miércoles, 30 de noviembre de 2016

Paloma en cautiverio

El libertario aroma de las ideas impresas colisiona con la lógica prosaica de los hombres en “La muchacha de los libros usados”. Esta fábula descarnada de Arístides Vargas (Córdoba, 1954) describe los severos riesgos de desafiar al establishment patriarcal si eres mujer. O, quizá, de alguna minoría.
El Coronel (Antonio Aguinaga) y la
muchacha (Mayella Lloclla)
Bajo su evocador título, la puesta que dirige con visos alegóricos y minimalistas Mariana Palau deslumbra por la riqueza emocional que encierra su argumento: una niña de 14 años es vendida a un hombre mayor (un despiadado coronel) bajo un contrato sostenido en apariencias más que en convicciones. La ficción de Vargas –concebida en los noventa– critica con ingenio las relaciones asimétricas en hogares latinoamericanos. Países forjados a sangre y a fuego que reconocen, a cuentagotas, el aporte de la mujer pero que se resisten todavía a insertar su figura protagónica en su historia.

LOS DÍAS DÍFÍCILES
En esta puesta fuerte y de sutil intensidad –quizá, por su narrativa episódica– sobresale el notable compromiso de su elenco. La muchacha (acertada y rebelde Mayella Lloclla) vive en los extremos del albedrío: su valor se reduce a un objeto con un precio, precepto que impulsa su inconformidad ante el público.
Javiera Lizama, Lloclla y Paula Lizama
Junto al buen desempeño de Lloclla, la multiplicidad de papeles (hasta 13) no amilana a sus compañeros. El padre machista (bien logrado por Juan Carlos Therán) y la resignada madre (Sylvia Majo de sensibles matices) fungen también como un batallón esmerado o los convidados de un veleidoso festínAntonio Aguinaga (el coronel déspota) y Carlos Montalvo (con múltiples roles) ofrecen actuaciones plausibles. El primero crece en magnitud y perversidad a través de la historia, mientras que Montalvo se divierte entre muecas risibles y parodias castrenses. En suma, una comparsa avezada.

OCASO ESCÉNICO
El trabajo en el espacio es diligente y dinámico. El desplazamiento del elenco domina el centro y los cuatro rincones fuera del escenario circular de Aranwa. Sobre ella, las pausas musicales (aporte de Javiera Lizama y Paula Lizama) van delineando un montaje dulce en un inicio hasta tornarse melancólico.
Elenco de la obra
A lo largo de la obra (poco más de una hora) la presencia de elementos justifican las inevitables contradicciones, algo usual en Vargas. Por ejemplo, las diversas jaulas juegan entre la opresión y libertad, en cambio, el color rojo (en telas y luces) presagia la vida y la muerte. El vestuario recuerda un caqui militarUn resultado visto hace algunos meses en “Directores en Acción 2016”, festival de Aranwa en el que Palau había presentado esta propuesta poética. La muchacha de los libros usados” reditúa los estragos heredados por un pensamiento clasista y colonial del que es difícil zafarse aún en el nuevo milenio.

Fotografías: Joseline Urco / La muchacha de los libros usados

FICHA ESCÉNICA
La muchacha de los libros usados”, de Arístides Vargas
Dirección: Mariana Palau / Asistencia: Santiago Giraldo
Elenco: Mayella Lloclla, Antonio Aguinaga, Carlos Montalvo, Sylvia Majo, Juan Carlos Díaz Therán, Javiera Lizama y Paula Lizama
Asistencia de producción: Ítalo Alcántara
Diseño: Paola Maggio
Funciones: Martes y miércoles a las 8pm
Temporada: Del 15 al 30 de noviembre
Lugar: Teatro Ricardo Blume (Jr. Huiracocha 2160, Jesús María)
Mayores informes en la página y evento de la obra
Informes: lamuchachadeloslibrosusados@gmail.com

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