Mariana de Althaus ha demostrado tener un ojo
clínico para abordar los dramas familiares sin temores. Su visión, precisa e inteligente,
le ha servido para delinear el universo femenino en una sociedad machista y patriarcal,
esquivando los clichés. Esta búsqueda
ha transitado por “Efímero” (2007), “Criadero” (2011) y “El sistema Solar” (2012).
Gustavo Bueno y Fernando Luque |
Ahora emprende un nuevo reto con “Karamazov”, basada en “Los hermanos Karamazov”, una de las obras medulares de Fiodor Dostoievski (1821-1881). Los atormentados
mundos y decadentes personajes masculinos descritos en sus novelas psicológicas
confluyen esta vez bajo su dramaturgia poética, íntima y funcional.
Esta exploración no es azarosa. Ya en “Padre
Nuestro” (2013) se había internado en lo más profundo de la psiquis varonil. Esto, sin olvidar sus esbozos
masculinos de trazo duro y tierno, como Leonardo y Puli de “El sistema Solar”. Con
“Karamazov”, De Althaus continúa esa senda.
Lazos de
sangre
La puesta congrega a una familia disfuncional
en la gélida Rusia del siglo XIX. Los personajes transmiten la distancia
afectiva con que crecieron y el resentimiento. Fiodor Karamazov (Gustavo Bueno,
quien debería ser más frío y autoritario) es el patriarca.
Gustavo Bueno, Sebastián Monteghirfo y Rodrigo Sánchez-Patiño |
Sus hijos son el inteligente y reprimido Iván
(Sebastián Monteghirfo), el agresivo y libidinoso Dimitri (Rodrigo Sánchez – Patiño)
y el reflexivo seminarista Alexei (Fernando Luque).
Aparece luego el criado Smerdiakov
(Gabriel Iglesias), en realidad, hijo no reconocido, nacido de una relación ilícita.
Esta dicotomía parental funciona débilmente, aun
cuando los líos amorosos (Lizet Chávez y Katerina D’Onofrio, correctas en
escena) enfrentan a Dimitri y su progenitor. Pero, resulta más dolorosa y
sincera con Iván y, en algunos pasajes, con Alexei, su predilecto. La puesta logra
interesantes aciertos en dos horas y media de función gracias a su ritmo y esencia realista.
Figuras
paternales
Y es que no se trata, en estricto, de una adaptación
teatral, sino de una obra sobre la dura relación entre el padre y los hijos, y un final
luctuoso con momentos de intriga. Se discierne también sobre la fe y la razón (Enrique Victoria con dos roles tan fugaces como bellos), y el
honor (buen papel de Emilram Cossío), que ahora no tienen el mismo valor que cuando fueron descritos por Dostoievski.
Escena de Iván y Alexei Karamazov |
Sin embargo, alcanza su esplendor con otras escenas
–apoyadas por una escenografía desoladora, melodías de armónica, secuencias cantadas y luces que acentúan sus atmósferas– sobre la justicia, la espiritualidad, la culpa y el libre albedrío. En una de las más logradas aparece el Diablo (Gonzalo
Tuesta).
Es justo destacar los roles de Luque y Monteghirfo
en un elenco con un trabajo plausible y serio. Mérito de una dirección compartida
entre De Althaus y Adrián Galarcep cuya convicción fue llevar a escena una obra
moderna que sintetice “esta historia tan violenta, bella y sabia”, como asegura su autora en el programa de mano, sin que importe su corta
longevidad.
Crédito de fotos:
Claudia Córdova / Centro Cultural de la Universidad del Pacífico
Ficha teatral
“Karamazov”, basada en “Los hermanos Karamazov” de F. Dostoievski
Dramaturgia: Mariana de Althaus
Dirección: Mariana de Althaus / Dirección
Adjunta: Adrián Galarcep
Elenco: Gustavo Bueno, Rodrigo Sánchez –
Patiño, Sebastián Monteghirfo, Fernando Luque, Gabriel Iglesias, Katerina D’Onofrio,
Lizet Chávez, Enrique Victoria, Emilram Cossío, André Moyo, Alonso Alvarado, Adrián
Du Bois, Coco Limo, Gonzalo Tuesta y Jorge Black.
Lugar: Teatro de la Universidad del Pacífico
(Jr. Sánchez Cerro 2121, Jesús María)
Temporada: Del 17 de mayo al 21 de julio de
2014
Funciones: De jueves a lunes 8:30pm /
Domingos a las 7pm
Entradas: S/. 50 (General) y S/25 (Estudiantes
y jubilados)
Lunes populares: S/. 35 (General) y S/. 20 (Estudiantes
y jubilados)
Más información en el evento de la obra
Muy buena tu crítica Eder. Coincido en que Bueno debió estar más enérgico, puesto que su personaje es el que genera sentimientos negativos en dos de sus hijos. También en que es loable que se aborden temas como la relación entre padre e hijo, la fe y el honor. A mi parecer, la obra "corrió" más después del asesinato y durante el juicio. A.A.V.
ResponderEliminarBuenas apreciaciones, Aurora. Varias reseñas acusan esas falencias, pero destacan otras. Por ejemplo, el mérito (arriesgado) de los directores a adaptar una obra al lenguaje teatral, explorar las familias patriarcales de fines del siglo XIX... en ese trance, la obra puede ser o no más fluida. Gracias por leer el blog. Un abrazo.
EliminarGracias por tu crítica, Eder. Precisa y necesaria. Gracias por acompañarnos en el teatro.
ResponderEliminarAdrián Galarcep.
Gracias por leer el blog, Adrián. Sin ustedes, su pasión, riesgo y genio en escena (o detrás de ellas), estas pequeñas observaciones no tendría sentido. Ya comentaré trabajos tuyos (como hice con "Automáticos" y "Lo que sabemos"). Un abrazo.
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