lunes, 9 de junio de 2025

Fugas y goteras

Siempre es agradable ver una buena historia de enredos en las tablas. “Mi mujer es el plomero (gasfitero)”, uno de los mayores éxitos del autor argentino Hugo Marcos, cumple esta misión si lo que se busca es pasar un momento ameno y divertido desde la butaca.

Mayte (Pagador), Daniel(a) (Recavarren),
Eliza (Namuche) y Doña Sara (Tosso)
en "Mi esposa es el gasfitero"

Estrenada por el Colectivo Teatral 3 Monos, esta lúcida comedia posee ingredientes bien usados en escena. Entre ellos, una situación hilarante llevada al extremo, humor para todos los gustos, y, si se quiere, fugaces reflexiones sobre cómo afrontar el duelo y continuar la vida aun cuando el pasado –y los recuerdos– irrumpen en el presente. Ello se refleja en una dramaturgia bien pauteada y con buen ritmo gracias a la acertada dirección de Niko Fantinato.
Su buen oficio y vena cómica aprovecha la hilaridad de los sucesos y la complicidad de su entusiasta y joven elenco, al que se suma la siempre talentosa y risueña Cecilia Tosso. 
Mi mujer es el gasfitero” está marcada por una serie de malentendidos e intromisiones que se intensifican a partir de un problema común: la fuga de agua en un apartamento. Y, sobre todo, por el incesante vaivén de ocurrencias que envuelven al espectador en el absurdo.

Rubén (Morán) y Pepe (Arakaki)
completan el elenco
Luego de una noche de copas, Rubén (Sergio Morán) despierta junto a Eliza (Lupe Namuche), una joven guapa que insiste en quedarse unos días en su apartamento. Todo estaría bien si no fuera porque el anfitrión –que enviudó hace año– intenta rehacer su vida con Mayte (Stephanie Pagador), la vecina del piso de arriba, que anda algo interesada en él. Tras un inicio errático, y con escenas sobreactuadas, la comedia mejora cuando aparece el gasfitero Daniel (un aceptable Miguel Recavarren). Un cortocircuito en el baño hace que el alma de Daniela, exesposa de Rubén, reencarne en el cuerpo del contratista para sorpresa del dueño de casa. La premisa es absurda y funcional, ya que desencadena escenas jocosas y disparatadas que el público disfruta. Y, aunque la obra no apunta a elucubraciones más profundas o reflexivas, se da un breve tiempo para cuestionar las decisiones que afectan nuestra vida amorosa.

Nicolás Fantinato dirige a actores jóvenes
acompañados por la talentosa Cecilia Tosso 

Lo que sigue es un desfile bien orquestado de personajes que ponen en aprietos a Rubén. Lo visitan Pepe, el inoportuno conserje del edificio (Ángel Arakaki), Dana, esposa del plomero (Ynaruma Gómez), e, incluso, Doña Sara, su sobreprotectora madre (una eficiente y divertida Tosso). En conjunto se desplazan con una dosis de desconcierto que contagia a la audiencia. Si bien la comedia se defiende con (des)encuentros precisos y diálogos amenos, no se libra de excesos de chistes en doble sentido y disfuerzos actorales que podrían moderarse. Ágil y divertida, “Mi amor el gasfitero” se luce como un trabajo disfrutable que no naufraga en sus pretensiones cómicas.

FICHA ESCÉNICA
Mi mujer es el gasfitero” de Hugo Marcos
Dirección: Niko Fantinato
Elenco: Sergio Morán, Ymaruma Gómez, Ángel Arakaki, Miguel Rojo, Guadalupe Namuche, Stephanie Pagador y Cecilia Tosso
Funciones: martes y miércoles a las 8pm
Temporada: Del 03 al 11 de junio
Lugar: Teatro Auditorio de Miraflores (Av. Larco 1150, sótano, Miraflores)
Entradas: S/ 35 (General), S/ 25 (Estudiantes) y S/ 20 (CONADIS y Jubilados) en Joinnus
Una producción del Colectivo Teatral 3 Monos
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