martes, 21 de octubre de 2025

Fábulas de ayer y hoy

Entre la nostalgia literaria y la osadía creativa, El Quipu Enredado sigue a la caza de estímulos provenientes de la narrativa peruana como fuente de inspiración en su quehacer escénico. “Canta el ronsoco” (2025), su decimosegundo montaje, es una muestra clara de ello.

"Canta el ronsoco", nuevo montaje
de El quipu Enredado 

Esta vez, este elenco de la Casa de la Literatura que combina artes vivas y literatura ha tejido un trabajo singular si se quiere catalogar. Quizá, porque su concepto –surgido de horas de lectura e ingenio colectivo– se asemeja más a un deleite sensorial o una experiencia lúdica antes que un montaje para un espectador tradicional. Entre el silencio y la oscuridad, su denodado ejecutante centra sus esfuerzos en dar protagonismo a la máscara, el vestuario, el títere y los demás objetos en escena, sin mayores aspavientos. Algo que logra con un trabajo técnico y musical sugerente y cuidadoso.
En el aspecto formal, la propuesta que dirige Roberto Sánchez-Piérola desarrolla una serie de cuadros inmersivos y disfrutables para mentes desde los 12 años a más. El punto de referencia es marcado por seis novelas peruanas publicadas en los últimos 50 años, específicamente sus pasajes finales, cargados de lirismo e incertidumbre.

¿Ser oveja o cabra?, uno de los
dilemas inmersivos del montaje

Aunque aparentemente antojadiza y aleatoria, esta premisa despierta infinitas posibilidades creativas que su intérprete traduce con esmerada delicadeza en acciones coherentes.
Y lo realiza mientras disfruta de un anonimato sutil en escena, la simetría visual en la iluminación y la sincronía perfecta en el ingreso y salida de los múltiples elementos. 
“Canta el ronsoco” deslumbra por su naturaleza de cuadros intercalados. Primero, una simpática abuela aparece a bordo de su bicicleta para ponerse a coser con calma. Entre telas, botones, tijeras y la música de un cadencioso piano, la ancianita de fieltro borda sus historias bajo la atenta mirada de su público y la invariable luz cenital. En este mágico mundo, una oveja muda sus lanas y pieles entre revistas de tendencia, modas televisivas y ritmos tropicales o urbanos según sea la estación. El lanudo personaje recurre a un baúl de madera lleno de objetos, hasta la siguiente escena, que, más sobria, muestra apenas un atril y un cuaderno de portada fucsia.

Esta propuesta inmersiva literaria es dirigida
por Roberto Sánchez-Piérola

En ella, una cabra, más ilustrada que tirana, realiza un plebiscito entre seis imágenes de arbitraria elección, cuya respuesta literaria resulta movilizadora y terapéutica, nada ajena al clamor de la calle. La presencia del ronsoco, por su parte, marca el colofón del montaje. Como en una tornamesa imaginaria, este animalito de la fauna peruana gira, en agradable reposo, mientras el pasado y el presente conversan en el nostálgico verso de una polca o un valse. “Canta el ronsoco”, propuesta de El Quipu Enredado, propicia la reflexión sobre nuestra identidad (literaria y social) entre intuiciones y recuerdos. 

Textos de partida
“Cantar de Agapito Robles” de Manuel Scorza (1978)
“Canto de sirena” de Gregorio Martínez (1985)
“Final del Porvenir” de Augusto Higa (1992)
“Ximena de dos caminos” de Laura Riesco (1994)
“Los eunucos inmortales” de Oswaldo Reynoso (1995)
“Tristán” de Patricia de Souza (2010)

FICHA ESCÉNICA
“Canta el ronsoco”
Creación de El Quipu Enredado
Dirección: Roberto Sánchez-Piérola
Temporada: Del 06 de setiembre al 26 de octubre (excepto los días 18 y 19 de octubre)
Funciones: sábados y domingos a las 7pm
Lugar: Casa de la Literatura Peruana (Jr. Ancash 207, Lima)
Ingreso libre, con aforo limitado
Los tickets se recogen una hora antes de la función

No hay comentarios:

Publicar un comentario