Un concierto de esquivas posibilidades domina “Rockstars”. En esta historia escrita y dirigida por Ernesto Barraza (Lima, 1979), los
azares del destino desafían los sueños de cuatro amigos que fuera del colegio imaginan
su vida como estrellas de rock.
Una premisa básica que esboza el
estilo de Barraza y que es posible rastrear en otros trabajos como “Break” (2011) o “Botella
borracha” (2012). Por ejemplo, la transformación generacional, los ejercicios irresolubles del pasado y los dilemas venideros. En “Rockstars”, el autor continúa esa línea con un
resultado dinámico y fresco, aunque sin la carga dramática que se esperaba.
Pequeños
ídolos
Y es que en “Rockstars” los personajes son carismáticos, bien delineados, pero de poca profundidad psicológica. El origen podría residir
en la dramaturgia, pero que no logra corregirse en la dirección. Una seria dificultad si se considera que todos ellos están inmersos en el trance de la adolescencia
a la adultez.
Se ve a Sebastián (Stefano
Salvini), líder de la banda y el más idealista del grupo. El vocalista considera
que la música no sólo puede cambiar la sociedad, sino ser su modus vivendi. Piensa eso hasta que
recibe un quiebre existencial con la aparición de la fotógrafa Claudia (Jely Reátegui).
A Sebastián se contrapone Sergio
(Gabriel González) quien comparte sus sueños musicales con los sólidos estudios en Derecho. Completan la banda Marco (Andrés Salas), el irreverente baterista que zigzaguea
con su futuro y Renzo (Nicolás Valdés), aspirante a rockstar que estudia repostería antes de los ensayos.
Rumbo
a escena
Las actuaciones son naturales y correctas.
A pesar de la ausencia de un rol antagónico –salvo los azares y las situaciones
inesperadas– la puesta transcurre de forma entretenida y ágil en escena. Los
disfuerzos de inmadurez, el vocabulario juvenil y la ‘chacota’ animan los
diálogos, mientras la estética rocker
conjuga la atmósfera con buen tino. La música es otro notable acierto.
El escenario realista –un garaje
convertido en lugar de ensayo– está al servicio del montaje gracias a un acertado
trabajo de luces y sonido. Sin embargo, la puesta ofrece un difuso desenlace: como
si fuera un final abierto que si bien es espectacular se diluye en el epílogo de la historia.
Al margen de este detalle, no puede desmerecerse
la producción de este director y dramaturgo. Ha sido uno de los ganadores del
Festival Sala de Parto de La Plaza con la pieza “Bésame mucho” –a estrenarse en 2014– y hace unos años
su obra “El duende” ocupó el tercer puesto en el Segundo Concurso de Dramaturgia
“Ponemos tu obra en escena”.
Foto: Grace Hoyle / Aliette Bretel
Ficha
técnica
“Rockstars”, de Ernesto Barraza
Eléspuru
Dirección: Ernesto Barraza Eléspuru
Dirección adjunta: Diego Lombardi
Elenco: Stefano Salvini, Jely Reátegui,
Gabriel González, Andrés Salas y Nicolás Valdés
Lugar: Centro Cultural Ricardo Palma
(Av. Larco 770, Miraflores)
Las funciones van de jueves a domingo
a las 8pm
La temporada culmina el 17 de
noviembre
Más información en el evento de la obra
Una producción de Break Producciones
Hola, me encantó la obra.
ResponderEliminarPienso, que no está mal que no exista un hecho concreto en el desenlace, pues se da a entender que después de ganar el concurso ellos llegan a compartir su sueño de ser músico y trabajar en otros asuntos. Sebastián (Salvini) llega a comprender que necesita de dinero; Marco (Salas) por el hijito que vendrá, también. Pasó igual con los otros dos muchachos. Y si eso no es lo que pensaba el director Ernesto Barraza, es lo que me gustaría que suceda. Saludos,
Gracias por el comentario, Aurora. Yo planteo aquello que hubiera cerrado más el círculo de la historia, pero eso es lo bonito del teatro: que hayas observado o proyectado aquello que resultaba menos evidente para mí hacia el final de la obra. No dejes de revisar mis reseñas y siempre acudir al teatro. Un abrazo.
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