jueves, 18 de julio de 2019

Jaulas invisibles

Existen prisiones infranqueables e intangibles en la cotidianidad, casi en la comodidad de tu hogar. “Los elefantes” desafía ese peligroso universo camuflado de trabajos desmotivadores y matrimonios estables con agudo sigilo y minuciosidad a través de una familia de clase media perdida en los confines de la normalidad.
Eugenia, (Denisse Arregui), W (Tadeo Congrains)
y Rengifo (Claret Quea)
Este drama familiar con contrapuntos absurdos e inesperados escrito y dirigido por Ronnie Farfán se sitúa en los complicados años ochenta, con algunas pistas de una localidad precisa. Bajo esta óptica se esbozan inimaginables dinámicas conyugales, parentales y fraternales tejidas sobre secretas resignaciones, sueños postergados y el azaroso futuro de sus miembros. Las desoladoras, extravagantes y delirantes situaciones de la puesta confirman que ni en la ficción más osada podrían convivir familias ideales o funcionales. Esta cualidad llamó la atención del jurado del Festival Sala de Parto 2017 para declarar a esta singular exploración tragicómica como una de sus ganadoras. Los elefantes” presenta a una familia acomodada, disfuncional, poco comunicativa y algo excéntrica. Sus miembros habitan el mismo hogar, pero no necesariamente la misma realidad. Eugenia (Denise Arregui) y Perelman (Javier Valdés), los padres, viven ensimismados y expectantes de un inminente divorcio.
W (Congrains) y Perelman (Javier Valdés)
Sus hijos, Rengifo (Claret Quea) y W (Tadeo Congrains) son algo más conscientes de su entorno, aun cuando el primero es un muchacho con habilidades diferentes, mientras que el segundo es un chico prodigio –el orgullo de los padres– con serias aspiraciones académicas. Ambos liderarán las acciones más decisivas de la trama ante la errática presencia de los progenitores.
Farfán cubre a sus personajes de un sentido de inconexión entre sí que aporta intriga y honestidad. Ese verdadero “divorcio” entre padres e hijos hace posible escenas fuera de serie con un baño portátil en sala y dos muñecos junto a W y Rengifo que simulan perfectamente el grado de descomposición familiar que comparten.
El elenco cumple las indicaciones de una dirección que, tras un aprendizaje en la asistencia, es cuidadosa. Valdés contiene su drama –un deseo escondido y casi utópico– con parlamentos escuetos, mientras que Arregui bordea la histeria, la locura y el orgullo ante las situaciones que afronta sin perder una cuota de humor.
"Los elefantes", una familia fuera de serie
No obstante, Quea y, especialmente, Congrains, alcanzan trabajos notables no solo por el tono pintoresco de sus papeles, sino por la humanidad y naturalidad con que los han concebido. 
La escenografía es realista: una sala de casa con una biblioteca de estantería llena –la Casa Amaru de Barranco es bien aprovechada–, una mesita de centro, cuadros y un teléfono de disco que resultará esencial. La selección musical exquisita y un vestuario sin mayores artificios enmarcan la época sin dificultades. En tiempos de redes sociales y gente hiperconectada, “Los elefantes” ironiza sobre esa “normalidad” que la sociedad exige a las familias sin reparar, quizá, que la aleatoria interacción de sus miembros sea su dimensión exacta.

FICHA ESCÉNICA
Los elefantes” de Ronnie Farfán
Dirección: Ronnie Farfán
Elenco: Denise Arregui, Javier Valdés, Claret Quea y Tadeo Congrains
Lugar: Amaru Casa Cultural (Jr. Sucre 317, Barranco)
Funciones: De jueves a domingo a las 8pm
Temporada: Del 6 de junio al 21 de julio
Entradas: S/ 50 (General) y S/ 30 (Estudiantes y jubilados)
Informes: Los elefantes Teatro / Sala de Parto

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