“El fin justifica los medios”. Esta frase
del pensador Nicolás Maquiavelo (1469-1527) encaja con singular precisión en
las dimensiones más oscuras del poder y en los mecanismos usados para lograr sus fines. En la Historia los ejemplos sobran y en “¡Baila con la Muerte!”, tragicomedia de
arquetipos escrita por Maritza Núñez (Lima, 1958) danzan en un festín caótico.
Un banquete peligroso y embustero que se
presenta hasta este domingo 5 de mayo en la renovada Sala de la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático (ENSAD).
En él se transan favores políticos, intereses ocultos y eternos prejuicios inmersos en una Lima extrañamente hedonista de los años 50.
En él se transan favores políticos, intereses ocultos y eternos prejuicios inmersos en una Lima extrañamente hedonista de los años 50.
La historia recrea una fiesta que congrega
a personalidades políticas, económicas y artísticas en casa de un general –irreverente
alusión al general Manuel A. Odría– antes de las elecciones de 1956. En ese
entonces, se debatía el voto de las mujeres o la conscripción del APRA, y las
candidaturas se decidían entre noches de jarana y mambos de Dámaso Pérez Prado.
Noche
frenética
Los anfitriones Nella (María José de Zaldívar)
y Sergio (Leonardo Torres Descalzi) han apostado su futuro político en las próximas
elecciones y organizan una pequeña fiesta. A ella acuden un empresario exitoso (Gustavo Mac Lennan) y su divertida amante
(Rocío Ántero – Cabrera) así como una mujer muy religiosa de acomodada posición (Pilar
Núñez).
La insólita constelación de invitados incluye
a una ex reina de belleza (Lieve Delanoy) y un ambicioso arquitecto (Nelson Tafur). Cada arquetipo revela sus ideales e intrigas siempre acompañados de un halo arribista.
Junto a ellos y con un protagonismo ganado están los mozos (Herberth Hurtado, Gerson del Carpio y Héctor Quispe). Los tres son una comparsa coreográfica amena, casi la de un vodevil. Una mención especial para Perico (Emilio Montero), el mayordomo principal, cuyas apariciones histriónicas son cómicas y ágiles; mientras que el pianista Luis Felipe Sánchez crea la atmósfera oportuna para cada situación de la puesta.
Junto a ellos y con un protagonismo ganado están los mozos (Herberth Hurtado, Gerson del Carpio y Héctor Quispe). Los tres son una comparsa coreográfica amena, casi la de un vodevil. Una mención especial para Perico (Emilio Montero), el mayordomo principal, cuyas apariciones histriónicas son cómicas y ágiles; mientras que el pianista Luis Felipe Sánchez crea la atmósfera oportuna para cada situación de la puesta.
El
juego político
Existe una orquestación macabra e inadvertida en el texto de Núñez. A pesar de ser exhibida en un solo acto, hay dos partes definidas.
Una primera avocada a una farsa política y costumbrista moderna como una postal
inspirada en algún libro de Guillermo Thorndike. El programa de mano cita uno
en especial: “Los apachurrantes años 50”.
Los trazos del imaginario criollo y ridículamente afrancesado se entrelazan en cuadros entretenidos y cotidianos.
Pero luego viene un quiebre audaz. El punto desencadenante tiene como pretexto
la muerte de Nella, la anfitriona y esposa del militar, sin presagiar lo que
está por venir.
Entonces aparece un segundo momento lleno de escenas sensuales,
picardía y coreografías bastante sugerentes. Una apuesta bizarra, atractiva y escandalizadora
a la vez. En esta parte, los preceptos del espectador (y de la sociedad también) son puestos a prueba entre la sorpresa, la risa nerviosa o el escándalo.
Inicio
y fin
Un riesgo en escena sostenido con buenas actuaciones
de un elenco experimentado pero fresco, y una dirección acertada. El vestuario, el
diseño de luces, la escenografía y la composición musical (“El manguerazo” y “El
bolero de Cuchita”, de Sadiel Cuentas) son impecables y no hacen extrañar a la
producción en otros salas.
El resultado han sido funciones a sala
llena en la ENSAD y opiniones y reflexiones de todo tipo, un ejercicio
saludable para cronistas y espectadores de nuestro teatro. “¡Baila
con la muerte!”, el montaje de esta autora peruana residente desde 1986 en Finlandia, ha inaugurado así la nueva etapa de la histórica sala y cierra
su temporada esperando alguna reposición futura que nos dé más para comentar.
Crédito de fotos: Fernando Criollo / VyV Comunicaciones
Ficha artística
“¡Baila con la Muerte!”, de Maritza Núñez
Dirección: Jorge Sarmiento Llamosas
Elenco: María José de Zaldívar, Leonardo
Torres Descalzi, Pilar Núñez, Gustavo Mac Lennan, Lieve Delanoy, Emilio Montero,
Rocío Ántero - Cabrera y Nelson Tafur. Emilio Montero, Luis Felipe Sánchez, Herberth Hurtado, Gerson del Carpio y Héctor Quispe
Última función: domingo 5 de mayo a
las 6:30pm
Lugar: Sala de la Escuela Nacional Superiorde Arte Dramático - ENSAD (Paseo de la República cuadra 4, en el Parque de la
Exposición)
Más información en el evento de la obra.
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