El 1 de enero de 2015 el canal 7 transmitió “Amazonía y el Bosque de
las Maravillas” (2014), una notable puesta algo inadvertida en su momento. Con una
temporada entre mayo y setiembre del año pasado, en la Biblioteca Nacional del Perú (BNP) de San Borja, este post rescata a uno de los trabajos más originales
y de gran formato del año pasado.
Este
montaje escénico-musical de la Asociación Cultural Escena Perú, reedita esta premisa. Escrita y dirigida por Gloria María Solari, su historia
mágica, lúdica y colorida revalora la armonía como principio de coexistencia en
la naturaleza. Aunque su epicentro se sitúa en la selva, la perspectiva “citadina” no
invalida su mensaje de protección del medio ambiente, sino que inspira una “reconciliación” simbólica con
una mirada pura de dos pequeñas niñas. Un buen trabajo que trae a la
memoria “Amazonía… Corazón del planeta”, estrenado por Solari en 2011, en el Teatro
Municipal de Lima.
Colorida escenografía |
SELVA MISTERIOSA
La historia reúne a Miranda, una niña de la ciudad que siente el
llamado de Amazonía, la princesa de la selva que busca proteger sus frágiles reinos.
Con ellas, Solari ideó y escribió con ingenio y libertad una puesta que, al
dirigirla, logra conectar estética y narrativamente con el público infantil y
adulto.
Chuy (Solari) y Chullachaqui (Gálvez) |
Ayudado por una alucinante y colorida escenografía de Rember
Yahuarcani, el trabajo se redondea con el desempeño actoral, vocal y
coreográfico de un elenco elegido con tino. Unaya, el sabio guardián (Reynaldo
Arenas con una actuación lúcida y completa) guía a Miranda por la selva y sus
cambios durante el día y noche. Ni tan villanas, pero sí muy divertidas aparecen Zelma Gálvez, el
Chullachaqui, un espíritu del bosque intimidante y cómico, aunque no tanto como
la perezosa Chuy (una multifacética Solari), el personaje más carismático y grácil
de la obra.
La comparsa amazónica incluye un papagayo revoltoso (un eficiente Germán Loero), la maléfica serpiente (bien encarnada por Connie Chaparro), una tortuga de río (Kukuli Morante de buen registro) y un grillo olvidadizo (un divertido papel de Francesca Solari).
La comparsa amazónica incluye un papagayo revoltoso (un eficiente Germán Loero), la maléfica serpiente (bien encarnada por Connie Chaparro), una tortuga de río (Kukuli Morante de buen registro) y un grillo olvidadizo (un divertido papel de Francesca Solari).
MIRADAS PUERILES
Los dos personajes infantiles, de despliegue aceptable, interactúan con
un coro de 50 niños de la etnia shipibo-conibo con los que el mensaje cobra
vida, color y tradición. Podría afirmarse que su performance coreográfica –por pasajes
acuáticos, forestales y terrestres– “pintan” una selva desde las butacas.
El encuentro de Miranda y Amazonía |
El aporte musical es
valioso ya que se nutre de ritmos amazónicos insertados por Mino
Mele, investigador étnico con el que Solari ya había trabajado en “Amazonía… Corazón
del planeta”.
Luego de su temporada de dos meses y medio, el montaje fue exhibido durante
la reciente edición de la Cumbre Mundial de Cambio Climático (COP 20). Es loable
notar cómo trabajos de gran formato con mensajes de defensa de los derechos
infantiles o protección de la ecología pueden encaminarse con ingenio, esfuerzo
y una adecuada gestión.
Ficha escénica
“Amazonía y el Bosque de las Maravillas”, de Gloria María Solari
Dirección: Gloria María Solari
Elenco: Reynaldo Arenas, Zelma Gálvez, Francesca Solari, Germán Loero,
Kukuli Morante, Daniela Mayuri, Gloria María Solari, Demer Ramírez y 50 niños
de la escuela Escena Perú.
Producción Musical: Mino Mele
Lugar: Teatro Mario Vargas Llosa de la BNP (Av. De la Poesía 160, San
Borja)
Más información en la Asociación Cultural Escena Perú
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