lunes, 7 de diciembre de 2015

Intereses corruptos

Nada es gratuito en política. Ni sus intrigas, venganzas o aparentes méritos. Ya sea desde la carrera más intachable hasta las más mediocres y oportunistas candidaturas, todas conviven bajo el manto de la sospecha. Como lo apreciado enAnomia”, un logrado texto del español Eugenio Amaya
Encuentro de Carmen (Claudia Bérninzon)
y Matías (Juanjo Espinoza)
La historia, un nuevo riesgo de Panparamayo, se inmiscuye en los recovecos oscuros de un partido político ficticio afincado en una provincia cualquiera. Con agudo ingenio y afilado cinismo, se abordan los entretelones de esta peculiar agrupación con miras a una futura elecciónSerá inevitable tropezar con incontables paralelismos descritos por el autor. Ese insumo es capitalizado con mordacidad y desenfado por su director Daniel Neuman. Su hábil mirada para encontrar humanidad en la política marcó su aplaudido debut y dejó un certero mensaje para el futuro elector.

REPARTIJA ESCÉNICA
El detonante es Puerta Dorada, un inminente escándalo que compromete a esta cúpula partidaria. Evitarlo implicará convencer a que Carmen (una comprometida y calculadora Claudia Bérninzon) una de sus militantes estrellas, renuncie. La situación revelará negociaciones tan viles como sus personajes.
El alcalde Nicolás (Sandro Latorre)
Por si fuera poco, el destino de la implicada se decide en el desván de una decadente casona. 
Por ahí desfila el joven Matías (logrado trabajo de Juanjo Espinoza), secretario de organización, con una personalidad bienintencionada y arribistaO el alcalde Nicolás Gutiérrez (excéntrico y perfecto Sandro Latorre), cuya lucidez despega con cada copa que “bebe” en escena. Entre estos antihéroes, destaca Ignacio (Carlos Victoria, en una faceta elegante y desafiante), como hombre fuerte del partido, quien reluce por su frialdad  casi gansteril
Ante ellos, rninzon no se amilana, sino que transita entre la sutileza y la ferocidad para sobrevivir en esa jungla. Incluso, cuando su esposo Arturo (un solvente Paco Solís Fúster, a pesar de su breve aparición) es utilizado como un recurso para lograr su declinación. El final es completo.

CIENCIA INEXACTA
En “Anomia” las casualidades no existen. Con tales antihéroes –identificados rápidamente por el imaginario popular–, la puesta sacude el criterio común. Las referencias partidistas y la coyuntura electoral orquestan una sinfonía capaz de inquietar a su selecto público (15 personas por función).
Ignacio (Carlos Victoria) y Arturo (Paco Solís Fúster) 
Un efecto catalizador en cada lugar en donde prosperen los vicios del sistema político
“La codicia, la falta de escrúpulos, los mecanismos que convierten a nuestros representantes en carne de soborno son el pan de cada día”, como describe ciertamente Amaya en el programa de mano. En manos de un agudo observador como Neuman y el vigente texto del autor español, Anomia alcanza algo más que una fugaz desilusión. Circunscribe al teatro como un deber cívico –tan poderoso como el sufragio– al consolidar un comprometido montaje que podría dar alguna luz en las próximas tinieblas electorales.

Crédito de fotos: Eric Balon / Lima  Vaga

FICHA ESCÉNICA
Anomia”, de Eugenio Amaya
Dirección: Daniel Neuman
Elenco: Carlos Victoria, Claudia Bérninzon, Sandro La Torre, Juanjo Espinoza y Paco Solís Fúster
Las funciones son los martes y miércoles a las 8pm
La temporada va del 10 de noviembre al 16 de diciembre
Lugar: Casa Panparamayo (Barranco. Dirección exacta al hacer la reserva)
Reservas e informes: mimascara@gmail.com
Entrada General (S/. 40) y estudiantes y jubilados (S/. 30)
Una producción de Panparamayo

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