miércoles, 14 de diciembre de 2011

Una fiesta siniestra


Una noche de 1960 el dramaturgo Harold Pinter estrenó “El vigilante” en el Teatro Continental de Dusseldorf, en Alemania. Despreocupado por la crítica, su nueva pieza teatral, signada por inquietantes silencios, recogió pifias en vez de aplausos. A pesar de ello, el autor británico saludó al público en compañía de su elenco al menos unas 34 veces. En todas fue ferozmente abucheado.
Es probable que, en cada salida al escenario, Pinter reviviera la sensación del estreno de “La fiesta de cumpleaños”, unos dos años antes. Oscura, enigmática y desoladora, su primera obra profesional resistió una semana de abril en la cartelera londinense de 1958, pero sobrevivió a la crítica incrédula hasta convertirse en un clásico del teatro contemporáneo.
Hasta hace unos días, el creador de personajes desencantados y delirantes llegó al Teatro La Plaza ISIL en un estupendo montaje que vale la pena reseñar.


Noche a oscuras
“La fiesta de cumpleaños” encierra la acción en una habitación un poco descuidada. Por sus rincones y gavetas aún resuenan los éxitos lejanos de Stanley (una excelente interpretación de Paul Vega), un excéntrico pianista refugiado en la soledad, aún cuando los esposos Meg y Petey Boles (Ana Cecilia Natteri y Alfonso Santistevan), los dueños de la casa en la que es el único huésped, lo visitan a menudo.
Los días parecen repetirse hasta que Goldberg (Mario Velásquez) y McCann (Rómulo Asseretto) alquilan una habitación en ese aposento. A la llegada imprevista de estos dos extraños sigue la insólita idea de celebrar el cumpleaños de Stanley. Sorprendido, el pianista niega que esté por cumplir años, sin embargo, esa noche Goldberg, McCann, Meg y Lulu (una anecdótica presentación de Gisela Ponce de León), una joven vecina, deciden festejar una extraña fiesta.


Silencios elocuentes
Un elemento de las obras de Pinter es la incertidumbre. Aquello que inquieta sin saber dónde se esconde y que acecha esta puesta escénica gracias a las buenas actuaciones del elenco. Surgen así las pocas certezas sobre el pasado de Stanley o el misterioso arribo de Goldberg y McCann, dos desconocidos que, por ejemplo, hablan de una organización sin decir más.
Quizá, la vida de los caseros represente un equilibrio en esta historia. Destaca Ana Cecilia Natteri por una interpretación que va desde ternura hasta el extraño cariño que siente por el pianista; y bien acompañado de un despreocupado personaje encarnado por Alfonso Santistevan. 
Cada detalle guía al espectador por una atmósfera de dudas que logra transmitirse a pesar de tratarse de un texto en inglés. Esta última afirmación compartida por estudiosos de Pinter, quienes concuerdan que es más importante lo que no se dice en lugar de lo que sí. 
Es por eso que la tensión de la obra no desaparece aún cuando los diálogos –aislados, en apariencia– sugieren más preguntas que respuestas.La obra se olvida de esclarecerlas y deja al espectador en desconcierto, pero cargado de teorías. Una sensación que probablemente sucedió con el público que la vio por primera vez en 1958.


Estilo ‘pinteresco’
En un inicio la crítica especializada desestimó esta obra y sólo recibió una opinión favorable –y profética– de Harold Hobson. “A pesar de la experiencia vivida la semana pasada (el cierre de la obra), vamos a oír hablar del señor Pinter y de “La fiesta de cumpleaños” en algún momento. Tomen nota de sus nombres”, reseñó en mayo de 1958 en el Sunday Times.
En piezas teatrales como ésta, Pinter esbozaría los rasgos reconocibles de sus “comedias de la amenaza”. El Premio Nobel de Literatura del año 2005 utilizó historias negras y escalofriantes para plasmar el dilema de la identidad individual a través de personajes solitarios y desilusionados.
En sus tramas es usual ver a un intruso que inquieta y desquicia la intrascendente existencia de sus protagonistas. Mientras que sus diálogos se salpican de largas pausas y silencios, como si fuera difícil comunicarse entre ellos. Una atmósfera cuidadosamente dibujada en la puesta dirigida por Chela de Ferrari en el Teatro La Plaza ISIL de Miraflores.


Créditos de fotos: Teatro La Plaza ISIL

Ficha técnica
“La fiesta de cumpleaños”, de Harold Pinter
Dirección: Chela De Ferrari
Elenco: Paul Vega, Ana Cecilia Natteri, Mario Velásquez, Rómulo Asseretto, Alfonso Santistevan y Gisela Ponce de León.

1 comentario:

  1. Me encantó la obra no quisiera morir sin encarnar a ¨Stan¨ en un obra.

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