miércoles, 6 de mayo de 2015

La mala educación

Un vistazo al estadounidense David Mamet (Chicago, 1947) revela una dimensión controvertida y desencantada de los dramas modernos. Sus piezas metafóricas –y, rara vez, naturalistas– han sido el camino perfecto para acercarse a las pugnas de poder y la pluralidad ideológica sin caer en etiquetas políticas.
Mesta y Centurión en "Oleanna"
En “Oleanna” (1992), uno de sus textos más polémicos, el dramaturgo plantea un discurso provocador sobre el sistema educativo universitario desde dos perspectivas opuestas: un docente y su alumna. En una confrontación inteligente e inesperada, los argumentos irán delineando las relaciones de dominación entre ellos.
Tras su estreno en el XIII Festival de Teatro Peruano Norteamericano (2014), “Oleanna” culminó hace poco su segunda temporada cuestionando el éxito profesional, las luchas de género y la moral educativa. Un juego escénico de pistas aparentes e intereses camuflados sostenido por buenas actuaciones y una acertada y equilibrada dirección de Jamil Luzuriaga y Fiorella Díaz.

CRITERIOS EN VENTA
Un encuentro entre el catedrático John (un ecuánime y sobrio Carlos Mesta) y Carol (desconfiado y dubitativo papel logrado por Alexa Centurión) da pie al debate. El primero encarna a un profesor de buena posición y reconocido prestigio, aunque con un lado “subversivo” que le permite criticar la naturaleza del sistema educativo del que forma parte.
John y Carol, dos víctimas de la educación formal
Centurión, por su parte, interpreta a una pupila cargada de contradicciones y frustraciones, producto de ese modelo imperfecto. 
Entre ambos surgirá una oscura complicidad –cortada por la intrusión de un teléfono celular– que dejará libres interpretaciones y acercará sus mundos distantes en ideología y aspectos socio–económicos de forma irremediable.
Se dibujará una interesante evolución del vínculo entre ellos. Tras varios debates se criticará la idoneidad del sistema educativo, el servilismo ideológico, el mercantilismo tecnocrático y se apreciará una sátira al lenguaje políticamente correcto. ¿Es posible tener la razón en todo? Cada espectador, apelando a su criterio y experiencia, lo decidirá al final de la obra.

CLASE MAESTRA
A lo largo de sus tres actos, “Oleanna” mantiene un interés creciente –logrado con mayor solvencia en el primero– gracias a sus diálogos acuciosos y perspicaces alegatos. Los argumentos esgrimidos colindan con la manipulación argumentativa, la acusación política, el escándalo mediático y el desconocimiento de causa.
Afiche de la segunda temporada
La confluencia de estos aspectos intensifica la falta de comunicación entre los personajes y, curiosamente, sostiene la dinámica. Aunque densa por momentos, el montaje se vale de ágiles proyecciones con un resultado aceptable y un debut promisorio para ambas directoras.
Oleanna”, título de una evocadora canción del folklore noruego, termina su ciclo con buenos comentarios y una estela reflexiva que la convirtieron en la obra premiada por el público en el festival del ICPNA. Ese esquivo juego de poderes descrito por Mamet desnuda y relativiza el consenso de la vida en sociedad, un paradigma que cuestionar a diario.

Ficha escénica
Oleanna”, de David Mamet
Dirección: Jamil Luzuriaga y Fiorella Díaz
Elenco: Carlos Mesta y Alexa Centurión
Lugar: Centro Cultural Ricardo Palma (Av. Larco 770, Miraflores)
Más información en la página de la obra

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