sábado, 30 de mayo de 2015

Sombrías ficciones

Pocos lugares resultan tan evocadores como la mítica Transilvania. Su nombre basta para imaginar, con estremecimiento automático, perversos vampiros, aunque su nueva imagen estilizada en sagas maquilladas no atemorice tanto. Pero ¿qué sucedería si observa a un “vampiro” en una locación distinta como su apacible vecindario?
Hugo y Francisca
La mexicana Bárbara Colio (Baja California, 1969) jugó con esta inteligente premisa en una pieza que tituló “Casi Transilvania”. Dejó a los macabros seres en el folclor de la misteriosa Rumanía y, por el contrario, encontró paralelismos “sombríamente” divertidos en la vida cotidiana de la ficción.
Bajo la acertada dirección de Alberto Ísola, “Casi Transilvania”, delinea sus escenarios funestos para quienes osen ingresar en los sinuosos dominios de la vida y la muerte. Un viaje sin retorno entre contraluces y ambigüedades que afrontarán cuatro personajes una noche lejana.

SERES NOCTURNOS
Podría verse al montaje como un rompecabezas: una mixtura entre comedia negra y drama confesional sostenido por un hilo detectivesco que la une de principio a fin. En este esquema se sitúa una despiadada alegoría de quienes usurpan la “vida” para “crear” ilusiones existenciales consumidas por otros.
Sergio Llusera
En estricto, una pareja de esposos avocado al rodaje de una película. Julia (aceptable rol de Urpi Gibbons), una guionista desconfiada y Hugo (un papel bien resuelto por Sergio Llusera), un director desesperado por culminar su cinta. No es casualidad que Colio adhiera una estela “caníbal” sobre ellos ni que entre ambos se ubique a dos personajes “reflejo”.
La mesera Francisca (notable trabajo de Carolina Barrantes del Río) y su “par ficticia”, la actriz en busca de protagonismo (la correcta Tati Alcántara), cuya confrontación será uno de los mejores momentos de la obra. En conjunto, se desliza un juego de apariencias –lo que permite la ficción y lo que soporta la realidad– con un desenlace que favorece el misterio hacia el epílogo.

CONFUSIÓN GÓTICA
Además, la puesta transita en ambigüedades sobre la sangre (leucemias) y vampiros (improbables desvanecimientos ante espejos) para crear espacios de intriga y curiosidad en escena. Colio se vale del simbolismo del imaginario popular para fortalecer su premisa: la noche, la suerte, las estrellas y el destino.
Gibbons, Barrantes del Río y Alcántara
La puesta logra aciertos en el aspecto técnico. Las proyecciones (escenas del interrogatorio inicial o las tres versiones de “doble” al final) son un elemento sincronizado bien empelado que revalida –o cuestiona, quizá– los límites para utilizar los recursos de cine en el lenguaje escénico.
Elegida por Ísola, la música –similar a la banda sonora de un filme expresionista alemán– consolida la atmósfera tétrica e inquietante. Aunque su sensibilidad luzca distante, “Casi Transilvania” es una obra plausible por la maestría de su resultado: desnudar todas las versiones de uno y encontrar ahí los vanos tormentos de siempre.

FICHA ESCÉNICA
Dirección: Alberto Ísola
Dirección adjunta: Norma Berrade
Elenco: Sergio Llusera, Tati Alcántara, Carolina Barrantes del Río y Urpi Gibbons
Lugar: Auditorio del ICPNA (Av. Angamos Oeste 120, Miraflores)
Temporada: Del 2 de mayo al 7 de junio
Funciones: De jueves a lunes a las 8pm
Una producción de Escena Contemporánea
Más información en el evento de la obra

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