Alguna vez los únicos problemas de la vida eran
los escritos sobre papel cuadriculado, entre signos y fórmulas. Más de uno
hubiera dado cualquier cosa por conocer alguna forma más rápida de resolver ecuaciones
sin tener que estudiar. Reconozco que esa idea me fascinaba desde niño.
Con esta curiosa premisa inicia “Un deseo para
Virginia”, pieza escrita y dirigida por Katiuska Valencia. Hasta hace unas semanas,
este encantador montaje para niños –y para los más grandes– jugaba con la ilusión
que despiertan los deseos desde un rincón evocador: la Asociación Cultural Tránsito de Barranco.
Una niña
traviesa
A Virginia (Alexa Centurión) no le gustan las
matemáticas. A menudo, es reprendida por su madre (Jimena Ballén Tallada) y,
por si fuera poco, ha notado que su tierna abuelita (Tania Pezo) ya no luce tan
saludable como antes. Por eso, cada vez que puede busca estrellas fugaces y
pide deseos que resuelvan sus dilemas.
Pero los astros fallan y la inquieta niña huye de
casa. En esa aventura conoce a niños distintos a ella: algunos trabajan como si
fueran adultos y otros, en cambio, viven las dificultades de la calle. Sonriente,
aunque un poco desilusionada, Virginia descubre lo que afortunada que es. Claro,
sin dejar de creer en los deseos, aunque bajo otra perspectiva.
En “Un deseo para Virginia” es curioso observar
–y recordar– la infancia desde los ojos de una niña de diez años (Virginia avista
estrellas con sus binoculares). Pero es más interesante la manera en que el
público se conecta con ella. Por ejemplo, el viaje narrativo de la obra –escena
a escena, a través de la colorida casa de Tránsito– presentando a curiosos
personajes.
Además, la protagonista y sus amigos (Tania Pezo
y Fito Bustamante, en unos de tantos roles) se lucen en los pasajes musicales. Sus
canciones destacan por la simpleza de sus letras y el agradable acompañamiento (y
el arreglo) musical de Laura Arroyo en el piano, vitales para construir un
espectáculo bastante ágil y ameno.
A pesar de los años, siempre habrá algún rincón
en el que se conserve un poco de niñez. Y si, de casualidad, no lo encuentra, puede
ver puestas infantiles que, como en “Un deseo para Virginia”, son un buen
ejercicio para recordar, entre sonrisas, la alegría de una edad añorada.
Ficha
técnica
“Un deseo para Virginia”, de Katiuska Valencia
Piñán
Dirigida por Katiuska Valencia Piñán
Actúan: Alexa Centurión, Jimena Ballén, Tania
Pezo y Fito Bustamante
Música en vivo: Laura Arroyo Gárate
Diseño y realización de vestuario: Mariana Álvarez
del Carpio
Diseño y realización de escenografía: Carola
Gutiérrez Paz
Producción
general: Tránsito - Vías de Comunicación Escénica
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