no dejan de estar movidos por pasiones irrefrenables y cotidianas que se ajustan al formato de una comedia moral.

Leslie Stweart y Paco Varela
completan el equipo de la obra

En “Herederos”, Samuel (un aceptable Carlos Thorton) es un próspero hombre negocios y patriarca de una familia casi perfecta. Tras sufrir un infarto y con un poco de ayuda sobrenatural o divina –un detalle habitual en las comedias de Varela– se desencadena un cambio de perspectiva que pondrá las cosas de cabeza en su vida familiar.
En especial, con su maquiavélica esposa Carla (Caroll Chiara, con matices que van de lo histriónico a lo cómico). Esta perfecta aspirante a viuda rica, extraída de novela policial, tiene como secuaces al abogado Sergio y el médico Octavio (Tame Dávila y Pedro Olórtegui, ambos correctos).
El mayordomo Adolfo (un carismático y algo disforzado Betto Gómez), despierta simpatías por una lealtad a prueba de todo y su escasa sutileza para el espionaje doméstico. En esta galería, otros personajes aportan mayor profundidad a esta comedia funcional.

Samuel (Thorton) y su fiel
amigo Adolfo (Gómez)

Por ejemplo, Sor Blanca (gratísima aparición de Leslie Stewart), monja que representa la fe con una redención positiva; o Carolina (una correcta Pau Simons), hija del magnate y futura mujer de ciencias con los valores bien puestos. Finalmente, está su hermano, Alonso (Oscar Kid, en un rol antipático, pero necesario), quien vive rodeado de frivolidad como símil de la desconexión familiar de estos tiempos. Para mejorar esta experiencia hace falta cuidar que las transiciones de iluminación no sean bruscas, así como modular el volumen y la sincronía de los efectos sonoros. Estos detalles no impiden disfrutar de “Herederos”, reciente trabajo de La X Productora que reflexiona, divierte y, a lo mejor, conmueve desde la humorada de un caso familiar controvertido y desgraciadamente real.

FICHA ESCÉNICA
Herederos” de Paco Varela
Dirección: Paco Varela
Elenco: Carlos Thorton, Leslie Stewart, Caroll Chiara, Pedro Olortegui, Betto Gómez, Tame Dávila, Pau Simons y Oscar Kid
Funciones: sábados y domingos a las 8pm
Temporada: Del 03 de mayo al 01 de junio
Lugar: Centro Cultural CAFAE-SE (Av. Arequipa 2985, San Isidro)
Entradas: S/ 59 (Los que heredan), S/ 45 (Los que no heredan) y S/ 35 (Los fuera del testamento) en Joinnus. Revisa las promociones grupales.
Una producción de La X Productora
Redes sociales: Facebook / Instagram / Web

viernes, 9 de mayo de 2025

Vorágine de talento

El arte vive en peligro constante. Aunque esto ha marcado su naturaleza irreverente y contestataria, no la ha librado de censuras, escasez o prejuicios. Desde el ocaso del “Rocola Huracán”, un mítico bar, sus integrantes buscarán una y mil formas de sortear estos azares con su talento, en sus diversas y exquisitas formas.

Gastón (Pérez) y Katrina (Baquerizo)

Esta pieza interdisciplinaria escrita con delirio y rebeldía por Loko Pérez retorna a escena tras una primera y fugaz temporada en Selina de Miraflores en 2024. Desde entonces, su servicio a la carta con el arte como su plato estrella le hace frente a una severa distopía que se cierne sobre una sociedad de éxitos y resultados.
En esta versión, los sombríos personajes del alicaído negocio vuelven para rescatar sus modestos empleos –y la dignidad del artista– desde la Sala Quilla, el escenario ideal para soñar alguna quimera musical. El director y creador Mario Gaviria asume el desafío de organizar –y, sobre todo, orquestar– esta propuesta ecléctica. Y es que el montaje transita entre el teatro, la poesía, el canto, la coreografía, los ritmos urbanos y el soundpainting, lenguaje universal de señas para la composición en vivo. Gaviria es uno de los pocos certificados en el uso de esta técnica creada por el neoyorquino Walter Thompson en 1972.

Alex (Urro), Max (García), Rebekah (De la Torre)
y Dolores (Mondoñedo)

Ya a nivel de historia, “Rocola Huracán” plantea una realidad distópica y pesimista que podría haberse desarrollado más que un simple contexto. Sin embargo, su estética aparece a través de escenas brumosas, un vestuario y accesorios grises y raramente coloridos, así como una caracterización gótica y la presencia de tatuajes. Sobre esta paleta futurista, se propone una caprichosa disputa de dos hermanos por administrar el bar. Iván (un correcto Álvaro Pajares), joven soñador y adicto al trabajo, ve al recinto como un refugio de lo underground, mientras que Camille (Joaquina Maldonado, una inusual villana de violín y arco) pretende convertirlo en un centro cultural para darle realce que se merece. Esta confrontación entre fondo y forma resulta más anecdótica que conflictiva, dejando el peso de la trama a la relación entre la gerenta Katrina (la impetuosa Deborah Baquerizo) y el guitarrista Gastón (un histriónico Pérez). Quizá, por eso, el varieté para salvar al bar parece más una exhibición de talentos (meritoria y agradable) que solo extiende la duración de la obra.

Elenco de "Rocola Huracán" con la
dirección de Mario Gaviria.

Es justo destacar el esfuerzo de la jefa de cocina Dolores (Valeria Mondoñedo) por su afinada osadía en sus letras urbanas; la sublime voz de la nueva camarera Alex (Francesca Urro); la frescura de Max (Gonzalo García), el atrevido bartender y decimista irreverente, y Rebekah (Clau de la Torre), la camarera y honesta payasa.
Una breve escena de soundpainting –llamativa y fugaz– se cuela en la muestra artística como un guiño de dirección. Sin embargo, todos estos discursos bienintencionados y necesarios tocados en simultáneo solo enrarecen la poética misión de “Rocola Huracán”: exhibir la vulnerabilidad del artista y su difícil aceptación en la sociedad.

 FICHA ESCÉNICA
Rocola Huracán”, idea original de Mario Gaviria
Dirección: Mario Gaviria
Dramaturgia / Libreto: Loko Pérez
Elenco: Álvaro Pajares, Loko Pérez, Deborah Baquerizo, Joaquina Maldonado, Valeria Mondoñedo, Francesca Urro, Gonzalo García, Claudia de la Torre y César Gabriel
Temporada: Del 25 de abril hasta el 11 de mayo
Funciones: viernes y sábado a las 8pm / Domingo a las 7pm
Lugar: Sala Quilla (Av. Bolognesi 397, Barranco)
Entradas: S/ 60 (Zona Corazón), S/ 50 (Zona Reinitas), S/ 40 (Zona Este es mi lugar) y S/ 25 (Estudiantes) en Joinnus y vía WhatsApp al 946887546
Un montaje de Soundpainting Perú
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