miércoles, 15 de junio de 2016

Explosión creativa

Arriesgada y contundente, Marbe Marticorena ha ideado y dirigido un montaje a la medida de su genio y a la de nuestra época. Se trata de “La humilde dinamita”, una pieza coreográfica inspirada en la demencial violencia, el frágil pasado y el quiebre de la armonía natural. Una obra  “subversiva”, en el buen sentido. 
Jonás (César Golac) y Clara (Leslie Guillén)
Afincada en la época de terror, se configura una mirada familiar sobre uno de los instintos más perversos de la civilización. Pero, ¿qué motiva a Marbe? En el programa de mano lo describe con suma lucidez: elegir “un momento feliz de nuestras vidas (...) para contar una historia de muerte y violencia” o de nuestra historia. 
Tras ciertas reformulaciones en tiempo, esta propuesta corporal, histórica y visiblemente testimonial ha suscitado un silencio mediático. No obstante, su riesgo y contundencia son suficientes para sacudir la memoria colectiva hasta reverberar los recuerdos con el estruendo de una denuncia.

HISTORIA DE DOLOR
Su inicio místico, en voz del Apu, ente de la cosmovisión andina que habita montañas, ríos y bosques, propone una lógica aparentemente distante. La prodigiosa Lilian Nieto asume este rol, complejo y extraño a ojos citadinos, con seriedad, justicia y un sentido protector.
El dolor y el misticismo en escena
Bajo ese amparo mítico aparece Jonás (César Golac, de un trabajo honesto y de calidad), un chico reclutado por su hermana para integrar un grupo armado. A través de su historia se vivirá la época del terrorismo (1980–1992), aunque el mensaje se extenderá a la violencia como esencia destructora de la HumanidadEsa delirante fuerza capaz de atentar contra su especie y la Pacha Mama (Madre Tierra). Destruirá la inocencia de Jonás (y de miles más) hasta tornarse en una ideología enfermiza que desangrará al país. Alrededor suyo surgirán diversas perspectivas de una guerra insana. Vidas inocentes y no tanto.

VIAJE AL PASADO
El elenco (integrado también por Rolando Reaño, César Chirinos, José Avilés, Angelita Velásquez y Omar Peralta) es comprometido: realizan múltiples personajes, algunos contrapuestos. Leslie Guillén, por ejemplo, encarna más de tres. Entre ellos, a una activista social y a una camarada terrorista.
"La humilde dinamita"
A pesar del tema susceptible, la dirección encuentra un lenguaje equilibrado, rítmico y sensible. En “La humilde dinamita” las coreografías (en muertes y torturas) no lo encierran todo. Con prudente tino, la dramaturgia ha añadido el quechua para intensificar el realismo de las desoladoras escenasAdemás, destaca la “lógica” de los elementos en escena. Un tambor –que invita a la alegría– es percutido para atemorizar mientras unos pequeños mazos de madera parecen rastrillarse ante una vida... “La humilde dinamita” muestra cómo la paz presente no cura aún las cicatrices del pasado. Aquellos recuerdos que no dan tregua a la indiferencia.
Fotografías: Paola Vera / Revuelo

FICHA ESCÉNICA
“La humilde dinamita”, de Marbe Marticorena
Dirección: Marbe Marticorena
Elenco: Leslie Guillén, Lilian Nieto, Rolando Reaño, César Chirinos, José Avilés, César Golac, Angelita Velásquez y Omar Peralta
Lugar: Teatro de la Alianza Francesa (Av. Arequipa 4585, Miraflores)
Funciones: Miércoles y jueves a las 8pm
Temporada: Desde el 3 de mayo hasta el 23 de junio
Una producción de Revuelo arte/escena

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